Literatura Fantastica - Todorov
Enviado por essmeaq • 13 de Noviembre de 2013 • 1.674 Palabras (7 Páginas) • 408 Visitas
Tzvetan Todorov es un linguista, filósofo, historiador, crítico y teórico literario búlgaro de expresión francesa, nacido en Sofía, Bulgaria en 1939, hombre de las dos Europas que ha vivido también en Estados Unidos. Se educó en la Bulgaria comunista y totalitaria, se define a sí mismo como un "hombre desplazado": ha partido de su país de origen y tiene una mirada nueva y sorprendida respecto del país de llegada. Desde esa perspectiva enriquecida habla aquí de la verdad, el mal, la justicia y la memoria; del desarraigo, del encuentro de culturas y de las derivas de las democracias modernas. Repasa su vida en Bulgaria y Francia, su amor por la literatura, su alejamiento del estructuralismo y del apoliticismo. Explica su humanismo crítico, su extrema moderación, su disgusto por los maniqueísmos y las cortinas de hierro. Su obsesión es atravesar fronteras, saltar barreras, unir ámbitos en apariencia inconciliables, ya se trate de lenguas, culturas o disciplinas. Le interesan los puntos de encuentro, los matices, las "zonas grises". Es allí donde busca la respuesta a una única pregunta: ¿Cómo vivir?
Reside en Francia desde 1963 y es director de investigación en el Centro Nacional de Investigaciones Científicas (CNRS), en París. Luego de un primer trabajo de crítica literaria dedicado a la poética de los formalistas rusos, su interés se extendió a la filosofía del lenguaje, disciplina que concibió como parte de la semiótica o ciencia del signo en general. De su obra teórica destaca la difusión del pensamiento de los formalistas rusos; en sus textos historiográficos predomina el estudio de la conquista de América y de los campos de concentración, tanto nazis como de la Rusia estalinista. También es reconocido por haber escrito Theorie de la littérature, traducido como Teoría de la literatura. Es autor, entre otras obras, de Face à l’extrême (1994) y Les abus de la mémoire (1995). Entre sus obras traducidas al español: Las morales de la historia (Barcelona, Paidós, 1993) y La vida en común (Madrid, Taurus, 1995). También de este autor, Teoría de la literatura de los formalistas rusos, Diccionario enciclopédico de las ciencias del lenguaje y La conquista de América.
pesar de esta aparente confusión, siguen en pie las distinciones generativas elaboradas por Tzvetan Todorov, en su estudio Introduction á la littérature fantastique. Todorov diferencia tres categorías dentro de la ficción no-realista: lo maravilloso, lo insólito y lo fantástico. Cada uno de estos géneros se basa en la forma de explicar los elementos sobrenaturales que caracterizan su manera de narración.
Si el fenómeno sobrenatural se explica racionalmente al final del relato, como en Los crímenes de la Rue Morgue, de Edgar Allan Poe, estamos en el género de "lo insólito". Lo que a primera vista parecía escapar a las leyes físicas del mundo tal y como lo conocemos no es más que un engaño de los sentidos que se resolverá según estas mismas leyes. Este es el caso de muchas de las narraciones policíacas.
Por otro lado, si el fenómeno natural permanece sin explicación cuando se acaba el relato, entonces nos encontramos ante "lo maravilloso". Tal sería el caso de los cuentos de hadas, fábulas, leyendas, donde los detalles irracionales forman parte tanto del universo como de su estructura. Para Todorov, el género fantástico se encuentra entre lo insólito y lo maravilloso, y sólo se mantiene el efecto fantástico mientras el lector duda entre una explicación racional y una explicación irracional. Asimismo, rechaza el que un texto permanezca fantástico una vez acabada la narración: es insólito si tiene explicación y maravilloso si no la tiene. Según él, lo fantástico no ocupa más que "el tiempo de una incertidumbre", hasta que el lector opte por una solución u otra.
Pero esta teoría de Todorov no se puede decir que sea totalmente original. El escritor francés Guy de Maupassant ya la percibió un siglo antes, en su crónica titulada Lo fantástico. Sin embargo, Maupassant no dejó clara la diferencia entre lo fantástico y lo insólito, mientras que sí diferencia lo maravilloso de lo fantástico. Según él, el hombre de finales del siglo XIX ya no puede creer en las leyendas antiguas y su percepción de lo sobrenatural ha cambiado para siempre, achacando este cambio a los progresos técnicos que han influido fuertemente en el ser humano y en su visión del mundo. El lector ya no es tan crédulo y las supersticiones y leyendas ya no le asustan. Por ello, el autor debe mostrar más sutileza para provocar el escalofrío de inquietud y duda propio del género fantástico.
En los cuentos fantásticos de Maupassant podemos encontrar una perfecta ilustración de esta teoría, demostrando el autor que "sólo se tiene miedo de lo que no se entiende". Lo que distingue un relato fantástico de un cuento de hadas es la oportunidad que da al lector la narración fantástica de identificar el universo representado como el suyo propio y de intentar racionalizar los elementos sobrenaturales que rompen con las leyes naturales del mundo y con la posibilidad de conocimiento racional de la realidad.
De forma perspicaz, adelantándose
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