La pornografía, distorsión del pensamiento

La pornografía, distorsión del pensamiento

Introducción

Hoy en día, gracias a los grandes avances tecnológicos de los últimos años, tenemos acceso a todo tipo de información, que podemos consultar de manera rápida y eficaz, y con un sinfín de resultados que tenemos al alcance de un simple botón, aunque cabe mencionar, que así como nos ha traído distintos beneficios para nuestra vida diaria, también puede considerarse actualmente, como un factor de riesgo para la población, pues así como podemos encontrar buen contenido, se ha facilitado el acceso al material pornográfico, tema que, debido a todos los subtemas que abarca, y ya que existe un debate entre si es buena o no, puede considerarse de gran controversia social, ya que puede traernos distintas consecuencias y en diferente grado. El presente trabajo es una invitación a abrir un poco la mente, y hablar sobre aquellos temas que influyen mucho en la actualidad, en el desarrollo de las nuevas generaciones y el bienestar social, y de los que por ser aparentemente “delicado”, no se habla de manera abierta, y tomar en cuenta que puede traer consigo posibles efectos dañinos en las personas.  

Desarrollo

Etimológicamente, la palabra "pornografía" se deriva del griego porne, que significa prostitución, y de grafos que significa descripción. De esta manera, la pornografía sería la descripción de la prostitución.

Para empezar, definiremos a la pornografía como al material que contiene y reproduce en cualquier formato, a través de libros, imágenes o videos, actos o relaciones sexuales de manera explícita, con el objetivo de despertar en el espectador o lector excitación y estimulación sexual.

En la actualidad, la tecnología ha permitido que ésta sea más accesible para cualquier persona, pero su origen, probablemente se remonta desde hace unos 30 mil años. En este periodo, los pueblos paleolíticos hacían pequeñas figurillas de mujeres desnudas y grandes senos y muslos, conocidas como Venus, sin embargo, no se ha comprobado que se trate de un objeto sexual, sino más bien se piensa que se trata de un símbolo de fertilidad.

Asimismo, los griegos y los romanos crearon esculturas que representaban actos de homosexualidad y sexo entre tres personas; más tarde en el siglo II, los indios representaron el Kama Sutra en sus templos; y en Perú, mientras tanto, se pintaron escenas sexuales en cerámica.

Novelas eróticas se imprimieron desde 1600, castigando con cárcel a sus autores, y tuvieron que pasar cien años, para que la primera novela pornográfica "Memoirs of a Woman of Pleasure" (también conocida como Fanny Hill) se publicara en 1748.

Tiempo después, en 1839, con la innovación de la tecnología, y la invención del daguerrotipo, que fue un paso previo a la fotografía, llegó también un nuevo paso para la pornografía; la imagen pornográfica más antigua, data de 1846, donde aparece un hombre que con toda seriedad inserta su pene dentro de la vagina de una mujer.

Algo muy similar ocurrió con el video, y para 1896, apareció el famoso corto mudo “Le Coucher de la Marie” en el que una mujer se quita la ropa.

El sexo gráfico apareció hasta el nuevo siglo, y era proyectado generalmente para un público masculino. Las cintas eróticas se mantuvieron en un perfil bajo, hasta que en los años 70’s llegó la revolución sexual y se abrió la puerta a proyecciones sexualmente explícitas. Poco a poco los cines se multiplicaron, luego llegaron las cintas Beta y VHS y más tarde los DVDs.

Después de más de un siglo, la pornografía está al alcance de todos. En Internet, sólo hace falta dar un “click” para ver videos eróticos y pornográficos con los que las personas pueden satisfacer sus gustos y su placer sexual. Los adolescentes no necesitan ocultar sus películas debajo de la cama, en segundos pueden consultar una página que ofrezca el placer que buscan y después, desaparecer la evidencia de su computadora o celular al instante.

Actualmente, se trata de una gran industria, aunque su tamaño es un misterio, pues diariamente aparecen páginas pornográficas en el mundo, y cada día hay miles de videos y películas nuevas.

Ahora bien, para entender los tipos de pornografía que existen, y según su contenido, podemos clasificarla en:

-Pornografía softcore: es aquella en donde no se muestra un contenido de manera explícita, es decir, no se muestran penetraciones y los modelos tapan una parte de su cuerpo.

-Pornografía médiumcore: donde los modelos muestran todo su cuerpo en posturas provocativas.

-Pornografía hardcore: que muestra explícitamente el acto sexual, ya sea vaginal, anal u oral, o con aparatos o cualquier otro tipo de utensilios, dividiéndose según la orientación sexual, en heterosexual, homosexual y bisexual.

Las primeras películas pornográficas y la gran mayoría de las películas actuales son heterosexuales; las películas gays son las segundas más vendidas y producidas. Aunque existe también la variante del género transexual (hombres transformados en mujeres por medio del consumo de hormonas y uso de vestimenta, o viceversa) y la zoofilia que se define como los actos sexuales con animales.

El fenómeno de la pornografía no es novedoso, pero sí lo es su acceso universal, gratuito y fácil de ocultar.

Ahora bien, si de hablar de pornografía se trata, por países, Estados Unidos y Reino Unido siguen a la cabeza en cuanto a consumo de pornografía se refiere, en tercer lugar, India, que supera a Canadá. Alemania, Francia, Australia, Italia, Brasil y México cierran el “top five” de visitas a contenido pornográfico.

Esta particular distribución sitúa al frente del consumo de pornografía a algunos de los países más habitados del mundo. ¿Y si medimos el consumo de videos eróticos? En este caso, los resultados sitúan a los países nórdicos como los más aficionados a este tipo de contenidos, ya que (aunque Estados Unidos, y Reino Unido se mantienen al frente), Islandia, Noruega, Suecia y Dinamarca ocupan cuatro de los diez primeros lugares de las visitas a páginas pornográficas.

El portal de videos para adultos Pornhub publicó sus resultados de consumo de material pornográfico en 2013: “Entre los resultados se dio a conocer que 14 mil 700 millones de personas (mil 68 millones por hora) vieron 63 mil 200 millones de clips sólo en este sitio” (véase anexo 3).

Son muchas las causas que han hecho posible el actual consumo de pornografía, que pueden ir desde una simple curiosidad, hasta por el simple deseo de excitación.

Es de gran importancia, mencionar que el abuso en el consumo de pornografía, puede alterar el funcionamiento del cerebro, provocando que surja una especie de adicción. Esto debido a que mantener relaciones sexuales, o visualizarlas, genera una sustancia conocida como dopamina, la cual es un neurotransmisor cerebral que se relaciona con las funciones motrices, las emociones y los sentimientos de placer. Entonces, la liberación de dopamina, genera una sensación en el cuerpo, que el cerebro después, querrá repetir, por lo que puede considerarse el consumo de pornografía, como una actividad adictiva. A largo plazo, esto podría convertirse en un círculo vicioso en el que necesitemos contenido pornográfico para gobernar nuestro cuerpo.

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