Las Poquianchis

“Las Poquinachis”

“Las Poquinachis” es una película mexicana inspirada en hechos reales, que fueron noveladas en el libro “Las Muertas”, escrito por Jorge Ibargüengoitia.

Es uno de los casos de delito organizado, que mas ha cimbrado a la ciudad, en el que están involucradas las hermanas Delfina, María de Jesús y María Luisa Gonzáles Valenzuela, mejor conocidas como “Las Poquinachis”. Hijas del matrimonio entre Isidro Torres y María de Jesús Valenzuela, quien es una mujer devota y religiosa (católica). Isidro Torres, era de los rurales, parte del cuerpo policiaco utilizado por Porfirio Díaz.

“Las Poquinachis”, es la historia donde mantiene una red de prostitución, protegida por autoridades locales. Al final son condenadas a 40 años de prisión, siendo sometidas a investigación y juicio.

Quienes las delatan, son las hermanas Adelina y María Rosa, que fueron entregadas por su padre con la promesa de que serian sirvientas en casas decentes, sin embargo fueron llevadas a uno de los burdeles de mala muerte, son maltratadas y encerradas, un día escapan y acuden a la comandancia de León, y denuncian que han sido obligadas a prostituirse en la casona donde trabajan, ahí comienza la investigación de cuando son arrestadas.

Regenteaban una casa de citas en Lagos de Moreno, San Francisco del Rincón y León, Guanajuato, en estos lugares policías rescatan a muchas mujeres, que eran obligadas a prostituirse y eran maltratadas, se tiene datos que rescatan aproximadamente a 90 jovencitas, a quienes mataban de hambre, prostitución y maltrataban. Eran sus esclavas sexuales, las alimentaban con tortillas duras y un plato de frijoles al día, cuando una jovencita cumplía 25 años, “Las Poquinachis” procedían a entregarlas a Salvador Estrada Bocanegra “El Verdugo”, quien las encerraba en su cuatro, sin comer por varios días y eran golpeadas con tablas de madera, hasta que morían, asi mismo se embarazaban y eran obligadas a abortar o vendían los niños. Los fetos eran enterrados en sus propios terrenos. En ocasiones a las jóvenes las enterraban vivas o aplicaban planchas calientes en sus rostros o en su piel, o las destrozaban a golpes y en ocasiones eran arrojadas desde las azoteas, para que murieran al caer.

Si alguna muchacha padecía de anemia y era débil para atender al cliente, la asesinaban. Para esto reclutaban ayudantes como francisco Camarena (el chofer), Enrique Rodríguez, Hermenegildo Zúñiga, entre otros, quienes cuidaban el burdel.

En León, Guanajuato, abren el primer burdel “La Barca de Oro”, en honor a una canción mexicana, mismo que fue conocido, mas bien como el burdel de “Las Poquinachis”, debido a que el lugar anteriormente había sido una cantina de un homosexual apodado “Las Poquinachis”, de ahí su apodo de ellas; apelativo que ellas odiaban y nunca pudieron quitarse.

Fernando Liceaga, es quien le da el permiso para abrir el burdel, cobrando a cambio, tener sexo con la mayor de “Las Poquinachis” y ella acepta.

Después en el Salto, Jalisco, abren una

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