Los Heraldos Negros

Los Heraldos Negros

El poema empieza con un adverbio “Hay” escrito en tercera persona, el cual es impersonal y afirma la existencia de golpes en la vida.

Se denota que los mismos son intensos, mediante el adverbio de cantidad “Tan”

Seguido de esto nos enfrentamos a puntos suspensivos que nos transmiten la idea de omisión, desconocimiento o reflexión por parte del yo lírico, acerca de tales golpes mediante esta reflexión que sufre el yo lírico surge la duda clara “… ¡Yo no sé!...”

Hay una intensificación de tales golpes a través de una comparación “…como del odio de dios…” mediante esta comparación el yo lírico iguala a dios a los hombres por tener la capacidad de apropiarse de un sentimiento humano “el odio”

Como consecuencia de todos los golpes recibidos, ahoga y acumula esa angustia y dolor dentro de su alma “… se empozara en el alma …” nuevamente hay puntos suspensivos acompañados de la duda “…Yo no sé…” esta duda nos da   la pauta de que el yo lírico no sabe hasta cuándo podrá soportar tanto sufrimiento

En la segunda estrofa hay una afirmación que da la dimensión de la cantidad de los golpes, quitando relevancia de la intensidad. Estos castigan tanto a los débiles como a los más fuertes cuando dice “… Abren zanjas obscuras…” lo cual nos da la idea de que esos golpes son como látigos que lastiman a los hombres y haciendo que estos se encorven ante ellos dejando cicatrices negativas a consecuencia de lo vivido

Aparece nuevamente la incertidumbre por parte del yo lirico, a través del verbo “serán” y se refiere a la muerte y la personifica. Los heraldos negros aquí vemos una calificación negativa, fúnebre   los heraldos que en la edad media eran mensajeros que anunciaban algo que iba a suceder.

En la tercera estrofa la intensificación del dolor es tanta que ofusca todos los sentimientos y vivencias positivas “…Son las caídas ondas de los cristos del alma …” hay una personificación del destino el cual es incierto y engaña pero del cual nadie logra engañar y escapar   este es en parte culpable de los golpes de la vida .

Los “… Golpes sangrientos …” dan la idea de una herida cortante, un desgarro que dejan sus cicatrices en el tercero y cuarto verso vemos un encabalgamiento seguido de este recurso de este estilo vemos otro la metáfora “… las crepitaciones de algún pan que en las puertas del horno se nos quema…” la cual nos indica que el yo lirico esta al límite del desborde emocional o de la muerte misma y que los culpables de recibir golpes y de que el pan se nos queme somos nosotros mismos teniendo en cuenta nuestras actitudes en la vida el “…Pan…” aparece como un símbolo de vida el pan alimento del alma y del cuerpo mismo.

En la cuarte estrofa pasa de lo singular a lo general “… Y el hombre… Pobre…Pobre!…”

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