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“México y las Sociedades del Conocimiento.


Enviado por   •  8 de Mayo de 2016  •  Ensayo  •  1.996 Palabras (8 Páginas)  •  347 Visitas

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Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo[pic 1][pic 2]

Instituto de Ciencias

Económico Administrativas

Asignatura: Sociología

Catedrático: Alejandro Rodríguez Sánchez

Ensayo:

“México y las Sociedades del Conocimiento.

 Competitividad con Igualdad de Género”

Alumna: María Elizabeth Escudero Carpio

Licenciatura: Administración

Semestre: 1°                    Grupo: 3

Ciclo Escolar: Enero – Junio 2014

Fecha: 4 Abril 2014


El desarrollo humano, más que definirse como crecimiento económico, es un factor de suma importancia para la sociedad puesto que éste permite que la población alcance un nivel de vida adecuado, ampliando y garantizando un ambiente más propicio para que las personas logren satisfacer sus necesidades en todos los aspectos de su vida, tanto en el ámbito económico y social. Una sociedad altamente competitiva y eficiente influye en gran medida para que pueda alcanzarse un alto nivel desarrollo humano, por lo cual es un reto llegar a convertirse en una sociedad del conocimiento para lograr obtener mayores y mejores oportunidades de evolución en el ámbito de desarrollo.

México es uno de los países que enfrenta el reto de impulsar el desarrollo humano convirtiéndose en una sociedad del conocimiento, desafío que no le es nada fácil, ya que si de por si es complejo conseguirlo le será aún mas difícil por la desigualdad de género existente en nuestro país. Tal vez se considere que la inequidad de género no tiene nada que ver con alcanzar un alto nivel de desarrollo, pero es un aspecto muy significativo pues la limitada participación de las mujeres en diversos ambientes, como lo son la educación, la tecnología y las actividades económicas, reduce de manera importante las posibilidades de lograr una evolución social encaminada a acrecentar el desarrollo humano de la población. Es un hecho que esta situación de desigualdad ocasiona que las mueres tengan poco o nada de acceso a oportunidades que los hombres si tienen y que les es más fácil conseguir. Más que complicado, podría decirse que es imposible avanzar y convertirse en una sociedad competitiva cuando a las mujeres en muchos casos se les niega el acceso a la educación, empleo bien remunerado, y nuevas tecnologías, lo cual representa un verdadero reto para nuestro país a la hora de querer construir una verdadera sociedad del conocimiento donde se vea de manera incluyente a las mueres a fin de trabajar en conjunto para la consecución de objetivos.

En este ensayo se abordará esta problemática, haciendo un análisis de dicha situación con especial énfasis en la influencia de la desigualdad de género en la evolución del desarrollo humano.

La participación de las mujeres en el desarrollo humano es de suma importancia pues además de ser un gran apoyo para acrecentar los niveles de crecimiento económico también favorece de manera significativa la creación de una sociedad basada en la equidad de genero donde todos sus participantes participen de manera equitativa para desarrollarse en igualdad de condiciones para conseguir convertirse en una sociedad del conocimiento.

Sin embargo, en México ha sido sumamente difícil lograr la integración de las mujeres a los procesos de desarrollo pues se les ha excluido en muchas de las actividades que propician el mismo.  Asimismo, a pesar de que se les ha querido incluir dentro del ámbito educativo, económico y social para que formen parte del desarrollo, no ha sido suficiente ya que ha sido una inclusión simplista en la cual no se pone el suficiente énfasis a la valoración de los aportes que pueden realizar para la consecución de los objetivos que quieren alcanzarse. Para lograr una inclusión completa de la mujer es necesario que se propicie y garantice el acceso a la generación de conocimientos mediante la educación, total acceso a las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, trabajo remunerado y desempeño económico, situación que día con día, en lugar de volverse más fácil, se vuelve cada vez más compleja. Si bien es cierto que México es considerado la segunda economía más grande la región y el segundo destino de la inversión extranjera directa en América Latina por su privilegiada posición geográfica, según la UNCTAD (Conferencia de la Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo, por sus siglas en inglés), es importante destacar que en el ámbito de la competitividad ha sido superado por otros países en los últimos años. Aunque parezca imposible de creer, la desigualdad entre mujeres y hombres es uno de los principales factores que obstaculizan el logro de una mayor competitividad debido a las desigualdades existentes en la capacitación, educación y mercado laboral. Esto queda demostrado en la poca colaboración de las mujeres en las actividades económicas de nuestro país. Según el GCR (Reporte Global de Competitividad, por sus siglas en inglés), México se encuentra en los últimos lugares en cuanto a participación de las mujeres en el medio laboral, ocupando el lugar 114 de 133, siendo la participación y oportunidad económica donde hay mayor inequidad. Es realmente sorprendente la poca importancia que se les da a las mueres en este aspecto y como se les niega la oportunidad de superarse mediante la obtención de un empleo únicamente por su condición de mujeres. Una mayor participación de las mujeres podría propiciar un mayor desarrollo pues si se conjuntaran los esfuerzos de hombres y mujeres habría mayores posibilidades de superación por el trabajo en equipo de ambos géneros.

