Las alteraciones sociales en autismo
Enviado por valepascual • 13 de Marzo de 2013 • Trabajo • 4.104 Palabras (17 Páginas) • 418 Visitas
Indice
Objetivos
Cuestiones previas
Introducción
I. Las alteraciones sociales en autismo
II. Desarrollo social temprano y autismo
• Programa de armonización y sintonización
• Percepción de contingencias
• Predictibilidad
• Apego
• Conducta Intencional
• Comunicación afectiva
III. Desarrollo social a partir de los dos años
• Desarrollo del simbolismo
• El papel del juego
• La inferencia social
• La teoría de la mente
• La construcción del concepto de personas
IV. El mundo social del autista adulto
V. Programa de intervención social en autismo infantil
• Claves para la intervención social
• Pautas de tratamiento
• Ambiente estructurado
• Areas de tratamiento
• Técnicas de tratamiento
• Conclusiones
Resumen
Bibliografía específica
Objetivos
• Estudiar el desarrollo evolutivo social del niño normal en el período sensomotor
• Análisis de las deficiencias específicas que presenta en este período el niño autista
• Revisión de temas claves en el desarrollo social, como origen del símbolo, juego, comprensión del mundo social.
• Abordaje y conocimiento de los programas de intervención social con niños autistas
Cuestiones previas
• ¿Qué importancia le atribuyes a las dificultades sociales de los autistas?
• ¿Cómo se traduce esa importancia?, ¿realizas una intervención sistemática?, ¿dedicas un tiempo específico?
• ¿Qué problemas piensas que te puedes encontrar, o ya te encuentras, al trabajar el área social?
Introducción
En sentido amplio, llamamos desarrollo social al complejo proceso de incorporación del niño al grupo social donde vive, es decir, el proceso de llegar a ser un miembro de pleno derecho del grupo social. Un matiz importante de este proceso es que durante el mismo, el sujeto consolida unos rasgos particulares que le confieren una identidad propia, diferencial
El proceso de socialización es resultado de la interacción niño-entorno. El flujo de las intervenciones entre el niño y su grupo social se canaliza en tres procesos básicos y, aunque la división es un tanto arbitraria, la mantenemos por su utilidad descriptiva:
Procesos conductuales de socialización. Se refiere a la socialización como el proceso de adquisición de los motivos, valores, normas, conocimientos y conductas que el niño necesita para comportarse como la sociedad le exige (López, 1985).
Así, el desarrollo social implica la internalización de motivos, normas y valores (desarrollo moral) y la capacidad para llevar a cabo conductas adaptadas al grupo social donde vive (conducta prosocial).
Procesos mentales de socialización. De igual forma que el desarrollo intelectual no sólo es la construcción del conocimiento de las cosas, sino también la construcción del conocimiento social, el desarrollo social del niño está mediatizado por el conocimiento (inteligencia) y el afecto (emoción). Así, por ejemplo, la idea que los niños tienen de las normas sociales, está mediatizada por el desarrollo cognitivo (más platos rotos, más malo).
Pero es que, además, el conocimiento es un proceso de socialización en sí mismo, ya que, al adquirir determinadas nociones sociales, el niño es capaz de situarse en la realidad, entenderse a sí mismo y relacionarse con los demás. En este marco se está desarrollando la investigación sobre el conocimiento de sí mismo, de los otros, de las normas sociales, etc.
Procesos afectivos de socialización. Se refiere a vínculos afectivos que el niño establece con sus padres, hermanos, compañeros, amigos y otras personas de su
entorno. Estos procesos afectivos probablemente actúen como una de las bases más sólidas del desarrollo social al tiempo que, sin embargo, son sin duda los peor estudiados. Entre estos procesos están la empatía, el apego, la amistad, el afecto, el amor, etc.
Estos procesos son el vínculo de interacción con los demás y mediatizan todo el desarrollo social.
El desarrollo social es, por tanto, el resultado de un complejísimo producto de elementos sociales en interdependencia mutua. Esta complejidad se acrecienta si tenemos en cuanta que durante los distintos momentos del desarrollo, los diferentes elementos y procesos tienen distinto valor y pueden cumplir diferentes funciones.
Así, durante los primeros años de vida, el desarrollo social del niño depende de la interacción con las personas a las que se vincula afectivamente. En otras palabras, los procesos de socialización descansan en lo fundamental en procesos afectivos y tienen una menor relevancia los procesos conductuales o mentales.
A la vista de estas reflexiones, resulta obvio que es extremadamente difícil describir con precisión todo el desarrollo social, entre otras cosas también porque no han sido estudiados con igual profundidad los distintos procesos.
A pesar de todo, es posible aportar una cierta visión de conjunto sobre el desarrollo social que, además de marco para la comprensión de las alteraciones sociales en niños autistas, nos sirva de modelo en nuestra intervención.
Nuestro objetivo al desarrollar este tema ha sido pasar revista a los hitos más importantes del desarrollo social de la persona, de forma que, en cada caso, se establecieran las oportunas comparaciones con las características que presentan las personas autistas. Más en concreto, nos dedicaremos a recorrer con especial detenimiento la evolución social del niño hasta los dieciocho meses (período sensomotor piagetiano) por varias razones:
• La importancia capital de las experiencias sociales tempranas para todo el desarrollo posterior.
• La categoría de las alteraciones autistas que pueden estar presentes en esas edades.
• El alto porcentaje de niños autistas gravemente retrasados, cuyos objetivos educativos se sitúan evolutivamente en esas edades.
Posteriormente describiremos temas centrales del desarrollo social como origen del símbolo, juego, comprensión del mundo social, etc.; pero dada la amplitud del término "social" también son muchas las competencias sociales que han quedado fuera de este trabajo. En cualquier caso, la conducta social que se desarrolla a partir de la función simbólica y el lenguaje, tiene sus propias reglas y, en buena medida, podrá encontrarse en los temas de lenguaje y cognitiva o en trabajos más extensos sobre conducta
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