MODOS DE ENFERMAR Y EL CONCEPTO DE ENFERMEDAD

MODOS DE ENFERMAR Y EL CONCEPTO DE ENFERMEDAD

Cuando se pretende delimitar los modos de enfermar y el concepto de enfermedad, se debe entender primeramente que salud y enfermedad son parte integral de la vida, del proceso biológico y de los indicadores de una armonía de la persona con su ambiente, por lo tanto, incluye elementos psicológicos, sociales, ecológicos y espirituales.

Habitualmente se especifica a un enfermo como el ser humano que padece una enfermedad, sea consciente o no de su estado, según Joan Riehl-Sisca define el rol del enfermo como «la posición que asume una persona cuando se siente enferma». De esto se deduce que todo lo viviente es susceptible de enfermar.

En cuanto a los diversos modos de enfermar, se puede afirmar que todo ser vivo lo es mientras mantenga un equilibrio de ciertas funciones que son complejas y sistémicas en seres mas evolucionados, pero esos equilibrios complejos son mas inestables y susceptibles de ser separados; de ahí se debe identificar que la enfermedad surge en los límites de estos equilibrios, aunque no se equipara con ellos.

Existen desequilibrios del individuo con respecto a la sociedad, a su entorno ambiental o la disidencia de su naturaleza intrínseca. Las infinitas formas de enfermar de estos tiempos, se deben, en parte, a las creciente formas de representar al cuerpo con sus componentes y funciones, mediante el lenguaje de la ciencia. Este alegato amplía el espíritu psíquico de opciones para psicosomatizar anomalías o enfermedades.

Según Gonzalo Garay, el “fenómeno psicosomático”, está vinculado al saber científico predominante en la cultura donde el mencionado fenómeno se produce. La exploración a través de la tecnología científica y el desear saber sobre el cuerpo, engendran las lesiones orgánicas que posteriormente la ciencia procura curar. El cuerpo responde obediente con una enfermedad que satisface a la lógica del llamado. Si a un niño se le dice asmático lo será en efecto. Efecto de la nominación.

Durante la antigüedad, en el contexto de difundidas creencias sobre magia y animismo, la enfermedad estaba asociada al mal, incluso hasta con la posesión demoníaca. Esto último, por lo general, se atribuía a las enfermedades mentales o un tumor maligno.

Ahora, frente al gran avance del saber científico, la enfermedad se vincula a la simbología soporte que dicho saber produce, mediante sus investigaciones, observaciones y conceptualizaciones. Las condiciones psico-sociales, en que influye más la genética son: El marco de homogeneización cultural; el stress de la vida moderna como umbral que agota el margen para la salud, el “efecto de la nominación”, contribuyen a que el discurso tecno-científico estandarice ciertos efectos con respecto a determinadas conductas. Por ejemplo, el cáncer de pulmón para el fumador.

Entonces, a las predisposiciones genéticas para con

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