La Ética como herramienta para lograr el bien común desde la perspectiva del Abogado.

La Ética como herramienta para lograr el bien común

desde la perspectiva del Abogado.

        Al analizar el panorama internacional que actualmente domina, se puede observar que nos encontramos ante una gran incertidumbre mundial, ocasionada en gran parte,  por los ataques del 11 de Septiembre del 2001, por las consecuencias sociales, políticas y económicas que surgieron de este hecho y por supuesto, las relaciones subsecuentes que de este acontecimiento se suscitaron.

        Aunque  no  hay  que  olvidar  que el   escenario  previamente  existe en las  diferentes  naciones que integran la comunidad internacional, antes de que ocurrieran estos hechos tan lamentables,  ya eran infames, pues en varias de estas naciones, ya padecían anteriormente de condiciones extremas; es decir, pobreza, injusticia, inseguridad, corrupción e impunidad, entre otro tipo de problemática y que este contexto global, que se generó de incertidumbre, permitió apreciar como consecuencia, la cruda realidad, ahora por todos conocida y citada como la “caída de las torres” y que a la fecha continua este ambiente de incertidumbre mundial.

        Ante tales acontecimientos, cada individuo, grupo social y nación, debe de liberar y participar en su combate, porque guste o no; nadie es ajeno a esta problemática, pues al voltear los ojos y mirar hacia México, como país, se puede constatar que no está exento de padecerla, pues adolece de varios de estos problemas.

        Uno de los mecanismos que adopta el estado mexicano para hacer frente a dicha problemática, para regular la conducta del gobernado es la expedición de leyes, códigos o reglamentos, de carácter general, sin tomar en consideración la existencia de normas morales que afectan íntimamente a la persona humana.

        Desde pequeño el individuo capta por diversos medios y circunstancias, la existencia de estas normas, a veces en forma de consejo, a veces en forma de orden y en otros casos como una obligación, pero siempre como una norma que trata de orientar o determinar la conducta humana.

        A pesar de la cierta falta de moral, que se ve en el ambiente en que vivimos, nadie puede evitar enfrentarse con problemas de índole ética en la vida cotidiana. Dichos problemas afectan íntimamente a la persona que se los plantea porque se refiere a su actuación y a sus relaciones para con sus semejantes.

        Toda persona consciente se ha visto muchas veces en la necesidad de preguntarse, por ejemplo ¿debo cumplir las promesas hechas en cualquier circunstancia? ¿Es siempre malo mentir? ¿Debo cumplir una orden aunque este convencido de que lo que se manda es malo? ¿Por qué tengo que pagar los impuestos? En estas situaciones y en otras más que se presentan en la vida diaria se ve claramente que la persona se encuentra en la necesidad de ajustar su conducta a ciertas normas que se reconocen como obligatorias o, por lo menos, como dignas de tomase en cuenta.

        En todo caso y suponiendo que haya personas que no se planteen problemas de índole ético, es un hecho indudable que todos juzgamos éticamente las acciones de los demás y las situaciones que se van presentando.

        La ética profesional  varía de acuerdo con las distintas profesiones. No será la misma para un militar que para un sacerdote;  pero hay  una  profesión  en la que todos participamos y todos ejercemos, es simplemente la profesión de hombre, y al hablar de hombre, se hace aludiendo por igual a hombres y mujeres, a todo ser humano.

        Al realizar esta difícil profesión, debemos de hacerlo también conforme a la dignidad de nuestra naturaleza y con apego a los dictados de la ética y la moral.

        Recordemos que la palabra ética viene del griego ethos, que significa costumbre y que la palabra moral viene del latín mos, morís que también significa costumbre. Por lo tanto etimológicamente ética y moral significan lo mismo.

        Para que las costumbres se conviertan en normas de la moralidad, deben de ser consideradas no como son, sino como se estima que debe ser.

        Hay quienes piensan que la ética consiste en el conjunto de normas positivas que rigen en una colectividad determinada y la moralidad se refiere a esas normas como deben de ser, pero hay quienes pensamos, en cambio, que la ética es la rama de la filosofía que estudia los cimientos de la naturaleza y los fines de la moral y que esta última (la moral)  seria el acumulado de reglas de comportamiento y formas de vida a través de las cuales tiende el ser humano a realizar el valor de lo bueno.

        La ética vendría siendo la reflexión filosófica sobre las primeras y últimas causas y reflexiones de la moral.

        El uso de la palabra ética y la palabra moral está sujeto a diversos convencionalismos. Estos dos términos suelen tomarse como sinónimos en el lenguaje ordinario. Pero antes de empezar a mencionar sus diferencias, notemos el punto donde se unen la ética y la moral. En los dos casos se tratan de normas, de prescripciones.

        La Moral es un conjunto de normas que la sociedad se encarga de transmitir de generación en generación y la Ética es un conjunto de normas que un sujeto se encarga de esclarecer y que adopta en su propia mentalidad.

        La palabra moral la vamos a reservar para designar el hecho real que encontramos en todas las sociedades, a saber, un conjunto de normas que se transmiten de generación en generación, que evolucionan con el paso del tiempo, que ofrecen diversas diferencias con respecto a las normas de otra sociedad y de otra época y que se utilizan para orientar la conducta de los integrantes de la sociedad.

        Por otro lado, la ética la vamos a reservar para designar el hecho real que se da en el interior de algunas personas, a saber, un conjunto de normas, principio y razones que un sujeto a analizado y establecido como un camino a seguir en su actuar. Es un hecho que algunas personas han tenido la oportunidad para reflexionar acerca de su propia conducta, su plan de vida, sus metas, su vocación o sus principios y bajo tales circunstancias, han podido establecer de forma consiente un conjunto de normas que adoptan como su guía a lo largo de su vida.

...