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Libre Concurrencia.


Enviado por   •  17 de Octubre de 2016  •  Trabajo  •  3.456 Palabras (14 Páginas)  •  520 Visitas

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Libre Concurrencia o Libre Competencia.

Concepto.

En la actualidad los países de primer mundo basan su avance y crecimiento económico en la diversidad que existe en el mercado. Esto es posible gracias a la libertad de competencia que cada persona tiene dentro del mismo, el cual contribuye al desarrollo de los países para que tengan un mejor funcionamiento económico.

El derecho a la libre concurrencia o competencia, se encuentra consagrado en nuestra constitución, para ser más precisos en el artículo 5 párrafo I, que al pie de la letra dice:

Artículo 5º. A ninguna persona podrá impedírsele que se dedique a la profesión, industria, comercio o trabajo que se le acomode, siendo lícitos. El ejercicio de esta libertad solo podrá vedarse por determinación judicial, cuando se ataquen los derechos de terceros, o por resolución gubernativa, dictada en los términos que marque la ley.

El maestro José Padilla por su parte, proporciona un concepto de lo que es la libre concurrencia, el cual no es distinto al que ya anteriormente habíamos descrito:

La libertad de comercio o libre concurrencia es un fenómeno económico en virtud del cual todo individuo puede dedicarse a una actividad o varias que pertenezcan al mismo ramo. Es un hecho cuya realización trae como consecuencia el estímulo, afán de superación y el mejoramiento por parte de los individuos que compiten.[1]

La doctora Martha Elba Izquierdo, nos proporciona otro concepto el cual es de gran similitud a los antes descritos:

La libertad de comercio o libre concurrencia es un fenómeno económico en virtud del cual todo individuo puede dedicarse a la actividad o actividades que deseen, aún si pertenecen a un mismo ramo. Coloca a todo sujeto en la posibilidad de desempeñar la misma función que otro.[2]

La Doctora Elba también hace énfasis en que la libertad de concurrencia es un fruto de la libertad que cada uno de nosotros tiene para dedicarnos a la ocupación que deseemos:

Es el efecto de la libertad del trabajo. Si se vetara la libre concurrencia en el sentido de prohibir a una persona que asumiese una actividad económica, ejecutada por un grupo privilegiado se haría nugatoria la libertad de trabajo, debido a que siempre impediría que ésta se desplegara por aquellas personas que no tuvieran prerrogativas exclusivas.[3]

Otro término de libre concurrencia es el que nos da el instituto de investigaciones jurídicas de la unam en conjunto con la Suprema Corte de Justicia de la Nación y el cual dice:

La libre concurrencia es del derecho que tienen los gobernados a realizar la actividad económica que deseen, ya sea en la producción, distribución, consumo o venta en el mercado regional o nacional, sin más limitaciones que las establecidas en la Ley.[4]

Con esto podemos deducir que la libre concurrencia implica participación en el mercado por parte de uno o varios proveedores con igualdad de circunstancias, para que de esta manera puedan establecer condiciones de comercialización por $sí mismos:

También se puede definir como la posibilidad que tiene cualquier persona de participar en alguna actividad económica como vendedor o comprador, con plena libertad de decidir cuándo entrar o salir del mercado sin que alguien pueda imponer condiciones en las relaciones de intercambio.[5]

Al defender la libre concurrencia se impide que una sola persona o un grupo determinado, sean los únicos que desarrollen alguna actividad económica y que posteriormente lleguen a estancar la libre competencia que existe en el mercado:

La libre concurrencia se basa en la potestad que todo hombre tiene para dedicarse a la ocupación lícita que más le agrade y por ende, coloca a todo sujeto en la posibilidad de desempeñar la misma función que otro.

Si se prohibiera que una persona realizara alguna actividad económica porque solo un grupo privilegiado tuviera el derecho, sería evidente la violación a la libertad de trabajo.[6]

Por lo tanto la libre concurrencia es la posibilidad que tienen las empresas para tener un negocio y competir en el mercado y es importante mencionar que esta disposición se encuentra dentro del capítulo de las garantías individuales, lo que revela que es realmente importante:

En este proceso las empresas toman decisiones de negocios, aplican estrategias comerciales y realizan acciones para hacerse más eficientes, reducir sus costos, aumentar sus ganancias y colocarse cada vez mejor en el mercado, teniendo como consecuencia mayor competitividad, ganancia y produciendo más empleos para terceros.[7]

Esto se complementa con los que nos dice el doctor Juventino Castro sobre la libre concurrencia y su influencia dentro de la sociedad:

La libertad ocupacional es un fenómeno de la dinámica del individuo, que requiere forzosamente utilizarse en beneficio del que ejerce esa vocación en particular, pero al seleccionar una ocupación el individuo concurrirá con otros que tienen las mismas vocaciones. En esa incidencia lo social afecta en lo económico;  por lo tanto, debe protegerse normativamente para que esa libertad ocupacional sea efectiva.[8]

El artículo que garantiza todo lo antes dicho, es decir engloba el derecho a la libre concurrencia así como la libertad ocupacional, se en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos:

Esta libertad se garantiza en el artículo 28 constitucional, que consigna la libre concurrencia como un derecho público individual, ya que deriva de la relación jurídica entre el Estado y sus autoridades por un lago y sus gobernados por el otro.[9]

Regulación de la libre concurrencia en México.

Cualquier  acción que tenga el fin de permitir la acumulación del capital en manos privadas, así como la organización del trabajo por parte del Estado, son medidas que limitan a la libre concurrencia:

El código penal federal establece que puede llegar a ser sancionados con penas privativas de libertad de 2 a 9 años toda persona que de alguna manera trate de evitar la libre concurrencia y obligar a los consumidores a pagar precios más altos, pues dichas actitudes constituyen un delito estando no exentos, los administradores de las empresas que autorizan estos dichas prácticas ilegales.[10]

La regulación de dicha libertad se estableció por primera vez en la Constitución  Federal de 1857 y fue la primera ley en el mundo en considerar  la competencia como un factor importante. Posteriormente la constitución de 1917 incluyó en su artículo 28, disposiciones que regulan la actividad económica del estado:

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