La gran plaga de langostas y la sequía eran castigos de Jehová
Enviado por benzema77 • 8 de Agosto de 2011 • Informe • 287 Palabras (2 Páginas) • 688 Visitas
El propósito del libro
La profecía de Joel marca un amplio círculo que abarca desde las calamidades de su época hasta el tiempo futuro en que el pueblo de Dios será oprimido y, luego, restaurado y bendecido en el día de Cristo. De manera que Joel bien puede ser llamado el profeta del día de Jehová. Este día está nombrado cinco veces en el libro de Joel (ver punto 3, Peculiaridades).
La gran plaga de langostas y la sequía eran castigos de Jehová. Moisés y Salomón ya habían profetizado acerca de estos juicios (Deuteronomio 28: 38-39 y 1.º Reyes 8:37). Sin embargo, el pueblo no reconocía que dichos castigos provenían de la mano de Jehová. Por esto, en el capítulo 1, el profeta se dirige a los ancianos y a los sacerdotes exhortándoles a que se lamenten y a que se arrepientan.
El capítulo 2 muestra una visión ampliada. Ya no sólo vemos langostas, sino también un ejército de enemigos que invaden la tierra desde el norte y la destruyen. La trompeta suena en Sion como una alarma y el pueblo se arrepiente. El día de Jehová viene, y Él mismo salva a su pueblo del ataque del ejército del norte. La tierra no sólo es bendecida con la lluvia temprana y con la tardía, sino también con el Espíritu Santo que es derramado sobre toda carne. Aun cuando Pedro, en Hechos 2: 16-21, haya proclamado las palabras de Joel casi textualmente, el cumplimiento de esta profecía es aún un hecho futuro.
El último capítulo describe el juicio de las naciones, hecho que sucederá en el valle de Josafat, en el día de Jehová. Este capítulo nos enseña también acerca de la plenitud de la bendición del Milenio.
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