Memorias de un ángel

Memorias de un ángel

Una foto en blanco y negro, una carta sin remitente ni destinatario, un vaso de gaseosa color transparente, la puerta de la habitación cerrada con llave, veneno para ratas y Thánatos cerca.

Abrió el sobre mortífero, lo roció al vaso, pensó en ella, la odió por última vez, y luego bebió del tóxico por completo. Mientras este surgía efecto, se apresuró en leer la carta que explicaba las razones de su muerte, sabía que no tenía mucho tiempo y se apresuró en hacerlo.

No me mató por ti, y mucho menos por mí, me mato por lo que fuimos y porque jamás volverá a ser.

Te fue fácil alejarte de mí, decirme que ya no sentías nada hacia mi persona. Bien. Espero que sea cierto. Porque vaya a donde vaya te estaré observando, y no quiero que llores por mí ni si quiera una lágrima. Veremos si es verdad que no te importo. De esta manera lo descubriré.

Tú te fuiste, ahora yo también me voy, no sé a donde, pero ya no volveré. Sólo tengo los boletos de ida. Hasta nunca. Ojalá y seas si quiera la mitad de infeliz que yo fui.

Te lo deseo de todo corazón, o lo que fue alguna vez.

Ps. Espero no tener que cruzarte en la otra vida. Eres lo peor que pudo haberme pasado, si no te hubiera conocido, quizás seguiría vivo.

Para: María Paula, la persona que le dio sentido a mi vida y luego se lo quitó.

Ricardo empezó a jadear, cada vez la figura de la muerte podía visualizarse mejor, tomó el retrato de su amada, lo atrajo hacia su pecho y esperó que sus respiraciones culminen.

[En el cielo o un lugar muy parecido a este, dos ángeles discutían al seguir esta escena]

- No comprendo, por qué acabar así con su vida.

- Es lógico que no comprendas. Nos hallamos imposibilitados de hacerlo.

- ¿A qué te refieres?

- ¿Cómo vamos a comprender a los humanos? Es imposible para nosotros. Ellos tienen algo de lo cuál nosotros carecemos y allá en la tierra se le conoce como sentimientos.

Inclusive hasta los estados de ánimo lo conocemos gracias a sus experiencias, gestos, reacciones. A veces siento que los envidio. Ellos sí, llegan a conocer el amor.

- ¿Cómo será el amor, será bueno o malo?

- Sólo Dios y los humanos lo saben. Lástima, cuánto daría por experimentarlo si quiera una vez.

- ¿Y si le pedimos a Dios que nos permita enamorarnos?

- No quiere. Yo se lo pedí una vez y su respuesta fue: “De ninguna manera, ustedes no lo soportarían”

- ¿Habrá hecho la prueba antes como para que pueda afirmar esto?

- Lo dudo, pero yo ya me cansé. Ya me harté de la monotonía. Alabarlo día a día, sin nada interesante que nos ocurra. Talvez no comprenda al suicida de hace poco, pero si lo entiendo. A veces me gustaría

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