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MODELOS DE DOMINACIÓN


Enviado por   •  30 de Enero de 2014  •  9.582 Palabras (39 Páginas)  •  302 Visitas

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TEMA II

MODELOS DE DOMINACIÓN

AUTOEVALUACIÓN

1. Expliqué los conceptos de Poder para Max Weber, Hobbes y Bertrand Russell.

PODER PARA MAX WEBER.

Poder significa la probabilidad de imponer la propia voluntad, dentro de una relación social, aun contra toda resistencia y cualquiera sea el fundamento de esa probabilidad” Max Weber. El poder se puede encontrar con infinitas formas en las sociedades, es por eso que Weber desarrollo el concepto de dominación, una forma de poder más precisa y especializada. El poder es una fuerza que se ejerce contra algo para algún fin, mientras que la dominación es el control que se tiene de una cosa para un fin, sin ejercer ninguna fuerza. La dominación crea disciplina, obediencia por parte de las personas sin resistencia ni críticas.

Para Weber es fundamental que las personas tengan fines e intenciones en los actos mandados, y que estos sean mandados por una autoridad considerada legítima por los actores.

El concepto de dominación por Max Weber está dividido en 3 categorías. Esta clasificación se basa en los medios con los que se consiguió la dominación. La dominación legal racional se crea cuando los actores creen en la legalidad y el derecho que tiene la autoridad. La dominación tradicional se obtiene cuando los actores creen en la legitimidad de la autoridad a partir del carácter moral y tradicional. Por último se da la dominación carismática cuando la autoridad se gana la legitimidad de los actores a partir del carisma, heroísmo, liderazgo y ejemplaridad.

Weber también explica que el poder y la dominación no solo tienen fines económicos, sino que pueden tener intenciones más generales. Por ejemplo el honor frente a la sociedad que produce tener poder o la educación en la escuela o el hogar. Los medios para alcanzar el poder son muy variados, pueden ir desde el empleo de violencia hasta la publicidad.

El poder es un sistema por el que se lucha, se alcanza y se distribuye. También es la diferencia de fuerza entre una autoridad y la otra. Ambos, el poder y la dominación son imponer tu voluntad sobre otros. La dominación se podría tomar en cuenta como una parte más específica del poder.

El poder y la dominación en la sociedad tienen mucho más peso de lo que parece. En la escuela existe la autoridad, y esta marca el lenguaje, carácter y comportamiento de los jóvenes, que posteriormente se convertirán en el futuro de la sociedad. En la institución familiar también existe la autoridad, y es la que marca de por vida las tradiciones, costumbres, religiones, ideologías, y formación de las personas por el resto de su vida. Es por esto que estos conceptos son un tema muy importante que altera totalmente la complejidad de nuestras sociedades.

PODER PARA HOBBES.

Nuestro único poder estriba en la puesta en marcha de una realidad paralela y autónoma, independiente de cualquier dictado natural: el Estado. Al precio de someterse a la ley, el hombre gana con ello una seguridad que le aleja del –peligroso– estado de naturaleza (tesis que chocará frontalmente con las ideas de Rousseau, para quien, al contrario, es el aparato político y social en general lo que alimenta la definitiva degeneración de la condición humana, que originariamente tiende a hacer el bien).

La noción de poder que emplea el inglés implica un volverse hacia sí del propio hombre, una búsqueda que no va más allá de él mismo: «el poder de un hombre (universalmente considerado) consiste en sus medios presentes para obtener algún bien manifiesto futuro», definición antropológica que no se extrapola más allá del alcance propiamente humano. El poder no lo es sino con respecto a los hombres.

De tal definición de poder emanan a su vez dos especies: el poder natural, representado por las características del cuerpo y de la inteligencia (como la honestidad, la sinceridad, la afabilidad, etc.); y el poder instrumental, adquirido mediante las anteriores virtudes –aunque también pueda ser alcanzado mediante la suerte. Inmediatamente después, Hobbes expresa que el mayor de los poderes al que puede aspirar un hombre es aquel que se obtiene a partir de la unión de otros tantos, nexo que se llevará a cabo bajo el consentimiento de una persona natural o civil. He aquí el poder del Estado o de las asociaciones entre hombres. De ello se sigue, como asegura Hobbes, que hechos como el de tener siervos constituye poder, así como tener amigos y todas y cualquiera de las relaciones que puedan existir entre seres humanos.

El argumento de este obstinado inglés expresa que el poder de los hombres reside en que deben poseer los medios adecuados para obtener un bien al cual desean acceder. Por otro lado, los seres humanos pueden coaligarse para sacar partido positivo de su unión. La cuestión es, a fin de cuentas, conocer el modo de conseguir adeptos.

Para ello, Hobbes despliega una lista de facultades o características que inspiran y crean poder, entre las que se encuentran la popularidad, el éxito, la afabilidad, la prudencia, la nobleza, la elocuencia, las buenas maneras y las artes de utilidad pública. La ciencia, sin embargo, por estar sus descubrimientos sujetos a la corruptibilidad que otorga el tiempo, no sería dadora de poder. En una palabra: las virtudes catalogadas como intemporales son las que otorgan un poder efectivo al hombre, mientras que aquellas otras que se someten a las reglas del tiempo no son las más adecuadas para conseguirlo.

Para entender del todo la noción de poder en Hobbes hemos de retornar a la “Introducción” del Leviatán, donde leemos lo siguiente: «La Naturaleza (el arte con que Dios ha hecho y gobierna el mundo) está imitada de tal modo, como en otras muchas cosas, por el arte del hombre, que este puede crear un animal artificial. El arte va aún más lejos, imitando esta obra racional, que es la más excelsa de la Naturaleza: el hombre. En efecto: gracias al arte se crea ese gran Leviatán que llamamos república o Estado (en latín civitas) que no es sino un hombre artificial, aunque de mayor estatura y robustez que el natural para cuya protección y defensa fue instituido; y en el cual la soberanía es un alma artificial que da vida y movimiento al cuerpo entero».

Así, el hombre quiere poder, es más, el hombre es poder en potencia, siempre y cuando se cumpla el único requisito material que pone Hobbes: la asociación entre hombres. El requisito formal sería la forma que han de adoptar aquellos respecto de esa asociación. De esta manera, si bien el poder no es una cualidad innata del hombre, sí podemos decir que en el Leviatán todo hombre se sitúa bajo su halo; el pacto inicial con el que se confecciona el Estado o Leviatán precisa del acuerdo

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