Medio Ambiente

En Colombia se presenta hoy en día diversos problemas y/o conflictos que afecta a todas las clases y niveles sociales que en ella se encuentra. Es claro que el Estado se enfoca en los más representativos, tanto en la economía como en la política. Por estos enfoques tan cerrados es que se ha notado además, un debilitamiento en el Estado, donde sus análisis para una solución debe ser tanto individuales como colectivo, es decir, si se piensa en el bien común se llegara a un bien social.

Por otro lado, también se han perdido los objetivos por el cual el Estado existe, es por ello que también se han presentado múltiples problemas, como los paros de los campesinos, de los pescadores, transportadores, prestadores de servicio en la salud y el más importante en este momento según los diarios locales y nacionales son los problemas que sales por el acuerdo de paz en la Habana-Cuba.

Este conflicto genera gran impacto porque, hay políticos que siempre quieren buscar el lado malo o cualquier debilidad del proceso para estropear lo que se está haciendo, se nota además, la manipulación que las FARC hace cada día para lograr lo que ellos quieren y no lo que el Estado desea o plantea. Si se está buscando una “paz” en este país, debería de ser como se lo menciona, con acuerdos, donde ambos ganen, no dejándole el país en bandeja de plata a las FARC. Hoy 21 de agosto salió en los medios de comunicación que se está mirando el medio para que las FARC y la guerrilla participen en la política, ya que varios de sus jefes no están de acuerdo con el artículo tercero del Acto Legislativo 02 de 2012 que establece “excombatientes responsables de delitos de lesa humanidad y de genocidio cometidos de manera sistemática no puedan participar en política”. Es decepcionante si el estado les permite ser también nuestros representantes.

Además, se esperaba que en esta negociación no hubiera más ataques a la ciudadanía colombiana, civil, empresarial, militares, policías, entre otros. Cada día estos ataques se realizan, haciendo que los colombianos no le vean el sentido a los acuerdos de paz.

El conflicto que refleja en torno al papel del Estado para proteger los intereses individuales o colectivos es la forma en como el gobierno maneja estos intereses, pues la mayoría si bien influye en la ética que rija su conducta pública. De ese concepto esencial de lo político, Estado y/o gobierno se observa como sinónimo de lo colectivo, general y común, que a todos interesa y afecta en su derecho humano a una vida buena y feliz, es entonces de aquí se surge la división entre un Estado, gobierno y el político bueno y el malo.

El primero se pone al servicio público de lo colectivo. Hace el bien y es justiciero para que la generalidad de la gente goce de esa vida que merece. Por tanto, ser un Estado bueno es ser, sencillamente, un auténtico Estado, un Estado de verdad. El segundo, en cambio, está al servicio de su propio medro y por eso se consagra, antes que al interés común, a los intereses particulares de los poderosos. Hace lo que le conviene a él mismo y a estos. En esto consiste su espíritu de justicia. No es más que el lacayo de un sistema económico que provoca un permanente estado de malestar a millones de colombianos. Antepone a la vida buena de todos, la buena vida de unos pocos.

Los conflictos existentes para la preservación de la democracia en torno al papel de Estado son las promesas sin cumplimiento, los ciudadanos de pocos recursos los cuales son comprados para un boto, entre otras, donde no hay una completa libertad individual para decidir quien nos va a representar en el Estado, no hay democracia con la educación, solo el que tiene un medio económico puede acceder a este, no hay igualdad ante la ley, el que tiene poder social y económico puede esquivar deberes u obligaciones.

Y en cuanto a una implementación de modelos totalitarios de seguridad, o la tensión de izquierda y derecha, si se llega a esto, estaríamos volviendo a los conflictos de la época

...