Marcos Referenciales Para El Diseño De Un Proyecto De Intervención En Educación.

Es poco probable poder realizar el estudio y revisión de un tema sin tener en cuenta el contexto en el cual se ve envuelto y se desarrolla; por ello, en este primer apartado de la antología se aportan cuatro ideas desde las que puede ser analizada e interpretada la temática de los Proyectos de Intervención.

En primer lugar, habría que establecer que desde los primeros pobladores de nuestro planeta los proyectos de intervención existen. A partir de que los humanos se vieron en la necesidad de modificar sus hábitos de vida para convertirse de nómadas a sedentarios se puede reconocer la existencia de estrategias que buscaron la mejora individual y social a partir de procesos educativos; con el paso de los siglos, esos procesos se han ido estructurando y diferenciando, por lo que es imprescindible comenzar con entender qué procesos educativos se visualizan en el aquí y ahora, cómo se nombran, cuáles son sus características y, así, ubicar en cuál de ellos quedan insertados los proyectos de intervención.

En cualquiera de las formas en que puedan ser visualizados los procesos educativos siempre habrá, consciente o inconscientemente, de manera intencional o no, alguien quien educa y alguien a quien se educa. Conforme ha pasado el tiempo, las necesidades de uno y otro han cambiado, se han transformado a partir de una evolución social que cada vez más, en su dinámica, adquiere mayor velocidad. Si bien cualquiera puede educar, para bien o para mal, quienes tienen la responsabilidad, la vocación y el compromiso de hacerlo correctamente son los profesionales del área educativa; explicarlos a la luz de las situaciones actuales es el segundo paso a dar para así comprender el rol que les corresponde desempeñar y sus implicaciones.

Ser profesional de la educación siempre ha representado una de las mayores responsabilidades entre los actores sociales; sin embargo, en el marco de una sociedad de Alicia en el País de las Maravillas en la que dicha sociedad puede tomar el camino que sea porque no tiene definido a dónde quiere llegar, la responsabilidad es aún mayor. El educador que se ha capacitado para ser un profesionista en este campo debe reconocer la importancia de su acción en la guía y orientación de las personas que tiene a su alcance y, por eso, debe tener clara la idea de lo que significa intervenir.

El educador profesional no realiza sus acciones educativas por sí solo ni bajo sus parámetros personales, hacerlo de esa manera provocaría un verdadero caos (otro tipo de verdadero caos); para evitar catastróficas consecuencias (otras catastróficas consecuencias), existe un órgano regulador de la educación, una institución oficial reguladora y orientadora de los procesos educativos que norma la posición educativa oficial. Conocer ésta postura oficial en relación con los proyectos de intervención, es la última escala en la estructuración del marco referencial.

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