MI INFANCIA, UN TESORO PERDIDO
Enviado por JOLASELO07 • 27 de Julio de 2012 • 403 Palabras (2 Páginas) • 512 Visitas
MI INFANCIA, UN TESORO PERDIDO
Aún recuerdo aquellas tardes soleadas de mi infancia y mi inocencia, eran tiempos rosas en donde la vida era eterna para mí, llevo en mi memoria los juegos típicos de una niña de mi edad, era fantástico jugar con los juegos de té, las muñecas de trapo y la cuerda, pero sin duda alguna lo que más disfrutaba era jugar con los niños con el trompo, el yoyo y todos los juegos rudos que ellos acostumbraban; Todo era maravilloso, en ese entonces no existía en mi mente la maldad, ni la ambición.
Constantemente mi madre desde lo alto de la casa me gritaba enojada que no tenía que correr tan fuerte, pues yo era una niña frágil y podía caerme fácilmente, pero eso no impedía que yo siguiera jugando con los niños mayores que yo y sin hacer caso a sus advertencias seguía creyéndome ruda y fuerte como un hombre. En aquel tiempo bien recuerdo eran las vacaciones de verano cuando me dispuse a jugar a lo que le llamabamos el burro entamalado, juego que consistia en montarnos unos a otros, hasta formar una gran torre, no tarde tanto para que mi mala suerte me traicionara al doblarse mi brazo y caer al suelo, como consecuencia se me fracturo el brazo izquiero, lo cual me llevo algunas semanas de recuperación encerrada en mi casa, frustandome por completo mis vacaciones y para mí eso fue un tormento, pero tambien una gran lección de vida.
Mi infancia ha sido la mejor etapa de mi vida, pues crecí rodeada del cariño de mi madre y mis hermas mayores, eramos una familia digna de admirarse, mi padre era mi gran ejemplo a seguir, asi deben ser todas las familias del mundo, yo me suponia, pero un día al crecer y al salir de esa burbuja me dí cuenta que la vida no era del color que me habia pintado mi infancia, conoci la cruda realidad de luchar día a día para poder sobrevivir ante la mentira, la delincuencia, la cricis y las enfermedades que día a día estan destruyendo al ser humano.
Hasta ahora le doy gracias a Dios por aquel tesoro precioso que fue mi infancia y hoy por hoy mi lucha es incansable para que la inocencia de mi hija perdure, si no una eternidad, por lo menos hasta que ellos esten preparados para luchar ante este mounstruo que es la realidad.
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