La inquisición, herejía y reformas
Enviado por kfmsmile • 5 de Noviembre de 2015 • Resumen • 2.101 Palabras (9 Páginas) • 96 Visitas
La inquisición, herejía y reformas.
En el periodo de la edad media la iglesia tenía una gran importancia en la vida del hombre como máxima institución eclesiástica considerándose la conexión entre Dios y el mundo, manteniendo un papel fundamental en la sustentación de la cultura. Durante el reinado Franco, en gran parte de los reinos de Europa la iglesia estaba integrada en los asuntos políticos, lo que trajo como consecuencia disputas entre Emperador y Papa por el manejo del poder en el estado.
Mientras se daba esa competencia por el poder, el pueblo se sumía en hambruna, enfermedades y desilusión, buscando un consuelo en su fe, encontrándose con que su iglesia les ignoraba o les ofrecía muy poco; comienza un inconformismo y surgen grupos heterodoxos, personas que seguían una doctrina diferentes y sus predicadores serán identificados como herejes. En este orden de ideas, la herejía es el rompimiento con la fe; es aislamiento de su creencia y con consiguiente se divide de la comunidad. Pero no solo aquellos que pertenencia a los recientes movimiento heterodoxos eran considerados herejes, a este grupo se le acuña los conversos que eran judíos o árabes convertidos a la fe cristiana, pero solo se les consideraba herejes si cometían una impertinencia hacia Dios y su iglesia, practicando su primera fe después de la conversión que se daba con el bautizo.
Como control e instrumento de represión con esta población se crea la inquisición, procedimiento judicial donde un juez cualquiera podía inquirir por sí mismo, sin esperar una denuncia formal. Sin embargo este procedimiento no era reciente, ya había usado antes por el derecho imperial romano para los casos de lesa majestad. Lo que fue retomado con la iglesia pero acomodándola en su contexto divino, entonces seria tomado para afrontar los crímenes de lesa majestad divina, que era castigado con la muerte; pero este fue un proceso largo de acuerdo de la iglesia con las autoridades seculares y la participación de Federico Emperador del Sacro Imperio Romano, se les entrego a los hermanos dominicos el trabajo de inquisidores, mas tarde se les une los franciscanos para manejar con mas suavidad los procesos inquisitoriales que estaban llevados de manera severa por los dominicos. Durante este periodo hubo una estigmatización a las comunidades heterodoxas, acusándolas de tener influencia con el demonio como búsqueda de un enemigo exterior a cual culpar de sus temores y autoafirmarse.
Los movimientos herejes siguieron expandiéndose, lo que obligo a firmarse la paz entre el Papa y el Emperador, se había planteado la cuestión de la herejía como un compromiso de ambas potestades de combatirla. La paz fue confirmada por el Papa Lucio III y Federico I. y se pronunció la bula que declaro como herejes a los cataros: se proclaman los verdaderos cristianos por oposición a la institución eclesiástica dominante, manejas dos dioses, el bien y el mal, se basan en la pureza espiritual, la distinción entre una elite de puros, “los perfectos” y fuera de estos los llamados “croyants” la masa de simples creyentes; Patarinos: movimiento social y religioso que exigía una reforma de la iglesia y materializaba la inconformidad contra los ricos, aristócratas y clero pero sobre todo contra la simonía (compra y ventas de indulgencias, sacramentos y otras dignidades eclesiásticas); Valdenses: seguidores de Pedro Valdo, quien hizo traducir del latín y repartió sus riquezas, con el fin de llevar una vida de pobreza y predicar las escrituras en la lengua vernácula, según sus pensamientos se podía predicar, si se tenían los conocimientos suficientes, reclamaron una reforma en la iglesia, rechazan el bautismo y la confesión, la adoración a María, de santos o de imágenes, este movimiento se extendió en Italia, Alemania, suiza, España, fue prohibido y perseguido pero se prolongo hasta la reforma protestante por que la fue absorbido; entre otros movimientos, también se invitaba a los herejes a la conversión y quienes se resistan se les daba un castigo con ayuda de las autoridades laicas.
Después enfrentando a la lucha contra el expansionismo hereje, la iglesia logra el apoyo de un soberano para castigar a los herejes con la ayuda de Alfonso II de Aragón que declaro a los herejes enemigos del pueblo y del estado y sus bienes seria confiscados, siguiente a esto su hijo Pedro II introduce la hoguera como castigo a los herejes e incita a la comunidad a delatar a quienes se desvíen de la fe prometiéndoles parte de lo confiscado.
Sin embargo los movimientos herejes siguieron creciendo a pesar de las persecuciones, lo que obligo a la realización de varios concilios donde se estipularon varios postulados para la erradicación de los herejes, como ejemplo: la confesión de los errores, solo recibirían penitencia canoníca; quienes se conviertan por temor, serian condenados a prisión; y quienes se resistan y no confiesen sus errores serian llevados a la hoguera.
Sin embargo, el descontento con la iglesia siguió al igual que sus vicios, la iglesia a pesar de sus declives mantiene un poderío que se prolongó muchos años atrás; pero a pesar de las persecuciones y condenas a muertes las bases de pensamientos de los movimientos herejes no murieron y se prolongaron hasta el momento de la reforma protestante.
A principios del siglo XVI se continua la reclamación de una restructuración de la iglesia, por los diferentes abusos, el poco compromiso con las comunidad creyente; a esto se le acuña la exigencia de una rectificación del camino cristiano, desviado por adulteraciones en los evangelios. Desde mucho tiempo con un mal manejo, lo que perjudico principalmente a los feligreses, cuyos líderes eclesiásticos no se encontraban preparados intelectual ni moralmente para atender las inquietudes espirituales, solo se limitaban a manejar rituales impuestos por la institución eclesiástica, sin embargo estos rituales tampoco eran interpretados y vividos de la manera correcta lo que generaba confusión. También cabe resaltar que los agravios de los puestos más altos en la jerarquía de la iglesia era aun mas reprochables, como ejemplos los obispos se encontraban ausentes de las diócesis que les correspondían pastorear y los Papas a cargo se preocupaban mas por los manejos de la autoridad y el control del poder de los reinos. Muchos de estos representantes de la iglesia incumplían las normas dadas por la propia orden que seguían. Faltas a la obediencia, la castidad y a la vida en pobreza, al contrario mantenían una vida considerable mundana y se encargaban más que todo de recaudar y acumular beneficios de renta y como si no fuera poco la sociedad mantenía un pensamiento bastante negativo, con sentimientos exagerados de miedo a los peligros del mal y el infierno, y la culpabilidad ante los pecados lo produjo negocios ilícitos dentro del clero aprovechando la necesidad de seguridad espiritual.
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