La formación de los Maestros en México
Enviado por julioportillo.89 • 11 de Marzo de 2016 • Ensayo • 2.831 Palabras (12 Páginas) • 277 Visitas
INTRODUCCIÓN
En el presente escrito se muestra una visión sobre los actuales maestros y nociones sobre su formación. Generalmente se piensa que ser maestro es fácil y para nada lo es, existe un largo proceso para llegar a serlo con innumerables obstáculos y trabas. Vienen a mi mente preguntas como: ¿Cuál es el significado de ser maestro? ¿Valdrá la pena serlo?
Las problemáticas que se suscitan en los centros de trabajo son una merma para el trabajo docente; son una constante en las escuelas del país, van desde la falta de material didáctico, apatía de los padres de familia, bajo salario hasta sanciones exageradas por parte del sistema.
Por otro parte, aun existe un lado amable en la profesión que en lo particular no cambiará por nada. Las muestras de cariño y preocupación de los alumnos por su maestro.
El contexto actual en México sobre educación dice que existen grandes deficiencias en el sistema; lamentablemente no menciona las carencias y las duras condiciones que impone el gobierno. Existe un problema, pero el dilema y la ironía es que el principal culpable es el gobierno.
La corrupción que adolece al estado se muestra progresiva y más fuerte que nunca, busca culpar al magisterio de los errores que ha cometido en el diseño de los planes de estudio, infortunadamente existen maestros malos y afortunadamente está su contraparte.
En el país, los centros de formación de maestros como las universidades y normales necesitan una nueva manera de hacer las cosas ya que vamos en declive. Cuando algo no funciona es necesario reformularlo y cuando no funciona un maestro es necesario capacitarlo y actualizarlo.
Espero que al leer este ensayo tenga una noción sobre lo que es ser maestro, tanto lo bueno como lo malo y forme su propia conjetura.
Como podemos darnos cuenta hoy en día los maestros se enfrentan a diversas situaciones que ponen barreras a su labor docente, debido al México en el que vivimos en donde nuestra profesión se ha venido deteriorando.
Tal parece que el gobierno mexicano busca lavarse las manos por completo en lo que a educación se refiere y encontró un chivo expiatorio…nosotros los maestros.
El bombardeo negativo ha sido monumental, por parte de la mayoría de los medios de comunicación coludidos con el gobierno. ¿Por qué el afán de disminuir y crucificar al maestro?
Latapí (2003) compara a nuestra profesión con la Luna, ya que tiene un lado brillante y otro lúgubre (p. 8).
Coincido plenamente con él porque existen diferentes perspectivas en torno a la docencia. Esta noble labor puede verse desde diferentes perspectivas. En lo luminoso podemos mencionar: el cariño de nuestros alumnos, el amor por nuestra vocación, el deseo de ayudarles a superarse, de abrir sus inteligencias, el reconocimiento de la sociedad y de autoridades educativas, también el deseo de acompañarlos y hacerlos personas de bien y sobre todo la inmensa satisfacción de darte cuenta que algún estudiante aprende algo y lo demuestra. Por el contrario en su lado oscuro, encontramos muchos obstáculos como el sueldo escaso, condiciones de trabajo poco estimulantes, ignorancia o indiferencia de los padres, poco reconocimiento y la corrupción dentro de magisterio.
Me he tomado la libertad de seleccionar puntos de vista actuales sobre cómo ven a los maestros los medios de comunicación, el gobierno, la población, los niños y los propios maestros.
Cotidianamente podemos observar que en la mayoría de periódicos y canales de televisión que muestran al magisterio como el principal responsable del fracaso escolar; regularmente se preocupan más por mostrar lo peor y disminuir al maestro que por los aciertos que se puedan tener.
El gobierno se ha gastado millones de pesos en publicidad negativa y hace algunos años impuso la “Reforma Educativa”. El presidente de México junto con todo su gabinete, se han encargado de culparnos de todo lo negativo que sucede. Yo lo califico como populismo porque no es posible que con esas reformulaciones.
La sociedad se muestra imparcial, pero está siendo seducida por la imagen que proyectan los medios. En lo personal he sido testigo de que algunos padres elogian actividades de la escuela y el profesor y que además comprenden la situación precaria de la escuela; en consecuencia, se muestran empáticos. Otros solo la ven como una guardería, no cuidan a sus maestros y la escuela de sus hijos; demeritan el trabajo del docente, mostrándose distantes y apáticos a cualquier tipo de cooperación. Obviamente hay que exigir resultados, pero recíprocamente apoyar. Pero podemos decir que hoy ser maestro tiene un lado bueno pues a pesar de todas las adversidades que se les presenten en el camino, se lora rescatar su vocación lo que los llevo a elegir esta profesión no por un salario o estabilidad económica, sino mas bien por el amor a los niños y poder apoyarlos a adquirir conocimientos, habilidades, actitudes y valores para formar hombres y mujeres de bien quiénes son y serán en futuro de México.
En los niños también existen lados brillantes y oscuros. Podemos hablar de algo positivo cuando un alumno te muestra agradecimiento y respeto, por el contrario cuando es intolerante y apático por cuestiones de la vida hablamos de algo negativo.
Es una gran decepción observar que entre los mismos maestros no se apoyen en las diferentes situaciones que se puedan suscitar, desde lo didáctico hasta la defensa de los derechos laborales. Continuamente existen personas corruptas que solo velan por sus intereses y desprestigian una profesión tan honrosa como lo es ser maestro. La falta de cohesión nos ha debilitado y realmente espero que no apague la llama de los demás.
Ahora debemos responder ¿qué es ser maestro hoy? Latapí (2003) expresa que :
Ser maestra o maestro es ser invitado, en ciertos momentos privilegiados, a entrar al alma de un chico o una chica y ayudarle a encontrarse, a afirmar paulatinamente su carácter, a discernir sus emociones, quizás a superar sus temores y angustias. Y para muchos alumnos el maestro o la maestra son los únicos apoyos con que cuentan. (p.10).
Concuerdo plenamente con el autor ya que ser maestro es algo maravilloso, somos formadores de personas que luchan porque sus alumnos crezcan en lo moral e intelectual. Somos figuras de apoyo para muchos de ellos y el cariño que manifiestan te puede hacer ver la vida de manera diferente. Somos guías, un segundo papá o mamá, fungimos como psicólogos, doctores, etc. Además tenemos la responsabilidad de desarrollarlos intelectualmente. Nuestra tarea es muy
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