Lo teórico respecto a ‘Edipo Rey’

ISFD N° 116 – Inst. Dr. E Costa                                                                  

Prof. Lengua y Literatura

Año 2014                                                                                             Fecha de entrega: 17/11/2014                                                        Lara Kauz

PARCIAL DOMICILIARIO

Lenguas Clásicas II

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Prof. Sandra Filippelli

2. Realice una crítica reflexiva, teniendo en cuenta lo teórico respecto a ‘Edipo Rey’

         ‘Edipo Rey’, de Sófocles, es una tragedia completa y compleja. Compleja, porque posee anagnórisis y peripecia y completa, porque posee todas las partes constitutivas propias de una tragedia: prólogo, episodio, éxodo, canto coral.

        La reflexión que se hará de la obra partirá de su complejidad. Decimos que en ‘Edipo Rey’ encontramos anagnórisis y peripecia, ambas también complejas en sí mismas.  Tal como sostiene Rodríguez Adrados: la anagnórisis en ‘Edipo rey’, es compleja, ya que el reconocimiento de Edipo es hacia sí mismo, como el culpable de la peste que azota a Tebas, como hijo de Layo y Yocasta, como asesino de su padre y esposo de su madre, tal como se lo había vaticinado el oráculo.

        La peripecia, la transformación de acciones en sentido contrario, son conformadas a partir de los agones. Lo agonal en Edipo es fundamental, estos están al servicio de la investigación que Edipo realiza para encontrar al asesino de Layo, primero y para descubrir sus verdaderos orígenes, después. La información se deriva en nuevas noticias. Tal es el caso del mensajero que llega a Tebas para anunciar la muerte de Pólibo, el padre adoptivo de Edipo. Este mensajero es, a su vez, quien lleva a Edipo siendo un bebé hacia Corinto, recibiéndolo de manos de un servidor de Layo, quien también fue testigo del asesinato del rey y reconoce a Edipo como el asesino y al mensajero de Corinto como aquel a quien le entregó al niño.

        Es en la complejidad, entonces, en donde nos vamos a detener. Los giros que se dan a través de los agones y que van construyendo la anagnórisis, que será terrible, al final, componen aquello que es fundamental para los griegos: la predestinación.

        Rodríguez Adrados sostiene que Edipo es ‘hijo de la fortuna’. El niño abandonado puede serlo todo, puede no ser nada. Es un enigma. El nacimiento de Edipo no debería haber ocurrido. Layo sabe por el oráculo que, de procrear, será su hijo quien lo matará. El rey de Tebas, sin embargo, tiene un hijo, que es Edipo y manda a que lo abandonen colgado de los tobillos a un árbol. El niño, sin embargo, es salvado y criado por los reyes de Corinto. Parece ser que el destino de Edipo es ser rey. Todo parece darse por azar en su vida, tal como explica Rodríguez Adrados: por azar es salvado, criado por reyes, por azar alguien le dice que es adoptado. El oráculo le vaticina un destino terrible: matará a su padre y se casará con su madre. Huye. Azarosamente se cruza con Layo, lo mata.

        Luego de vencer a la Esfinge, y habiendo sido él, sin saberlo,  quien provocara la falta de rey en Tebas, consigue el trono. Sin hacer nada, resulta ser rey. Edipo, quien ha perdido dos veces su trono: en Tebas y en Corinto. La reina, también por azar, es su madre y ahora, esposa.

        Edipo es el producto de aquello que no debió haber sido. Según Rodríguez Adrados, ‘sobra’ en la sociedad normal.

        Tratando de huir de su destino pronosticado por el oráculo de Delfos, termina cumpliendo ese destino. Huye inútilmente. La anagnórisis que se precipita deliberadamente en la obra reúne los componentes que vertebraron ese destino.         Edipo ha tratado de escapar de aquello que vaticinó el oráculo, pero luego no puede ver lo que es evidente. No logra, en su necedad, reconocerse como aquello que es. Yocasta misma duda de Tiresias, lleva a Edipo a desestimar las verdades que está diciendo este ciego que sí puede ver la realidad.

        La anagnórisis se produce: Edipo es hijo de Layo y Yocasta, asesino de su padre, esposo de su madre y ha cumplido su destino.

        Edipo se vacía los ojos, no puede ver lo que ha hecho y a la vez, se castiga por no haber podido ver aquello que estaba claro desde el principio. Yocasta se suicida, presa de la desesperación y  el asco. Y tal como Edipo Rey había prometido, el asesino de Layo es expulsado de Tebas. Se verá abandonado nuevamente, acompañado de su hija – hermana, Antígona, pidiendo misericordia y protección para sus otros hijos. Ninguno de ellos se salvará, todos serán objetos del destino que los dioses han querido para ellos, bajo la maldición que pesa sobre sus espaldas.

3. Indique trascendencia de Agamenón en la trilogía ‘La Orestíada’ y diga cómo se vincula con ‘La Odisea’.

        Agamenón, rey de Micenas, fue el jefe de las tropas aqueas durante la guerra de Troya. Considerado rey de reyes, el atreida resulta victorioso en el sitio a esa ciudad. Tiene gran participación en ‘La Ilíada’, de Homero, donde podemos ver sus modos de actuar, su carácter y su desmesura en la victoria.

        Una vez finalizada la guerra, los héroes volverán a sus casas. Esos regresos, denominados ‘nostos’ o ‘nostoi’, serán diferentes para cada uno de ellos, siendo su éxito o fracaso, producto de sus acciones durante la guerra. Así es como en ‘La Odisea’, Homero narra los regresos de los héroes a sus hogares, pero especialmente el de Ulises u Odiseo, quien por su temple, astucia y carácter justo, logra volver a su hogar en Ítaca, aunque teniendo que enfrentar grandes y peligrosos obstáculos en el camino.

        Los primeros cuatro cantos de ‘La Odisea’ conforman la ‘Telemaquía’. En ellos, se narra el viaje que emprende Telémaco, hijo de Ulises, para conocer el destino de su padre luego de haber partido de Troya.

         Néstor, rey de Pilos, será el primero que lo ayudará en su búsqueda y será también el primero que nos dará noticias de Agamenón. Según el anciano cuenta a Telémaco, una vez destruida la ciudad de Troya, Agamenón regresó a su hogar en Argo, donde encontró la muerte a manos de  su esposa, Clitemnestra y la amante de ella, Egisto. Néstor recuerda a Telémaco la venganza que luego se toma Orestes, matando a su madre y al asesino de su padre, aquello que se cuenta en ‘La Orestíada’, de Esquilo.  

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