Ley De Sarbanes Oxley
Enviado por juancarlostobar • 23 de Abril de 2015 • 4.044 Palabras (17 Páginas) • 387 Visitas
Ley de Sarbanes Oxley
(Frente a los fraudes contables)
La Ley Sarbanes-Oxley, conocida también como SarOx ó SOA (por sus siglas en inglés Sarbanes Oxley Act), es la ley que regula las funciones financieras contables y de auditoría y penaliza en una forma severa, el crimen corporativo y de cuello blanco. Debido a los múltiples fraudes, la corrupción administrativa, los conflictos de interés, la negligencia y la mala práctica de algunos profesionales y ejecutivos que conociendo los códigos de ética, sucumbieron ante el atractivo de ganar dinero fácil y a través de empresas y corporaciones engañando a socios, empleados y grupos de interés, entre ellos sus clientes y proveedores.
La Ley Sarbanes Oxley establece un estándar de contabilidad corporativa, así como sanciones para las prácticas contables indebidas.
El objetivo de la ley es restablecer la confianza en el sistema.
Los objetivos principales de la ley son monitorear la industria de la contabilidad, sancionar a los ejecutivos que cometan fraudes corporativos e incrementar el presupuesto para auditores e investigadores de los Securities and Exchange Commision (SEC). Su gran alcance, está diseñado para restaurar la confianza en los informes financieros corporativos, plantear grandes cambios en la gestión de las empresas públicas, aunque también pretenden abrir nuevas oportunidades.
La ley Sarbanes Oxley se centra en todo lo relacionado con la creación de procedimientos, documentándolos, controlándolos y comunicándolos, como también requiere que las empresas mejoren su contabilidad utilizando políticas y procedimientos financieros documentados, además de una generación de informes financieros más rápida.
ANTECEDENTES
El Conflicto por la relación entre la Auditoria y la Consultoría.
Para tener una visión más clara del conflicto entre la auditoria y la consultoría debemos decir que este conflicto surgió con la aparición de los computadores en 1960. Las primeras aplicaciones tuvieron que ver con la contabilidad y como la gente no sabía mucho de computadores, los contadores sirvieron como consultores para aprender a usar estas nuevas herramientas.
La noción de que estos servicios de consultoría podrían afectar la opinión del auditor fue hecha por el Profesor Abe Briloff del Baruch College en 1965. Briloff explicó que la concepción del proceso de auditoría era visto en forma diferente por los auditores y los consultores y eso incidiría en las decisiones de los usuarios de los estados financieros.
La Comisión Nacional de Valores de los Estados Unidos (Securities Exchange Commission, SEC) cuestionó la independencia del auditor por primera vez en 1970.
A pesar de que el Instituto Americano de Contadores (AICPA) y los reguladores en las siguientes dos décadas examinaron el conflicto entre la auditoria y la consultoría, no hicieron nada por resolver el problema de fondo.
Las firmas crecieron debido a ese trabajo tan lucrativo de la consultoría, pero en 1990 la Comisión Federal de Comercio acusó al Instituto Americano de Contadores (AICPA) de restringir el comercio debido a su código de ética que impedía competir a los contadores.
Cuando el Instituto Americano de Contadores acordó suavizar estas normas, todo se perdió, porque como consecuencia las firmas empezaron a competir en precio por los servicios de consultoría disminuyendo el valor de las auditorias.
De acuerdo con los analistas del sector, la misma profesión creó estos problemas, porque ellos encontraron que si disminuían el valor de la auditoria podrían ganar más trabajo de consultoría. Pero si ellos disminuían el valor de la auditoria, también tenían que disminuir los procedimientos y lo más grave aún, disminuirían la independencia.
Pero no solo ha sido el caso de Enron, el que ha hecho que se revise este conflicto, son muchos los casos en compañías tales como Sunbeam, Waste Management, Rite-Aid, Global Crossing, Xerox, Kmart, etc. y no solamente por las grandes firmas de auditoría, sino también por firmas pequeñas y aun por contadores independientes.
De acuerdo con un estudio de la Asociación Internacional de Ejecutivos Financieros, en los últimos tres años se han producido 464 reemisiones de estados financieros, un total más alto que la totalidad de la década anterior.
Recientemente las firmas han declarado su intención de no ofrecer servicios de consultoría a sus clientes de auditoría o de separar sus negocios de consultoría de sus negocios de auditoría, formando compañías completamente independientes.
La presión de los clientes cuando argumentan que "si no me dejan llevar la contabilidad como yo quiero les quitaré el trabajo de consultoría" hace que la calidad de los servicios prestados sea muy baja.
En lo que todos están de acuerdo es que después del escándalo de Enron, nada será igual en la profesión.
Pero la sola separación propuesta por las firmas no es suficiente para solucionar los problemas para llevar nuevamente la profesión a ser considerada como una profesión de integridad y ética.
El primer paso será sin duda redefinir la manera como los auditores y los clientes ven la auditoria. Si los auditores son lo suficientemente inteligentes, deberían incrementar el precio de la auditoria y así incrementar también el alcance de la auditoria. El anterior Presidente de Andersen Joseph Bernardino anunció en este sentido la creación de una nueva oficina de Calidad de la Auditoria integrada por excelentes y competentes especialistas que asegurarán "la calidad y la transparencia de los estados financieros auditados por Andersen".
Adicionalmente, Andersen dijo que irá más allá del actual alcance de las auditorias reportando a los comités de auditoría la calidad de sus resultados, incluyendo una comparación con la industria. También reemplazará el reporte estándar del auditor por uno que califique la calidad de las prácticas de contabilidad de la compañía y sus riesgos. Acciones del gobierno americano y del congreso
Después de la declaratoria de bancarrota de Worldcom, el Congreso Americano rápidamente aprobó el proyecto de ley de la Cámara de Representantes No. 3763 y el Presidente Bush la firmó y la convirtió en ley (P.L. 107-204 de Julio 30, 2002). Conocida como Sarbanes-Oxley Acta de 2002 (por el nombre de los ponentes), esta ley crea un nuevo organismo supervisor de la contabilidad, nuevas reglas de independencia del auditor, una reforma de la contabilidad corporativa, la protección del inversionista y aumenta las penas criminales y civiles por las violaciones al mercado de valores. Los cambios son substanciales y forzarán a las compañías que coticen en bolsa a cambiar dramáticamente sus procedimientos de gobierno
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