La escucha Al pensar en la comunicación
Enviado por Karen Ramirez • 8 de Noviembre de 2015 • Informe • 1.627 Palabras (7 Páginas) • 184 Visitas
LA ESCUCHA
Al pensar en la comunicación, pensamos en comunicación con algún otro, en hablar o expresarnos, decir algo y pasa casi inadvertida la importancia que tiene la escucha.
Generalmente se cree que el hablar es la parte activa del lenguaje y muchos suponen que escuchar es la parte pasiva, incluso algunas personas piensan que el escuchar tiene menor importancia frente al hablar. Esto es un error de mucha relevancia, pues, en todo acto de comunicación y coordinación de acciones están comprometidos tanto el hablar como el escuchar en idéntica ponderación.
En el área de los negocios por ejemplo: Peters, Tom dice “…necesitamos obsesionarnos con la escucha debido a que gran parte de la problemática que el top management se debe a que no escucha a sus subordinaos, ni la tendencia del mercado…”
El escuchar es la base del lenguaje, sino podríamos preguntarnos ¿para qué se habla?
Desde la ontología del lenguaje sostenemos que el escuchar implica la comprensión o interpretación de lo que oímos y es un fenómeno lingüístico que se origina en el tipo de observador que somos, más que en lo que oímos.
Escuchar = oír + interpretar.
Oír en un fenómeno biológico
Escuchar es un fenómeno lingüístico ya que incluye la interpretación que cada individuo hace de lo que oye. La interpretación, a su vez, es una comunicación o conversación interna.
Escuchamos por ejemplo una campana, su “tan-tan” es lo que oímos, y la campana es la interpretación que hacemos de lo oído.
Si esto no se comprende bien, escuchemos “cof-cof” ese es el ruido que oímos y se puede interpretar “tiene tos”.
Escuchas diferentes
Se entendía tradicionalmente la comunicación como transmisión de información. Se suponía que había un emisor del mensaje, que este era recibido por uno o varios receptores. Esto sucede así con la tecnología, pero cambia cuando se establece entre Seres Humanos.
Uno al escuchar a alguien, interpreta algo, y lo que transmite a otros es lo que él interpretó y no necesariamente lo que el primer emisor dijo.
Humberto Maturana dice al respecto “El fenómeno de la comunicación no depende de lo que se entrega, sino de lo que le pasa al que recibe, y esto es un asunto muy distinto a transmitir información”.
Comunicación es igual a Acción en Común
En el proceso de comunicación no se habla sin el escuchar y viceversa. La interacción entre ambos es lo que se llama COMUNICACIÓN.
El escuchar valida el hablar, pues es el escuchar y no el hablar, lo que le da sentido.
Por ejemplo cuantas veces solicitamos algo y lo que nos traen es otra cosa.
Al parecer, la clave del escuchar no está en el contenido del mensaje del que habla, sino en la interpretación que el oyente hace sobre lo dicho y, como esto modifica su ámbito de acciones y posibilidades.
Echeverría, Rafael dicen..”Normalmente damos por sentado que lo que escuchamos es lo que se ha dicho. Suponemos que lo que decimos, es lo que las personas van a escuchar”
Es aquí donde podemos empezar a considerar la importancia de VERIFICAR lo interpretado.
¿Qué es lo que produce escuchas diferentes?
- La biología
- El contexto en que nacimos
- La historia personal
- Las distinciones
- La emocionalidad
Al referirnos a la biología es dable distinguir que no solo el ser sanos sino también la edad que tengamos nos posibilitan escuchas diferentes.
Al referirnos en el contexto tenemos que tener en cuenta:
- La región, por el contexto social en el que se halla el individuo. No es lo mismo estar en un determinado lugar donde hay persecuciones sociales (de la índole que fuera), que en un sitio que está en guerra, etc.
- La época, pues existen diferentes recursos en distinta temporalidad de la vida.
Al referirnos a la historia personal consideremos que según las experiencias vividas es posible que la escucha tenga determinada predisposición por los sucesos que estuvieron impactándonos.
Cuando hablamos de distinciones es en cuanto a la capacidad que se tiene sobre determinada interpretación. No escuchará de idéntico modo el director de una orquesta que un individuo que no tiene conocimientos sobre música.
En cuanto a la emocionalidad, es muy posible que no escuche lo mismo si estoy transitando una etapa de angustia, que si estoy en un momento en el que me siento pleno.
Pasando a una contraposición, podemos distinguir estilos de escucha no comprometida, como por ejemplo:
El que simula que está escuchando.
El dependiente que siempre quiere agradar a quién está hablando.
El que interrumpe no permitiendo que el otro individuo termine de expresarse.
El literal, solo registra las palabras no interpreta el contexto genérico.
El juez y parte, está decidido a juzgar al otro.
El competitivo, que promueve su punto de vista sin dar crédito al que se está expresando.
El apurado, que nunca tiene tiempo para escuchar y formula contra argumentos.
El principal propósito de escuchar es comprender lo que los demás quieren comunicar o, saber cual es su experiencia interna.
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