La dignidad del hombre. SER PERSONA

SER PERSONA

Comencemos por la palabra persona. Esta es una palabra latina que, originalmente, se refería a la máscara que utiliza un actor, para caracterizar y representar a un determinado personaje.

Entre los latinos, la palabra «persona» pasó luego a significar al personaje mismo. Un poco más tarde, «persona» indica, ya no sólo al personaje, sino, principalmente, la importancia que tiene quien desempeña un cargo público. Se podía hablar, entonces, de la persona del cónsul o del senador, que indica el cargo que desempeña.Los primeros significados de la palabra «persona» se enriquecieron más con nuevos contenidos. Uno de ellos se refiere al aspecto físico y exterior del hombre.

A pesar de las limitaciones indicadas, el significado etimológico de «persona» ya es revelador. Tomemos el primer significado, el de la máscara. A partir de ella, podemos reconocer la existencia de todo un mundo detrás de la máscara. Ésta ya es una primera aproximación al significado de persona, aplicado al ser humano. El hombre es un ser que, a la vez, tiene un mundo interior y una exterioridad. Ninguno vale sin el otro. La persona humana es, pues, una totalidad, donde la interioridad y la exterioridad se dan en unidad.

La idea filosófica de persona, por su parte, fue elaborándose lentamente. La contribución del cristianismo fue decisiva. Buscando profundizar las verdades fundamentales de la fe (la trinidad de las personas divinas y, especialmente, la persona de Cristo), el cristiano reflexiona sobre lo que significa ser persona. San Agustín, entre otros rasgos, caracteriza a la persona por su intimidad y sublimidad. Santo Tomás de Aquino, en la misma dirección, califica a la «persona» como el ser más noble que existe, en la naturaleza. Entre los filósofos modernos, la persona humana aparece caracterizada por la conciencia y, con ella, también por la libertad. Kant llega a decir que una persona jamás debe ser considerada como medio, pues es rebajar su dignidad.

¿Qué es la persona humana? Por ser persona, todo hombre es un ser especial, dotado de conciencia, libre, dueño y responsable de sí mismo, y con vocación abierta hacia el mundo y a los demás.  Como persona, cada hombre aparece como una totalidad, capaz de una variedad y multitud de actos, todos integrados y que expresan la calidad de ser exclusivo, que lo hacen distinto de todos los demás seres. Es un ser dotado de pensamiento y de voluntad libre; es capaz de apropiarse de su vida.

LA DIGNIDAD DEL HOMBRE

La afirmación de la dignidad del hombre es aceptar que éste ha sido creado a imagen y semejanza de Dios y que  conlleva a aceptar también, por esta misma razón, la especial condición y situación de su ser. No es el hombre un ser más entre tantos otros seres; es un ser privilegiado, pues el creador lo ha acercado tanto a él mismo, elevándolo hasta sí.

La dignidad, en el hombre, no es un calificativo; se refiere y depende del ser propio del hombre. En consecuencia, ofrece, simultáneamente varios aspectos. Primeramente, dignidad y ser humano se identifican realmente; es decir, en el hombre constituyen una misma realidad. Ser hombre es ser digno: el hombre es una excelencia como realidad. Esta es la dignidad fundamental que depende de haber sido hecho «a imagen y semejanza de Dios».

A partir de esta dignidad en el orden del ser, el hombre conlleva una dignidad en el orden del obrar. La excelencia o la calidad de su ser permite al hombre obrar con conciencia, sabiendo lo que hace y por qué lo hace. Esta es una dignidad que el mismo hombre construye a través de sus actos, ejercitando la razón y la voluntad libre. Es la grandeza moral, de la cual el hombre es dueño y responsable. Entonces, la dignidad del hombre no es sólo una dignidad recibida y gratuita.

¿A qué se ve obligado cada ser humano, por ser humano y, por ello, digno? Por un lado, existe la obligación de actuar y comportarse a la altura de la dignidad que se tiene y se es. Sólo de esta manera se es digno de ella. Por otro, esta dignidad se convierte en la medida moral de la acción humana, pues cualquier acto, realizado por el hombre con conocimiento y decisión, será considerado bueno o malo moralmente, según esté acorde o en contraste con ella.

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