Libro El Sentiod De La Urgencia

INTRODUCCIÓN

“Trata a un ser un humano como es y seguirá siendo como es. Trátalo como puede llegar a ser y se convertirá en lo que puede llegar a ser”. Blaise Pascal.

La motivación nos lleva a realizar una determinada acción, siendo esto algo muy buscado dentro de las organizaciones ya que se espera que los trabajadores cumplan con sus objetivos y que al mismo tiempo lo realicen con placer; para ello es importantes conocer nuestros niveles de aprendizaje, qué tipo de acciones son las que realmente apoyan la motivación, no todos somos iguales y no podemos aplicar lo mismo en general.

Lo primordial es enfocar a dónde queremos ir como empresa e individualmente y posteriormente lo ideal es tener la motivación necesaria ya sea porque nos ofrezcan un premio, porque nos sentimos bien con nosotros mismos al realizar dicha actividad o porque simplemente lo hacemos por obligación, pero siempre hay que saber qué es lo que nos motiva a llegar a ese objetivo.

En el tema de la psicología y la motivación son diversas las teorías que nos brindan herramientas para desarrollar el potencial de las personas, también de cómo nuestros propios pensamientos, acciones y creencias pueden directa o indirectamente cambiar desde hábitos hasta transformaciones más profundas.

Un estudio importante del tema es el de David C. McClelland quien escribió sobre la motivación humana, enfocando un punto al Efecto Pigmalión, del cual trata el presente ensayo, donde se demostró que las expectativas o sesgos de un investigador influyen en el comportamiento de los sujetos estudiados, independientemente del contexto o ámbito en general.

Las expectativas de las personas que nos rodean sobre nosotros mismos pueden ser factores clave de cómo en algún momento podemos desempeñarnos en algún área de nuestra vida, ya que existe un poder de motivar o desmotivar según nuestros propios juicios, siendo estos, los principios fundamentales que se pueden aplicar al rendimiento.

DESARROLLO DEL TEMA

El Efecto Pigmalión es llamado de esa manera por un mito griego de un escultor llamado Pigmalión, quien buscó durante tiempo una señorita para casarse, pero con la cualidad deseada: la perfección. Sin embargo, no pudo conseguir a ninguna que llenara sus expectativas y por eso decidió crear esculturas preciosas para compensar la ausencia de una mujer verdadera.

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Luego de un tiempo, se enamoró de una de sus creaciones: Galatea, a tal punto llegó su pasión por la escultura que la trataba como si fuera una mujer real, como si estuviera viva; luego de eso se dice que la escultura cobró vida después de un sueño de Pigmalión, por obra de Afrodita al ver el amor que éste sentía por la estatua, que representaba a la mujer de sus sueños.

Esta historia mitológica es la que da pie a este efecto, existen diferentes experimentos sobre esta teoría, en 1968 Rosenthal y Jackobson decidieron realizar un experimento con un grupo de maestros y alumnos, donde le indicaron a los maestros que habían aplicado un test de inteligencia a un grupo de niños y que de ellos únicamente el 20 porciento habían obtenido una puntuación alta, dejando al resto en niveles inferiores.

Cierto tiempo, luego de iniciar las clases los alumnos que supuestamente obtuvieron los resultados altos en el test

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