Maquiavelo

El principe de Maquiavelo

Evoca en la época del renacimiento, en Florencia una ciudad de Italia. Es un movimiento intelectual que comienza a finales del siglo XV, trata de sacudir las disciplinas intelectuales de la Edad Media, para volver a la antigüedad clásica, estudiaba directamente en sus fuentes por los humanistas y no a través de la transmisión cristiana. Los soberanos consideraban cada vez más irrisoria los deseos rivales y conciliadas del papa y del emperador; el descubrimiento de América así como la ruta india trastorna la economía mundial. En lo espiritual, la economía se ve trastornada por el descubrimiento de la imprenta, a finales del siglo XV todas las grandes ciudades ya contaban con su propia imprenta.

La crisis de la conciencia europea no era más que la pasión de buscar y descubrir; orgullo humano dispuesto a enfrentarse con lo divino, el ser humano llega a pensar que todo lo podemos lograr sin una ayuda divina exento de raíces religiosas, volviéndose pagana. La era de las técnicas sucede a la era medieval de la contemplación orientada y dominada por dios. El individuo va a liberarse poco a poco de la larga disciplina católica de la Edad Media, para buscar su camino en la soledad. Este individuo renovado su virtud se desencadena, estalla y goza agresivamente bajo los golpes de la fortuna y siempre al acecho de la presa. Personas que eran capaz de crear los más bellos crímenes reflejando que la sobrehumanidad no es más que una máscara de la inhumanidad por no decir uno de los peores animales viendo solo por su bien.

La situación de Italia era propicia a este desencadenamiento de los individuos, a su expansión más allá del bien y del mal. El orgullo de la herencia romana era, era ahogado por una polvoreada de principados efímeros torno a cuatro ejes fijos Roma, Venecia, Milán y Florencia, era una multitud de estados proliferando, pululando, pudriéndose, haciéndose, deshaciendo rehaciendo, el menos evangélico en ocasiones usaba a los ejércitos extranjeros.

Los condottieri eran bandas de mercenarios que ofrecían sus servicios al mejor postor, se ingeniaba para hacer durar las guerras y se las arreglaban para saquear durante la paz. La Italia del siglo XV, devastada por las batallas y crímenes en medio de la más magnífica floración artística que la humanidad había conocido desde los tiempos antiguos. Los medicis, familia de ricos banqueros en 1434 junto con cosme se hicieron con el poder. Lorenzo a causa de su afición por las artes, la cacería, el buen vino y las mujeres, , había consumado la ruina de las antiguas libertades públicas. Una conjuracion contra el (la de pazzi) fracaso en 1477. Maquiavelo quien tenía nueve años, pudo ver los cuerpos del arzobispo de Pisa, Salviati, y de Francisco Pazzi balancearse en las ventanas del palacio de la señoría, mientras que el arno se llevaba el cadáver de jacopo pazzi, que los niños habían arrastrado antes al extremo de una cuerda por las calles de la ciudad (Gautier Vignal). Lorenzo muere en 1492, Predo huye en 1494 ante el pueblo, amotinado por el acuerdo que negocio con el rey de Francia, Carlos VIII.

La República se restablece en Florencia en manos del monje dominico Jerónimo Savonarola, que agitaba predicando sobre temas del apocalipsis, unas bellsas manos diafanas. Fascinó a los florentinos quienes no pensaban en vivir si no en gozar. Las mujeres renunciaban a las joyas, a los tocados. La muchedumbre durante la cuaresma de 1497, arroja al fuego del auto de fe, por penitencia, muchos libros y obras de arte. Jerónimo Savonarola funda allí una democracia teocrática y puritana, mandaba niños a espiar en las casas y denunciaba a los pecadores llegando a ser un fanatismo hacia lo puro. El espíritu de la reforma, sobresalto de la conciencia cristiana. Anatematiza la concupiscencia y el lujo de la Roma papal; rechaza el capelo cardenalico e injuria al Papa Alejandro VI Borgia; clama lo que ha sido dado a todos los santos: la muerte, un capelo rojo, un capelo de sangre. Es ahorcado y quemado, con dos de sus fieles, el 23 de mayo de 1498

había consumado la ruina de las antiguas libertades públicas. Una conjuracion contra el (la de pazzi) fracaso en 1477. Maquiavelo quien tenía nueve años, pudo ver los cuerpos del arzobispo de Pisa, Salviati, y de Francisco Pazzi balancearse en las ventanas del palacio de la señoría, mientras que el arno se llevaba el cadáver de jacopo pazzi, que los niños habían arrastrado antes al extremo de una cuerda por las calles de la ciudad (Gautier Vignal). Lorenzo muere en 1492, Predo huye en 1494 ante el pueblo, amotinado por el acuerdo que negoció con el rey de Francia, Carlos VIII.

La República se restablece en Florencia en manos del monje dominico Jerónimo Savonarola, que agitaba predicando sobre temas del apocalipsis, unas bellas manos diafanas. Fascinó a los florentinos quienes no pensaban en vivir si no en gozar. Las mujeres renunciaban a las joyas, a los tocados. La muchedumbre durante la cuaresma de 1497, arroja al fuego del auto de fe, por penitencia, muchos libros y obras de arte. Jerónimo Savoranola funda allí una democracia teocrática y puritana, mandaba niños a espiar en las casas y denunciaba a los pecadores llegando a ser un fanatismo hacia lo puro. El espíritu de la reforma, sobresalto de la conciencia cristiana. Anatematiza la concupiscencia y el lujo de la Roma papal; rechaza el capelo cardenalico e injuria al Papa Alejandro VI Borgia; clama lo que ha sido dado a todos los santos: la muerte, un capelo rojo, un capelo de sangre. Es ahorcado y quemado, con dos de sus fieles, el 23 de mayo de 1498.

El 15 de junio de 1498, Nicolás Maquiavelo, de veintinueve años de edad, entra oficialmente en la vida pública como secretario de la segunda cancillería de la República florentina. Muy pronto, sin abandonar la segunda cancillería, es puesto como secretario, a la disposición de los Diez de Libertad y de Paz, magistrados electos encargados de diversos servicios públicos, y en particular de la correspondencia con los representantes de Florencia en el extranjero. La situación de Nicolás Maquiavelo, vida de funcionario, de burócrata, que ejecuta órdenes y se debate en medio de mezquinas intrigas de colegas y de preocupaciones de dinero. La confusión procede de que Maquiavelo fue encargado frecuentemente de misiones, ya en el extranjero, ya en la misma Italia, sabía observar el fondo de las cosas bajo las máscaras diversas que revisten. Conoció así la Francia de Luis XII, la Alemania del emperador Maximiliano, notable por la riqueza de las ciudades y el espíritu militar de los habitantes, Maquiavelo escribe: "Sus soldados no le cuestan nada, ya que todos los habitantes están armados y ejercitados". A Maquiavelo le obsesiona la cuestión de tener un ejército

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