La educación: Un desafío constante para los que quieren convertirse en agentes de cambio

La educación: Un desafío constante para los que quieren convertirse en agentes de cambio

Emprender el camino de ejercer la docencia, supone un desafío enorme por un lado se propone desde el papel formar estudiantes curiosos, ávidos de conocimiento y motivados, pero la realidad es otra, las aulas están atiborradas de muchachos cuyos sueños y aspiraciones están lejos de un aula de clase y su interés está quizás en otras actividades. Entonces, a pesar de los grandes esfuerzos que suponen los nuevos proyectos educativos, crear espacios que de verdad interesen a los estudiantes representa un obstáculo por el simple hecho de que los docentes no conocen el entorno, la sociedad y la actualidad, en ocasiones pareciera que el docente es el personaje de un libro de una época remota, que parece siempre hablar en otro idioma o venir de otro planeta. A lo largo de este texto se buscará explorar cómo la investigación tanto en pedagogía como en educación, puede dar al docente las herramientas necesarias para enfrentar el escenario actual sin fracasar en el intento de motivar a los estudiantes incluyendo contenidos necesarios que a simple vista no pueden ser muy atractivos.

Los fenómenos que se experimentan en las aulas a diario son numerosos, las problemáticas de cada estudiante son diversas y es complicado para el docente entrar a entender cada una en particular, quizás por esto el docente se ha convertido en alguien que solo comparte lo que sabe pero no se interesa por conocer el mundo que alberga la mente de su estudiante, muchas veces más allá de la indisciplina, la desidia o el desinterés pueden encontrarse grandes ideas y es tarea del docente prepararse para inspirar y motivar, sin embargo ¿cómo logra esto el docente si tampoco nunca se le motivo o se le inspiró desde el aula?, ¿qué hacer si el docente aprendió que su ejercicio se reduce a calificar, ordenar o avanzar en temas que poca relación tienen con el mundo real?. Estamos frente a un panorama poco alentador, es cierto, pero al escoger el camino de enseñar desde cualquier profesión estamos también frente a una nueva esperanza.

Lo anterior podría llegar a sonar utópico o incluso romántico lo cierto es que desde el fundamento científico todo puede lograrse siempre y cuando se implementen las estrategias correctas y se oriente la indagación entorno a escenarios reales que incluyan las necesidades actuales ya futuro de la población en formación.  Al mencionar fundamento científico se hace referencia a la investigación, cuyos componentes pueden aportar mucho al ejercicio docente, un docente que investiga se actualiza y propone constantemente y no se conforma solo con “dictar una clase” , porque en últimas, educar es mucho más que eso y lograr llevar la pedagogía al aula va más allá de manejar un discurso alentador. Por un lado, la investigación de tipo educativo da al docente noción de aquellas ciencias que pueden ayudar a comprender el comportamiento de sus estudiantes, cuando el docente se apoya en ciencias como la antropología, la psicología o la sociología puede ciertamente comprender la realidad de sus estudiantes y puede crear a partir de este entendimiento estrategias no sólo innovadoras sino también verdaderamente útiles.

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