Lectura 3
Enviado por cindyj16 • 26 de Septiembre de 2014 • 449 Palabras (2 Páginas) • 248 Visitas
Hoy, como hace milenios, la escritura es el medio más importante para explorar el corazón del hombre, proponer ideas, abrir horizontes y acrecentar la conciencia; para crear, conservar y difundir conocimientos; para construir y sostener la civilización. Multiplicada por la imprenta, por los medios electrónicos, la escritura supone y requiere siempre la lectura correspondiente.
En todo el mundo existe la conciencia de que el analfabetismo, real o funcional, es un lastre para el desarrollo de los pueblos. Quienes no saben leer, o quienes lo han olvidado, difícilmente podrán sumarse con eficacia a un mercado de trabajo cada vez más complejo y cambiante; difícilmente podrán llevar una vida en verdad productiva ni colaborar cabalmente con el progreso de su país. Quienes pueden leer sólo en niveles elementales o sólo en terrenos excesivamente especializados, difícilmente podrán tener acceso a los placeres y al conocimiento de la naturaleza humana que ofrece la literatura.1
En México se han dedicado enormes recursos económicos y humanos a erradicar el analfabetismo, y cada vez se está más cerca de lograrlo. Sin embargo, muchas de las personas alfabetizadas, algunas con muchos años de escuela, no pasan de ser lectores elementales, aunque tengan un título universitario.
No basta con alfabetizar a una persona. Después de haberla alfabetizado es preciso formarla como lector; acostumbrarla a leer. A leer en serio, obras cada vez más importantes, de cualquier índole y además obras literarias. No simplemente libros de consulta, historietas ni novelitas corrientes, porque esa lectura es demasiado sencilla; exige muy poco del lector, no lo ejercita en el manejo del lenguaje, que se traduce en el manejo de las ideas, de los sentimientos y las emociones. Y ese uso del lenguaje es necesario no sólo para leer poesía y grandes novelas o cuentos, sino para resolver los problemas en otros campos, como la política, las fianzas, la medicina, la ingeniería... a final de cuentas, puede contribuir a mejorar cualquier actividad.
¿Cómo se forma un lector? De la misma manera que un jugador de dominó o de ajedrez. La lectura auténtica es un hábito placentero, es un juego —nada es más serio que un juego—. Hace falta que alguien nos inicie. Que juegue con nosotros. Que nos contagie su gusto por jugar. Que nos explique las reglas. Es decir, hace falta que alguien lea con nosotros. En voz alta para que aprendamos a dar sentido a nuestra lectura; para que aprendamos a reconocer lo que dicen las palabras. Con gusto, para que nos contagie. La costumbre de leer no se enseña, se contagia. Si queremos formar lectores hace falta que leamos con nuestros niños, con nuestros alumnos con nuestros hermanos, con nuestros amigos, con la gente que queremos. Se aprende a leer leyendo.
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