Ley de víctimas.
Enviado por CamilaCarrilloo • 8 de Febrero de 2016 • Reseña • 1.541 Palabras (7 Páginas) • 219 Visitas
LEY DE VICTIMAS
Iván Orozco Abad es uno de los intelectuales más influyentes, académico e investigador del Centro de Memoria Histórica (Guzman, 2014). Es abogado de la Universidad Javeriana de Bogotá (Colombia) y realizó un doctorado en Ciencias Políticas de la Johannes-Gutenberg-Universitaet de Maguncia (Alemania). Como académico ha sido profesor de la de la Facultad de Derecho de la Universidad de los Andes, del Instituto de Estudios Políticos y Relaciones Internacionales (IEPRI) de la Universidad Nacional de Colombia. (Orozo Abad, 2002).
Además fue profesor visitante de las Universidades de Kassel y de Augsburg (Alemania), así como de los Institutos Kellogg y Kroc de la Universidad de Notre Dame (Estados Unidos). Ha sido asesor externo de la Comisión de la Constitucional del Congreso de Colombia, del Ministerio de Justicia, de la Oficina del Alto Comisionado de Paz y de la Vice-Presidencia de la República, Consejero de la Embajada de Colombia en Alemania y Cónsul de Colombia en Bonn (Orozo Abad, 2002).
Orozco ha escrito varios libros, los más recientes y conocidos son Combatientes Rebeldes y terroristas; Guerra y derecho en Colombia; Sobre los límites de la conciencia humanitaria; y Justicia Transicional en tiempos del deber de memoria. (Guzman, 2014). Por otro lado ha realizado múltiples ensayos para diarios y revistas de Colombia. En el 2002 realizó para una revista especializada un artículo titulado: "La posguerra colombiana: divagaciones sobre la venganza, la justicia y la reconciliación.".
En dicho texto realiza un análisis político con el objetivo de explorar las relaciones entre los fenómenos de la venganza, la Justicia y la reconciliación en contextos de guerra y transición a la democracia, pero enfatizando en la situación colombiana. En el mismo plantea como tesis que en un conflicto interno como el colombiano, la violencia no ha sido vertical (con un victimario y una víctima clara), sino más bien horizontal, dónde las víctimas se convierten en victimarios y los victimarios a veces han sido víctimas antes. Como el mismo autor lo plantea, es complejo refutar, dar una posición clara frente al tema o entender los fenómenos que lo rodea. Sin embargo plantea: “Yo quiero intentar otro camino. A través de la resignificación del enemigo como vengador, quiero introducir las ideas de un sentido trágico, la de las zonas grises de la victimización horizontal y como corolario, la de la amnistía como la expresión del “perdón retributivo” (Orozo Abad, 2002). Argumenta que: “de victimas sólo podemos hablar en la medida en que los actores armados no se distinguen y en consecuencia tampoco distinguen en el enemigo entre combatientes y no combatientes…”
Una víctima es definida como “una persona herida o destrozada como resultado de un evento o circunstancia” (García, Gil, & Valero, 2007). Es una persona que sufre un daño o perjuicio por culpa ajena o por culpa fortuita. En Colombia, un país que a lo largo de su historia se ha caracterizado por la violencia, la posición de víctima es asumida constantemente, por diversos factores tales como violencia intrafamiliar, por la intolerancia, por la inseguridad, pero lo más conocido y de mayor análisis, por el conflicto armado.
3’115.266 personas a Junio de 2012, según datos de Acción Social[1], han sido víctimas del conflicto armado. Hombres, mujeres y niños sometidos a no entender nunca porque los hicieron huir de los fuegos, a abandonar lo que era suyo. Ser desplazado es quedar víctima de una batalla estratégica donde otros se juegan con la existencia de lo demás para obtener dividendos en una balanza de poder en la cual esas personas no pesan. (Bondia & Ramiro, 2009). Como dice Orozco en su texto, la guerra es grande y el número de sus efectivos es pequeño.
En Colombia este mismo patrón se repite por doquier. El país todo, especialmente en zonas rurales, sin obviar además las ciudades, se ha convertido en un campo de batalla, territorio en disputa (Orozo Abad, 2002). Las víctimas del conflicto armado en el país, se han producido a manos de diferentes actores como la guerrilla: FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), ELN (Ejército de Liberación Nacional), paramilitares, águilas negras, fuerza pública y ejércitos privados de narcotraficantes (Bondia & Ramiro, 2009). Según Abad la guerra se ha expandido, de manera que los paramilitares combaten el sur, mientras las guerrillas hacen lo propio en el norte, tratando de llegar a Urabá. En ausencia del ejército, ninguno de los dos bandos no estatales consigue estabilizar sus dominios territoriales; el miedo y la paranoia se apodera de las personas, generando en ellas no solo incertidumbre pero bien tensión, de la cual para escapar queda un solo camino, el desplazamiento.
La ley 1448 de 2011, Por la cual se dictan medidas de atención, asistencia y reparación integral a las víctimas del conflicto armado interno y se dictan otras disposiciones (Gobierno Nacional, 2011), es la ley colombiana que protege a todas las víctimas del conflicto armado en el país, dada en Bogotá D.C el 10 de Junio de 2011, bajo el cargo de German Vargas Lleras como el Ministro del Interior y de Justicia. Esta resguarda a las víctimas, testigos y los funcionarios públicos que intervengan en los procesos de reparación, con especial atención hacia las víctimas del despojo (Samper , 2011). La Ley de Víctimas y Restitución de Tierras allana el camino para el reconocimiento de las víctimas, sin importar quien fue su victimario, les reconoce derechos, otorga prioridades en el acceso a servicios del Estado y las convierte a ellas y sus familiares, en acreedores de una reparación integral (Samper , 2011).
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