Mensaje Televisivo

Para comprender el mensaje televisivo es necesario ir más allá del simple análisis a los efectos de éste sobe el público o la investigación sobre las preferencias de las audiencias. Basarse en una indagación de tal tipo sólo arrojara resultados para fines comerciales, obsoletos si la función tiene una perspectiva cultural o social. Para dar respuesta a tal encomienda se requiere indagar en la audiencia sobre lo que recibe, pero, también lo que rechaza; como si se tratara de un hecho comunicativo.

Por tanto, el mensaje televisivo tendrá que sufrir una individualización en sus procesos. Su desmembración será de la siguiente forma:

1. La intervención del transmisor.

2. Sobre las estructuras comunicacionales objetivas.

3. Las reacciones del receptor.

También debe configurarse mediante un sistema de signos, en relación con un emisor y un receptor utilizando un código en común emitido en un contexto comunicacional que define. No obstante, la investigación puede expandir su campo de análisis, logrando introducirse también en los llamados niveles de contenido; donde un nivel de contenido-sistema de signos es más que un sistema de significantes, es también un sistema de significados.

No obstante, aunque la investigación se impregne de enfoque semiológico, ésta debe ir más allá e inquirir en la afectación o influencia de las telecomunicaciones en el comportamiento publico de la comunidad, dando un ángulo sociológico al análisis. Para ello deben de realizarse tales cuestionamientos:

Cunado yo transmito un mensaje ¿Qué recibe efectivamente individuos diferentes en diferentes situaciones?

Puede ser ¿El mismo mensaje?

¿Otro mensaje a fin?

¿Uno completamente distinto?

Las aseveraciones que resulten son de suma importancia para la comunicación de masas, pues de ello deriva si un mensaje es comprendido correctamente para cumplir con el propósito por el cual fue creado. De no ser así propicia, si por mencionar un ejemplo, si no se tiene un código en común resulta “una decodificación aberrante”; una interpretación totalmente distorsionada por parte del receptor. Esto constituye la excepción no prevista, más no la regla. Muchas pueden ser las causas, a continuación se enumeran cuatro de las más importantes:

1. Si no se conoce el código o se posee.

2. Si el código es extraño.

3. Diferentes tradiciones hermenéuticas.

4. Diferentes tradiciones culturales (asimilar un código distinto con el propio puede resultar en errores).

Es importante considerar también para no caer en “una codificación aberrante” tomar en cuenta las diferencias

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