La historia de la natación en México
Enviado por mayorco • 25 de Septiembre de 2016 • Trabajo • 6.635 Palabras (27 Páginas) • 8.583 Visitas
La historia de la natación en México
Hace unos meses, la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (CONADE) anunció su renuncia para celebrar el Mundial de Natación 2017 en la ciudad de Guadalajara, los motivos: no poder costear los 100 millones de dólares debido a los recortes por la caída del precio del petróleo.
México había obtenido en 2011 la sede que tendría la participación de unos 2.500 deportistas del 15 al 30 de julio de 2017. Claramente organizar el Mundial implicaba una inversión de unos 100 millones de dólares, no se obtuvo el apoyo del gobierno para poder realizarlo pues justificaron con las deudas que dejaron los Juegos Panamericanos en 2011. La noticia cayó como bomba en la Federación Internacional de Natación (FINA). “Es algo doloroso para nosotros”, dijo a la agencia el presidente del organismo, el uruguayo Julio Maglione.
Sin embargo, a pesar de no hacer dicha inversión se deberá pagar una penalización de cinco millones de dólares. Pero, ¿por qué será que la natación en México y la del resto del mundo no es la misma? Bueno, pues según Nelson Vargas Basáñez, extitular de la Conade, México tiene un rezago de más 30 años en este deporte, pues toda apunta a que la figura de Felipe “El Tibio” Muñoz se agiganta conforme transcurren los años y las ediciones de los Juegos Olímpicos pues nadie ha logrado superar ni repetir su historia.
¿Cómo empezó la historia de la natación en México? ¡Comencemos!
Los primeros Juegos Olímpicos de la era moderna, celebrados en Atenas en 1896, ya contemplaban la natación como deporte con un programa de pruebas incluye que 100, 500 y 1.200 m. En dichos JJ.OO. no participan mujeres, quienes tuvieron su primera competición oficial tan sólo cuatro años antes en Escocia 1998.
La natación en México despegó en desde los Juegos Olímpicos de 1968 realizados en nuestro país con dos medallas, en unos juegos que también vieron subir al podio a la esgrima, los clavados y la marcha, para sumar, con las cuatro de boxeo, nueve preseas y firmar la mejor actuación de México en la historia.
Sin embargo, debemos destacar que fue Joaquín Capilla Pérez, en la especialidad de los clavados, quien abrió paso a México en esta disciplina. Este hombre asistió a tres juegos olímpicos y siempre trajo medallas. Su primera participación fue en Londres de 1948, se colgó el bronce en la categoría de 10 metros. Cuatro años más tarde, en Helsinki, obtuvo la de plata en la misma categoría. Y para 1956 regresó de Melbourne con dos preseas: una de oro y otra de bronce en clavados de 10 metros y trampolín 3 metros, respectivamente.
Actualmente se considera a Joaquín Capilla como el fundador de la larga tradición olímpica de los clavados en México, y ni como negarlo si dejó la vara muy alta, ya que ha conseguido ser la máxima figura en ganar más medallas olímpicas para México.
Pero regresando a la natación en sí:
Felipe “Tibio” Muñoz Kapamas
“El Tibio”, ocupa el lugar de honor de esta lista porque tiene en su poder el logro más sobresaliente en la historia de la natación mexicana: un oro olímpico. Dicen que el histórico nadador mencionó “O gano o me ahogo”, un día antes de la competencia de 200 metros pecho, 1968, México. Con sólo 17 años Muñoz le ganó al favorito mundial soviético Vladimir Kosinky. Con esto Felipe recibió uno de los reconocimientos más especiales para un atleta, al ser incluido en el Salón de la Fama Internacional de Natación. Muñoz preside el Comité Olímpico Mexicano desde el año 2000.
Sin embargo, tenemos a nadadores como María Teresa Ramírez que consiguió Medalla de bronce en 800 metros libres en Juegos Olímpicos de México 1968. Así como ocho medallas de oro en Juegos Centroamericanos y del Caribe de Panamá 1970. Sin duda una mujer que es considerada una de las nadadoras más destacadas de nuestro país y su medalla de bronce lo confirma, abriendo la brecha en la rama femenil para las nadadoras de hoy en día.
También tenemos a Guillermo Echevarría Pérez, Clemente Mejía Ávila, Eulalio Ríos Alemán, Laura Vaca Hernández, Juan Alanís Guerrero, Teresa Rivera Pastrana, Guillermo García Castillo, Patricia Castañeda Miyamoto que estuvieron dentro de los finalistas en Juegos Olímpicos y medallero de Juegos Panamericanos y Juegos Centroamericanos y del Caribe.
La última vez que un nadador mexicano se acercó al podio fue en Munich 72, cuando el propio Muñoz alcanzó un meritorio quinto lugar en la misma prueba que cuatro años atrás lo catapultó a la fama. Quizá ninguno como el histórico “Tibio”, pero sí dentro de los atletas comprometidos en hacer de la natación una disciplina de gran reconocimiento.
Hasta el momento, ningún otro nadador mexicano ha logrado colgarse algún oro olímpico y tal como algunos lo auguraban, la participación en los últimos JJ.OO, Londres 2012, México no pudo superar los pronósticos, aunque la selección cerró con la participación con nutrida presencia, un récord nacional pero ninguna semifinal ni final olímpica.
Justificaciones para los resultados en esta disciplina pueden haber muchas: ahí tenemos la falta de presupuesto, el estancamiento de la formación de entrenadores que no que no le permiten formar atletas de nivel mundial, la falta de instalaciones adecuadas que no han permitido que México se coloque entre los 16 mejores lugares.
Según Nelson Vargas Basáñez “el problema del rezago de la natación obedece a que he puesto el dedo en la llaga para que a la natación se le trate como al resto de los deportes. Si en una disciplina el criterio es impuesto por la federación internacional, en la natación se aplica el criterio del Comité Olímpico Mexicano (COM)”.
Sin embargo un contraste muy claro se da en el momento en el que hablamos sobre los clavados, otra rama de la natación que ya forma parte de la cultura y tradición en México. Sí, porque muy aparte que nuestro país se ha colocado en los últimos años en entre las potencias de esta disciplina, el deporte tiene más de 70 años en nuestro país.
Porque piénsenlo bien: aquellos clavadistas que día con día han arriesgado su vida para dar un espectáculo en la Quebrada de Acapulco o en el Cañón del sumidero en Chiapas en el Campeonato Mundial de Real Diving ¿no son deportistas profesionales que ponen en alto esta disciplina de la natación? Pues sí, a mi parecer este tipo de práctica debería ser reconocida por organismos como la Conade, pues hay disciplina, trabajo y dedicación en cada uno de los saltos.
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