En México, más de la mitad de la población son mujeres, pero aún así es un hecho que ni siquiera la mitad de ellas está recibiendo educación o trabajando,  menos aún ocupando algún cargo público que las haga participes en la toma de decisiones del país o por lo menos de su localidad. ¿A que se debes esto? Son muchos los factores que influyen en esta cuestión, por ejemplo, la inmensa desigualdad que existe entre mujeres y hombres en el acceso al ámbito laboral, lo cual interviene de manera importante en la imposibilidad de conseguir una mejor y mayor estabilidad económica en el país puesto que se les niega a las mueres una participación que podría favorecer considerablemente a la economía de México. Asimismo, para que México consiga convertirse en una sociedad del conocimiento de manera total es necesario que se creen las condiciones necesarias y adecuadas para lograr una amplia promoción y generación del conocimiento, pero lamentablemente no existen tales para todos, principalmente no para las mujeres, no de manera suficiente. Aproximadamente el 42% de las mujeres conforma parte de la población económicamente activa, pero es asombroso que en su mayoría no cuenten con la misma participación que los hombres en actividades económicas formales ni en la toma de decisiones, además de que hay una enorme disparidad salarial para las que si cuentan con algún empleo formal. Es verdad que en su mayoría es la población femenina la que concluye una carrera profesional y obtienen niveles académicos altos, pero si analizamos lo anterior ¿de que sirve si se les brindan pocas posibilidades de emplearse puesto que se les da prioridad a los hombres? No digo que no sirva de nada estudiar, pero es realmente algo inaceptable esta desigualdad a pesar de que esta fundamentada en la minina presencia que tienen las mujeres en ciertas carreras profesionales. Hay una importante participación de las mujeres en la educación superior, pero es muy limitada su representación en el medio laboral, lo cual tiene relación principalmente con la poca presencia de la población femenina en carreras clave para la consecución de un pleno desarrollo de una sociedad del conocimiento, como lo son las ciencias y la tecnología. En estas áreas son los hombres lo que tienen una mayor participación, en cambio, las mujeres estudian carreras que tienen que ver mas con lo social. Las ciencias, la ingeniería y la tecnología son elementos claves de máxima importancia para alcanzar un mayor desarrollo económico y social, y consolidar una sociedad del conocimiento, por lo cual les es más fácil a los hombres lograr emplearse que a las mujeres. La minina representación de las mujeres en carreras de este tipo se debe en gran medida a los prejuicios socioculturales, ya que se piensa que las mujeres no cuentan con las capacidades necesarias para desenvolverse en estos ámbitos, generando así baja matriculación en estas carreras y, a su vez, pocas oportunidades de empleo. De igual forma hay una carencia de incentivos para promover la participación de las mujeres en el área de investigación. Además, los prejuicios sociales también han ocasionado que las mujeres tengan poco acceso a diversas tecnologías, pues se considera que no cuentan con las capacidades corporales e intelectuales necesarias para hacer uso de ellas, asimismo se piensa que no son aptas para una mujer porque van en contra de su naturaleza. Es increíble que actualmente se siga creyendo esto y que la sociedad influya a tal grado de que solo por sus absurdas creencias también se le niegue a la mujer el libre y pleno acceso a la tecnología. Es totalmente rechazable  que aún en estos tiempos únicamente se vea a la mujer como ama de casa, esposa y madre, dejando de lado e ignorando las muchas capacidades y habilidades con las que cuenta para poder convertirse en una participante activa en la toma de decisiones del país, participando de forma plena en el mercado laboral, tanto en el sector publico y privado,  y teniendo libre acceso a una educación libre de prejuicios en la que no se vea a una mujer como un ser débil, incapaz de desarrollarse en ámbitos en los que se considera que sólo pueden desenvolverse los hombres, creyendo que las mujeres no tienen suficientes habilidades intelectuales o corporales para realizarse profesionalmente en esas áreas.

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