La fotografía y su textualidad

La fotografía y su textualidad

Escrito por: Asmed Mercado.

La fotografía inmortaliza los momentos de felicidad, tristeza, soledad, manifiesta en sí misma el devenir humano.  La fotografía es texto, sí, como lo leen, es texto, la visión del lector cuando las observa, apostilla reflejos de tiempos pasados, recrean esas imágenes, esas vivencias o experiencias de aquella vez donde se materializó una primera comunión, una fiesta especial, un matrimonio, una visita familiar y muchos tantos momentos. Sí, la fotografía se puede dar como texto, como información, es lo que el lector por medio de su visión comprenderá.

Habrá fotógrafos amateurs, semi y profesionales, pero lo más relevante es que siempre quedará la ilusión de los recuerdos guardados.   En Las Babas del Diablo, de Julio Cortázar se ve plasmado como las personas les tienen miedo a la verdad que queda de sus acciones por medio de una fotografía. Las inseguridades, la desconfianza y temores de los seres humanos, Es una evidencia física de los errores y aciertos que se cometen con el libre albedrío que tenemos por naturaleza y sí, da miedo, mucho miedo que salga a relucir la verdad de nuestras mentiras más intimas y poderosas.

¿Será que la fotografía revela nuestros pensamientos? Cuestionable pregunta, la mayoría de los mortales diría que no, pero una muy consciente minoría sabe y reconoce que la fotografía graba nuestras facciones y esto conlleva a desnudar nuestros sentimientos a los desconocidos que aprecian dicha imagen. La fotografía comunica y desarrolla historias infinitas, por ejemplo, cuando se sienta la abuela con sus nietos y les enseña ese cumulo de experiencias vividas que cuenta con gran emoción a medida que van pasando fotos y más fotos; contarles la infancia de sus padres que también fueron niños como ellos, que jugaron e hicieron travesuras infantiles y no muy bien vista por los mayores, todo eso al ver una fotografía.

En tiempos de antaño la fotografía no llegaba de forma instantánea como en los tiempos actuales, donde se puede tomar fotos en cualquier momento desde los celulares, antes era un privilegio tomar una foto y privilegiados los que posaban para ella, no era común plasmar las circunstancias diarias debido a que los elementos tecnológicos no eran accesibles para el común de las personas, en cambio ahora en nuestros días cualquiera puede tomar una foto, y como es fácil tomarla también es fácil desecharla y no la disfrutan como lo hacen nuestros abuelos narrando hechos y hasta exagerando de ellos, pero la fotografía  llega a realidades en ocasiones no contadas.

La fotografía conlleva a un lenguaje lleno de sentires que aflora la personalidad de cada uno.   Construimos recuerdos con base en acciones cotidianas que se ven enmarcadas en contextos únicos e irrepetibles.

Por último, la fotografía puede distorsionar la realidad dando a entender la intención que le quiere dar el fotógrafo a dichas acciones.  Sin embargo, ella deja buenos recuerdos documentados que quedan a interpretación del observador.

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