La etapa positivista

LA ETAPA POSITIVISTA

ROBIN SAMUEL FLÓREZ SALGADO

ENSAYO

        DOCENTE        

ESTELA SIMANCAS MENDOZA

UNIVERSIDAD DE CÓRDOBA

FACULTAD DE HUMANIDADES Y EDUCACIÓN

MAESTRÍA EN EDUCACIÓN – XI COHORTE

MONTERÍA

2017

La etapa positivista.

A lo largo de historia, la educación se ha convertido en uno de los pilares fundamentales al momento de referirnos a la sociedad y el desarrollo de esta. Sin embargo, la educación y los sistemas que la rigen no siempre han existido como los conocemos hoy día. Ha sido necesario afrontar distintas etapas que han hecho sus diversos aportes en lo que concebimos como educación. Una de esas es la positivista, cuya influencia sobre los países latinoamericanos abordaremos en el siguiente tratado.

Antes de hablar sobre la influencia ejercida durante la etapa positivista en la concepción de educación en los países latinoamericanos se hace necesario definir en primera instancia lo que es el positivismo, el cual se entiende como el rechazo a toda doctrina o saber que no puede ser probado científicamente. Para que algo se considere como cierto debe haber sido comprobado y fruto de la experiencia de la persona. Dicha corriente surgió en el siglo XIX como una necesidad de establecer un orden en la sociedad actual el cual pretendía lograr lo que se conocería como el progreso, en otras palabras, alcanzar un estado de perfección y confort para el ser humano.

A finales del siglo XIX, tras las revueltas en distintos países latinoamericanos que lograron su independencia de España, se empiezan a establecer un orden social en el que aún se evidenciaba cierta dependencia en la madre patria: la cultura y los estilos de vida propios de Europa eran imitados en las nuevas naciones, lo cual impedía el desarrollo y continuidad de las costumbres propias y tradicionales de estas tierras. Latinoamérica se sumió en un rezago económico y social dado que mientras en los países más desarrollados había procesos de industrialización avanzados, acá el enfoque estaba en producir para los países más desarrollados y consumir lo que estos producían. Igualmente, con el pazo de los años se evidenció el aumento de la brecha entre las clases sociales. El desarrollo de la economía jugó un papel importante en la sociedad de ese entonces: al ser Latinoamérica una sociedad basada en las actividades agrícolas y ganaderas el Estado priorizaba la inversión en infraestructura que optimizara dichos procesos productivos. Igualmente, con el paso del tiempo se posibilitó la inversión extranjera como forma de incentivar el crecimiento económico. Lamentablemente, al darse una concentración de la riqueza en unos pocos, las diferencias sociales aumentaban, generando desigualdad e inconformidad entre el pueblo.

De acuerdo con la teoría positivista, uno de los requerimientos para alcanzar el tan anhelado progreso era buscar y obtener una paz duradera que garantizara un buen estilo de vida al acabar con las diversas guerras y conflictos regionales. Para ello, se requería establecer un orden que a su vez permitiera que las personas tuvieran cierta libertad sin llegar a la anarquía como había sucedido en México. Se contempló la necesidad de herramientas que permitieran el desarrollo de la persona tal como la educación, la cual pasó a ser obligatoria en sus niveles básicos pero desafortunadamente era una actividad netamente urbana en detrimento del área rural. Esto podría considerarse como el nacimiento de la educación pública al ser algo gratuito controlado por el Estado. Algunos logros alcanzados por el positivismo fue la apertura de escuelas en las que se hacía uso del método científico para alcanzar la verdad, al igual que hacer análisis y planteamientos sobre los requerimientos que una institución debía cumplir para considerarse escuela: Instalaciones, contenidos a trabajar, material necesario, metodologías apropiadas de trabajo. La educación se vio como algo completamente necesario para desarrollar al ser humano como una persona íntegra miembro de una sociedad.

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