La novela Memorias de Adriano de Marguerite Yourcenar

TALLER FINAL.

La novela Memorias de Adriano de Marguerite Yourcenar, es un buen balance del peso de la cultura antigua, no solo por la historia del protagonista, sino que la obra misma es evidencia de la importancia de una forma cultural que hemos llamado "Lo Clásico". Por tanto, del curso que estableció un diálogo con este horizonte cultural, ¿qué temas, lecturas o autores permiten una comprensión de la obra?

R/ cuando el emperador romano Adriano, ve próxima su muerte, decide narrar su vida u sus reflexiones en un escrito dirigido a Marco Aurelio, para que lo reemplace como emperador. El libro, está escrito en primera persona, desde el punto de vista del propio Adriano. Intentando reproducir las reflexiones que él mismo tenia tras vivir casi dos mil años, se puede destacar la gran labor que hace Marguerite Yourcenar, ya que logra transmitir claramente los valores, pensamientos y forma de vida de la época y las labores de un emperador.

Adriano, presintiendo su muerte, escribe cartas a su sucesor Marco Aurelio. En esta hace un resumen de su vida, y se muestra tal cual como es y cómo ha sido su vida, revela su personalidad a veces contradictoria, estadista visionario, un poeta versado de las artes, escéptico y sin embargo supersticioso, soldado temerario pero amante de la paz, filósofo mesurado y al mismo tiempo entregado al placer y la voluptuosidad. Fue un emperador correcto y justo y considerado como un dios por sus súbditos. Además, se reconoce la intrincada construcción del laberinto humano.

Los temas, que permiten la comprensión de la obra Memorias de Adriano, son: primera y principalmente lo trágico, puesto que la mayoría de la obra habla sobre cómo fue su vida, desde el momento en que se convirtió en gobernador. Su mandato estuvo lleno de grandes consecuencias, de tristezas, de pérdidas y de sufrimientos, con los cuales se denota el gran sufrimiento que tienen los seres humanos. Adriano encuentra el amor en un joven bitinio, Antinoo, con él llega a la cima de sus emociones; sin embargo, le teme a la entrega total de amar. Se interesa por la muerte, buscando sectas y ritos que más que darle comprensión del misterio lo asustan y molestan. A raíz de las supersticiones y los augurios Antinoo, que también le teme a su propia vejez, decide sacrificarse para asegurar el bienestar del futuro emperador, se suicida ahogándose en un rio. Ante esta situación, sus sentimientos se tornan intensos, con remordimiento y tristeza que marcan la mayoría de su vida.

“Todo se venía abajo: todo pareció apagarse. Derrumbase el Zeus Olímpico, el amo del todo, el salvador del mundo, y sólo quedó un hombre de cabellos grises sollozando en el puente de una barca”^[1]

Para compensar la culpa, nombra a Antinoo dios y crea una ciudad a su nombre, Antinoe; la devoción formal que obtuvo esta nueva deidad se difundirá y tendrá mucha popularidad en el imperio, también se destaca aquí el tema sobre el mundo de Hesíodo, puesto que, el mito se evidencia en gran medida con las creencias que tenían los romanos en esto fenómenos.

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