Manual Para Cutivo De Grana Cochinilla

México y particularmente Oaxaca, literalmente, ya no pintan PDF Imprimir Correo electrónico

Escrito por PEDRO MATIAS

Domingo 01 de Febrero de 2009 22:58

Y es que en la época de la Colonia tiñeron de rojo carmín al mundo con la exportación de la grana cochinilla...

México y particularmente Oaxaca, literalmente, ya no pintan. Y es que en la época de la Colonia tiñeron de rojo carmín al mundo con la exportación de la grana cochinilla.

Actualmente, esa cultura del cultivo del insecto parásito del nopal (Dactylopius coccus) de donde se obtiene el ácido cármico, colorante rojo orgánico, se olvidó y se perdió.

Sin embargo, pese a que en los tiempos reciente hay un auge en el consumo de productos orgánicos, incluyendo los tintes naturales donde hay una demanda mundial de mil 500 toneladas, en México, sólo unas 100 familias, de las cuales alrededor de 30 son de Oaxaca, se dedican al cultivo de la grana cochinilla.

El coordinador del Centro Mundial de la Grana Cochinilla denominado “Tlapanochestli”, Manuel Loera Fernández, reconoció que en la cuna de la grana cochinilla “se perdió, se olvidó esta cultura, sin embargo, se puede retomar por el nuevo uso que tienen los colorantes naturales”.

Cabe resaltar que el decaimiento de la producción de grana cochinilla vino con la aparición de tintes artificiales descubiertos en Europa a finales del siglo XIX, sin embargo, al comprobarse que la utilización de colorantes artificiales son cancerígenos, nuevamente se han retomado los productos orgánicos.

Lo cierto es que el trabajo manual, laborioso y delicado de la cría del insecto no pude competir con la industria y con los costos de producción.

Por lo anterior, el tinte de la “sangre de tuna” entró en desuso, razón por la que durante el Siglo XX, casi desapareció.

Loera Fernández que los principales obstáculos para reactivar esta cultura del cultivo de la grana cochinilla es que falta organización de los productores de la grana cochinilla, que se les capacite y se les dé seguimiento y continuidad a los proyectos para que no fracasen con tantos propósitos.

Hizo hincapié que para que un proyecto social fructifique y tenga éxito en el cultivo de la grana cochinilla, lo recomendable sería que lo impulsaran las organizaciones civiles porque tienen más conciencia y, sobre todo, no tienen tantos compromisos políticos o económicos.

Y es que la clase política por sus intereses, los proyectos se quedan en el intento o en el discurso.

Para muestra citó el caso de un proyecto nacional que inició Ernesto Zedillilo y entre la transición presidencial, desapareció o al menos no se sabe en qué quedó.

Luego de resaltar que en Morelos hay una asociación que produce cochinilla y casi alcanza la tonelada y en Jalisco, se trata de reactivar otro proyecto, aquí en Oaxaca, no hay nada concreto por la falta de organización.

Mencionó que las pocas familias que se dedican a esta actividad

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