La etica axiologica.
jorge1961Apuntes22 de Marzo de 2016
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LA ETICA AXIOLOGICA
La ética axiológica o ética de los valores es uno de los sistemas éticos sujetos de estudio y se refiere al tratado o teoría del valor.
Esta teoría se ha desarrollado principalmente a partir del siglo anterior, dentro de ella, encontramos diversas orientaciones o tendencias.
Los psicologistas afirman que un objeto o cosa tiene valor cuando nos agrada o cuando la deseamos.
Para nuestros efectos, nos enfocaremos en la interpretación personalista o realista de los valores, según los pensadores alemanes Max Scheler y Nicolai Hartmann, quienes sostienen que los valores son realidades objetivas.
Para la ética axiológica, el bien es entendido principalmente como valor moral. El valor consiste en una realidad objetiva o material, captada a priori, por un sentido o intuición emocional.
La ética axiológica busca ser una especie de conciliación entre la ética material o de bienes y la ética formal o del deber.
Con la primera coincide en que el valor moral consiste en algo material, objetivo; pero discrepa de ella debido a que sostiene que los valores no son sujetos de ser captados empíricamente.
Con la segunda coincide en que el valor se capta a priori, independientemente de la experiencia, pero se diferencia en que defiende que el valor no es algo puramente formal sino que tiene un contenido material, especifico.
1. Existencia y naturaleza de los valores:
Una noción o definición amplia de valor es, “todo aquello que nos atrae en alguna forma”. En este caso, valor sería sinónimo de bien.
Partiendo de una teoría realista de los valores, estos se pueden definir como realidades objetivas. Lo propio del valor es la atracción libre que ejerce sobre el hombre.
La existencia de los valores es evidente a partir del hecho innegable de que constantemente hacemos juicios de valor. El punto de debate no es la existencia de los valores, sino su naturaleza. El subjetivismo y el objetivismo axiológicos representan dos posiciones frente a esta debatida cuestión.
El subjetivismo axiológico (psicologismo) sostiene que los objetos no son valiosos en si mismos, sino que, su valor esta directamente relacionado a los deseos, necesidades o intereses que le conferimos a las cosas.
El objetivismo axiológico afirma la existencia de la objetividad y la independencia de los valores con respecto al hombre. Aunque no debemos dar por un hecho el nexo entre hombre y valores a priori; debido a que los valores están presentes para quien valora, no debemos olvidar que, no hay objeto valioso sin sujeto que valore.
Cuando se menciona la objetividad de los valores, no se niega la relación de estos con un sujeto valorante. Se sostiene, la existencia de una razón objetiva entre el sujeto valorante y el objeto valorado.
Es decir; hay algo en el objeto valorado que lo hace atractivo o valioso para el sujeto, de manera tal que su elección no es arbitraria, sino que lo hace congruente o conveniente de los factores citados en primera instancia, con la clase de seres que somos los hombres.
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Ejemplos:
Salud a la enfermedad.
La verdad a la mentira.
La inteligencia a la estupidez.
La virtud al vicio.
2. Características de los valores:
Los valores no son realidades físicas absolutas, pero tampoco están flotando en un mundo etéreo. Por ejemplo el valor belleza no se da en un mundo ideal, tipo platónico, debe encarnarse en algo; un estatua, una flor, un cuerpo humano, una acción. Esto debe responder a una realidad particular que puede ser relativa dependiendo del objeto, el sujeto y el medio que le rodea.
Inherencia:
Los valores no existen separados, por si mismos, sino que se dan siempre en un sujeto. Son cualidades que necesitan otra realidad sustentante.
Polaridad o más exactamente bipolaridad:
Consiste en que los valores se dan por pares o presentan siempre dos polos. A un valor positivo responde un valor negativo (contravalor o antivalor); bondad-maldad, belleza-fealdad, verdad-falsedad.
Trascendencia:
Los valores trascienden los hechos o los objetos, debido a que ningún valor encarnado o realizado agota la esencia del valor. Por ejemplo el valor de la justicia no se agota en una acción por muy justa que sea, el valor de la belleza no fue agotado ni siquiera por Miguel Angel.
