Medicina Social
Enviado por pedro212628 • 19 de Abril de 2015 • 4.474 Palabras (18 Páginas) • 276 Visitas
Medicina social
latinoamericana:
aportes y desafíos
Celia Iriart,1 Howard Waitzkin,1
Jaime Breilh,2 Alfredo Estrada3
y Emerson Elías Merhy4
1 Division of Community Medicine, Department of Family and Community
Medicine, School of Medicine, University of New Mexico. La
correspondencia debe enviarse a Celia Iriart a la siguiente dirección:
Division of Community Medicine, Department of Family and Community
Medicine, School of Medicine, University of New Mexico,
2400 Tucker Av. NE, Albuquerque, NM 87131, USA. Fax: 1-505-272-
4494. Correo electrónico: iriart@unm.edu
2 Programa EcoSalud, Centro de Estudios y Asesoría en Salud (CEAS),
Quito, Ecuador.
3 Grupo de Investigación y Capacitación en Medicina Social (GICAMS),
Santiago, Chile.
4 Departamento de Medicina Preventiva y Social, Facultad de Medicina,
Universidad de Campinas, Campinas, São Paulo, Brasil.
La medicina social latinoamericana es un campo de
conocimiento y práctica muy importante, pero poco
conocido por quienes ejercen la medicina y la salud
pública, y sobre todo por quienes no pueden acceder
a la información escrita en español y portugués.
Por este motivo, hemos desarrollado una investigación
sobre este campo científico en la que, además
de la revisión de 350 artículos, libros, capítulos, trabajos
presentados en congresos e informes de investigación
(publicados o no), escritos en español o
en portugués desde la década de los setenta hasta la
actualidad, hemos realizado 24 entrevistas en profundidad
y 10 entrevistas informales con líderes y
participantes activos de la medicina social.
Este artículo presenta el contexto en el que
surgió la medicina social, las diferencias entre ella y
la salud pública, sus teorías, métodos y debates, los
principales temas o problemas considerados, y los
desafíos que supone su difusión entre los anglohablantes
y los profesionales de la medicina y la
salud pública. Con anterioridad se han publicado
dos artículos en inglés. El primero, publicado en
The Lancet, presenta un revisión crítica del trabajo
de los principales grupos de la medicina social en
Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Cuba, Ecuador
y México (1). El otro, publicado en American Journal
of Public Health, describe la historia del campo, los
debates, los enfoques teóricos, metodológicos y técnicos,
y los principales temas (2). La gran repercusión
de estos dos artículos y el deseo manifestado
por médicos y profesionales de la salud pública de
América Latina de poder contar con este tipo de
artículos en español nos mostró la importancia
de difundir la medicina social también entre los
hispanohablantes.
En el texto usaremos el nombre de medicina
social, adoptado en la mayoría de los países
latinoamericanos. Sin embargo, es oportuno aclarar
que en Brasil la corriente ha adoptado el nombre
de salud colectiva porque el movimiento sanitario
surgido en ese país consideró importante
destacar que sus análisis del conjunto de las prácticas
y organizaciones de salud, incluida la práctica
médica, abandonan la enfermedad y su tratamiento,
y el acto médico, como eje central del proceso
salud/enfermedad/atención. Asimismo, consideraron
que había que resaltar la noción de que
es un proceso construido colectivamente, tanto
en la forma que adquiere en cada sociedad y momento
histórico como en las posibilidades de transformarlo
(3, 4).
Palabras clave: medicina social, América Latina,
salud pública, difusión, Internet, base de datos.
CONTEXTO DE SURGIMIENTO
DE LA MEDICINA SOCIAL
La medicina social latinoamericana se desarrolla
por la formación de grupos de académicos,
practicantes e investigadores del campo de la salud
que se unieron a los movimientos de trabajadores y
de estudiantes y a las organizaciones populares disconformes
con el modelo económico denominado
desarrollista, que se implementó con intensidad en
la década de los sesenta en América Latina. En su
campo específico, los grupos ligados a la medicina
social desarrollaron sus cuestionamientos en respuesta
a la crisis de la salud pública, que se puso de
manifiesto a fines de esa década. La salud pública
también denominada desarrollista, que había sostenido
que los efectos del crecimiento económico deberían
llevar a un mejoramiento general de la salud,
mostró sus limitaciones. Contrariamente a sus postulados,
la observación de la realidad latinoamericana
mostró un creciente deterioro de la salud
pública, a pesar de que las economías latinoamericanas
habían tenido un alto y sostenido crecimiento
en las décadas anteriores. Los indicadores de salud,
como la mortalidad infantil, entre otros, comenzaron
a empeorar tras un período de cierta mejoría.
En la mayoría de los países latinoamericanos, la mejoría
de estos indicadores fue consecuencia de las
transformaciones de las condiciones de vida y trabajo
puestas en marcha por las modalidades latinoamericanas
del estado del bienestar que precedieron
a las propuestas económicas desarrollistas. El
estado del bienestar amplió los derechos de los trabajadores
y de los sectores sociales de menores ingresos,
lo cual implicó una distribución más equitativa
del ingreso a través de los salarios, y el acceso
a la educación y a la salud financiado por el Estado
a través de los impuestos o la seguridad social. El
desarrollo de programas preventivos y de los sistemas
de salud financiados con fondos públicos aumentó
el acceso de la población al tratamiento de
diferentes enfermedades y, al ser parte de un proceso
redistributivo de la riqueza, facilitó la mejoría
de los indicadores de salud.
Con el desarrollismo se revierte esta tendencia
redistributiva de la riqueza. Mientras se
observaba un crecimiento de los indicadores macroeconómicos
en la mayoría de los países latinoamericanos,
se deterioraban los indicadores sociales,
entre ellos los de la salud (5–7). Hacia fines de los
años sesenta, las transformaciones en la producción
y en las condiciones de vida y trabajo implicaron un
...