Mentiras, lenguaje no verbal

3. DETECCIÓN DE MENTIRAS

Detectar una mentira no es una tarea fácil, pues no existe ninguna señal del engaño o de la mentira que sea universal para todas las personas. Por lo que conocer determinadas pautas de comportamiento no es garantía de identificar a todos los mentirosos, ya que es posible que diferentes personan reaccionen de forma distinta cuando mienten. Sin embargo, las mentiras siempre dejan indicios no verbales y siempre que la mente duda se da alguna señal corporal que lo revela. Así, el psicólogo Roberto Espinosa afirma que “todas las mentiras generan una reacción física, más o menos evidente según la situación, el tipo de mensaje, o la intención, pero siempre hay una traza física” (Gordo, s.f.), es decir, “todas las mentiras generan una reacción psicofisiológica” (Campos, 2018).

El mentiroso piensa más en lo que dice que en su lenguaje no verbal, puesto que es más fácil manejar las palabras que las expresiones y gestos corporales. De acuerdo con Benítez (2013) existen tres razones principales por las que la comunicación no verbal puede delatar la mentira o el engaño:

1.- Mentir provoca estrés, miedo y esfuerzo que se plasman en gestos y expresiones visibles.

2.- El esfuerzo excesivo de controlar la información genera acciones artificiales con escasos gestos y movimientos y escasa emoción, que desvelan la incongruencia existente entre el lenguaje verbal y el no verbal.

3.- Los procesos cognitivos superiores que van junto al hecho de mentir conducen a comportamientos no verbales inconscientes e involuntarios.

Así, algunas de las señales más comunes a través de las cuales es posible detectar cuando una persona puede estar mintiendo son las siguientes:

1. Comprimir los labios: Suele producirse cuando algo negativo está sucediendo y no se puede contar (Campos, 2018).

2. Taparse o tocarse la boca: Puede dar a entender que se está ocultando algo, se trata de una reacción fisiológica que intenta impedir hablar (Gordo, s.f.).

3. Tocarse la nariz: Cuando se miente se segregan catecolaminas que provocan una ampliación del riesgo sanguíneo en la punta de la nariz, generando picor u hormigueo lo que suscita rascarse (Berbell & Rodríguez, s.f.).

4. Tocarse el cuello: Indica ansiedad, nerviosismo o miedo. Las mentiras también generan picor u hormigueo en el cuello que incita a rascarse. Habitualmente, los hombres intentan disimularlo ajuntándose la corbata (Berbell & Rodríguez, s.f.).

5. Tocarse los ojos: Simboliza la existencia de un problema. Cuando se trata de una gran mentira lo normal es apartar la mirada (Berbell & Rodríguez, s.f.).

6. Expresión de sorpresa mantenida y exagerada: Cuando la expresión es mantenida durante un tiempo significa que es fingida y forzada, y que por lo tanto miente (Berbell & Rodríguez, s.f.).

7. Bajar o esconder los pulgares: Está relacionado con guardarse u ocultar parte de la información (Berbell & Rodríguez, s.f.).

8. Modificaciones en el habla: La voz se vuelve más temblorosa, más aguda, menos consistente y con errores en el habla por el nerviosismo (Benítez, 2013).

9. Otros: Levantar los hombros o negar con la cabeza cuando se afirma algo y levantar las cejas cuando se niega saber la respuesta (Campos, 2018).

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