Pensar Bien, Sentirse Bien

“PENSAR BIEN, SENTIRSE BIEN”

RECENSION DEL LIBRO” PENSAR BIEN, SENTIRSE BIEN”

Una lectura simplemente compleja, así es como se podría definir el libro de Walter Riso, un libro lleno de verdades, complejidades aparentemente fáciles de comprender y digerir para todo público, sin embargo; el libro goza de una profundidad y análisis que va más allá del superficial lenguaje utilizado.

Dividido en tres partes y tres anexos, para facilitar la comprensión del tema, el libro expone claramente lo complicado que es el proceso de la información en la mente de los seres humanos, llenos de complejos adquiridos, de falsos dogmas e imposiciones mentales carentes de sentido, nos desarrollamos en la vida con etiquetas grabadas en nuestro pensamiento, con prejuicios de lo que somos y de lo que es nuestro entorno, sin permitir la mayoría de las veces concedernos el análisis objetivo y real de las circunstancias o situaciones en las que verdaderamente nos encontramos.

La primera parte del libro está especialmente dedicada a profundizar sobre la influencia que tiene nuestro pensamiento en nuestros actos y juicios cotidianos, como este pensamiento y enfoque del mundo se va formando en base a nuestra experiencia, a nuestra personalidad, a nuestros miedos y deseos, para la mente es mucho más cómodo justificar la realidad actual en base a los datos ya almacenados que tratar de replantearse esquemas con nuevos fundamentos, creando con esto una autoperpetuación constante con la información que ya tiene almacenada. Esta autoperpetuación de vieja información no hace más que alterar la atención, haciendo que esta carezca de objetividad al momento de juzgar la realidad entorno al individuo, pues no se ve con claridad lo que ocurre, más bien se hace un esquema mental en base a las experiencias y creencias de lo que está sucediendo, creando la mayor parte de las veces una imagen negativa del mundo, del ser y del porvenir que no es lo que parece sino lo que se percibe.

Ya que el ser humano genera su mundo interior en base a sus experiencias, creencias y memoria, lo mejor es dudar de lo que recordamos, pues la mayor parte de las veces el recuerdo está modificado por nuestra nueva consciencia y nuestros sentimientos, pero no solo hay que tratar de descontaminar nuestros recuerdos, es importante también esforzarse por descontaminar el momento presente, tratar de ver la verdad a través del falso velo creado por nuestra imagen mental del mundo real.

Para poder resumir la primera parte del libro podemos decir que no hay que tener mucho cuidado en detectar lo antes posible nuestros sesgos atencionales, de memoria y perceptivos, reformular nuestras profecías personales, pues estás pueden fácilmente realizarse gracias a nuestro esmero continuo a lograrlas, y tener cuidado en el uso de nuestras estrategias compensatorias/protectoras, pues ubicarlas y analizarlas nos permitirá hacer cambios en nuestra forma de pensar y vivir.

En la segunda parte del texto podemos visualizar mayormente cuales son los por qué negativos que nos impiden sentirnos bien con nosotros mismos y nuestro entorno, uno de ellos es lo que llama el autor el pesimismo crónico, que genera una sensación de estar eternamente incompletos, lo cual no hace que retroalimentarse continuamente, gracias al panorama pesimista del mundo en

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