Apetibilidad:
Los valores son apetecibles, es decir, atraen al hombre que los capta, que los percibe, no podemos quedar indiferentes ante ellos. El pensador R. Le Senne habla del “carácter contagioso del valor”; los valores se irradian.
Jerarquia:
Es decir, los valores se pueden ordenar en una especie de tabla o escala axiológica, pues está claro que no a todos los valores les concedemos igual valía. Hay valores superiores e inferiores.
3. Los valores morales en la escala axiológica:
En primera instancia podríamos asegurar que los valores son heterogéneos y no parecen sujetos de comparación. Sin embargo a nivel teórico y explícito se han hecho intentos por elaborar tablas axiológicas.
Claro está, que no se trata de señalar cual es la escala jerárquica de tal persona, época o sociedad, sino cual debería ser esa escala axiológica.
En relación a lo anterior Max Scheler estableció la siguiente tabla de valores:
-Valores de lo agradable y desagradable.
-Valores vitales; bienestar, salud, etc.
-Valores espirituales; lo bello y lo feo, lo justo y lo injusto, lo verdadero y lo falso, etc
- Valores religiosos; lo santo y sagrado, contrapuesto a lo mundano y profano.
Esta clasificación parece poco clara y subjetiva, incluso hasta arbitraria.
Otra jerarquización definida en este caso por J. de Finance, parece estar más apegada a la idea de que todo valor implica relación con la persona.
Los valores se ordenan de acuerdo con su mayor o menor relación con la persona, por tanto parecen más razonables. Un valor será más importante y ocupará un lugar más elevado en la escala axiológica en cuanto perfeccione al hombre en un estrato o dimensión más humana.
Finance hace la siguiente clasificación:
Valores infrahumanos: perfeccionan al hombre pero no a un nivel típicamente humano, sino en lo relacionado a los animales. Ejemplos de tales valores; el placer, la fuerza, la agilidad, la salud. Llamados también valores vitales o fisiológicos.
Valores humanos inframorales; estos valores son exclusivos del hombre y perfeccionan al ser humano, pero sólo en determinados estratos o aspectos de su personalidad. Algunos de estos valores son; eudemónicos (felicidad, prosperidad), noéticos (verdad, ciencia, conocimiento), estéticos (belleza, gracias, buen gusto), sociales (cooperación, cohesión social), etc.
Valores morales; son los que relacionan al hombre con lo más propio del ser humano, la libertad. Estos perfeccionan al hombre no en particular, sino en su totalidad, lo afectan en un todo y lo hacen una mejor o peor persona. Ejemplo de estos valores, comúnmente llamados virtudes; la bondad, la justicia, el amor, la caridad, la fraternidad, la honestidad, la templanza, etc.
Valores religiosos; desde la perspectiva de la fe, deberíamos poner a los valores religiosos por encima de los valores morales. Ejemplos de estos son; lo santo, lo sagrado, lo divino y, en su grado máximo de condensación y concentración, Dios como supervalor o fundamento íntimo de todos los valores
Aunque como ya habíamos discutido, la moral no puede quedar o ser absorbida por la religión, ni la religión por la moral.
Entonces cabe recalcar y reflexionar que, esta clasificación de los valores se basa en el hombre como centro y medida de todos los valores. Un valor será superior en la medida en que afecte al hombre en una dimensión más profundamente humana.
4. La especificidad de los valores morales:
Los valores morales poseen características peculiares que paradójicamente los hacen, por una parte difíciles de definir en sí mismos y por otra, fáciles de diferenciar de otros valores no morales.
Por ejemplo, el valor ético o moral hace buena a la persona. Este calificativo se puede aplicar a muchas cosas (carro, cuchillo, lápiz, etc.) pero en el sentido ético, sólo se puede predicar de las personas y acciones humanas conscientes y libres.
Por esta misma razón los valores morales, a diferencia de otros valores, sólo pueden referirse a personas y en actos puramente humanos, es decir consciente y libremente ejecutados. Podríamos afirmar que los valores morales son la verdadera medida del hombre.
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