Meterle psicología a la vida, es dialogar con los problemas, negociar con los conflictos y concertar la convivencia con tolerancia.

INTRODUCCION

A lo largo de nuestra vida hemos enfrentado conflictos de distinta índole tanto laborales, como familiares, políticos, sociales, etc. De ahí que entendamos perfectamente que es un conflicto, el problema es como encauzarlo y resolverlo,  debemos entender que no se resolverán de forma rápida, pero si podemos minimizarlos y hacerlos menos efectivos, etc.

El conflicto se forma por algo, la gente los provoca por diferencia de características, necesidades, incluso de formación, provocando irregularidades a quienes afecta.

En este ensayo, se describe al conflicto como inherente a la naturaleza humana, que son necesarios en nuestra vida e incluso que estos conflictos pueden ser visualizados no solo  de forma negativa, si no que el conflicto también puede ser positivo, ya que se considera que todo lo que nos  mueve en nuestra vida nos hace crecer y superarnos.  

Así mismo, se considera también en este ensayo que el evitar el conflicto, puede ser considerado algo devastador para los involucrados en el mismo, ya que al postergar una solución y se corre el riesgo de que se susciten otros conflictos.

 ¿Qué es el conflicto?

El conflicto es “un choque entre diferentes necesidades, ideas”, que nos brinda una oportunidad para llegar a un acuerdo a la solución de un problema.

Tradicionalmente ha sido definido el conflicto como una “situación social en la que dos partes pugnan al mismo tiempo por ocupar el mismo espacio, poseer el mismo objeto, desempeñar papeles incompatibles, defender ideas opuestas o utilizar medios que se excluyen mutuamente para alcanzar sus propósitos.

Bajo esta definición de conflicto, el éxito se mide por la cantidad que se gane del otro, además se tiende a ignorar  los valores, intereses y percepciones de los otros pues se lucha por demostrar quien está en lo correcto o quien tiene la razón.

Bajo el nuevo concepto de conflicto, tratamos de enfocar el problema como una oportunidad, lo definimos como: “Una situación de discordia entre dos partes que generan un desequilibrio y buscan un cambio”  A partir de esas diferencias se procura realizar ajustes para lograr  la posibilidad de crecimiento y de desarrollo de las partes involucradas en el conflicto, dirigiendo sus fuerzas, no en demostrar quien tiene la razón o la verdad, sino en resolver la situación que enfrentan.

Los indicios de conflicto son:

 Incomodidad; incidentes; mal entendido; tensión y crisis que ya es un indicio evidente de que el conflicto se ha instalado y debemos trabajarlo para solucionarlo o por lo menos evitar la escalada.

Generalmente los conflictos estamos acostumbrados a darles una  connotación de manera negativa, sin embargo los conflictos también pueden ser positivos, así lo señala Paco Cáscon Soriano en ¿Qué es bueno saber sobre el conflicto?

Perspectiva positiva del conflicto

Paco Cáscon Soriano, menciona que el conflicto puede ser positivo. Para afirmar esta idea se pueden dar muchos motivos, pero él solo resalta dos de ellos, en los que describe que la diversidad y la diferencia son consideradas un valor, y que el convivir con la diferencia conlleva al contraste y, por tanto, las divergencias, disputas y conflictos.

Así mismo indica, que solo al entrar en conflictos con las estructuras injustas o aquellas que las mantienen, la sociedad puede avanzar hacia modelos mejores. Es decir,  se considera al conflicto como el principal transformador social.

Evitando los conflictos

Generalmente cuando se presenta un conflicto, la actitud más frecuente hacia ellos es la evitación, es decir sabiendo que existe y nos afecta, optamos por esperar para que sucesos ajenos a nosotros sean los que determinen su solución. Sin embargo cuando evitamos los conflictos, solo estamos prolongando su solución y se crean nuevos conflictos, colocando en situación de riesgo a las personas que están inmersas en este, ya que se genera una

continúa tensión y graves consecuencias.

El conflicto para la Mediación

La esencia del conflicto, según lo entienden las personas mediadoras, reside en una incompatibilidad de objetivos percibida entre personas. Es decir, la creencia de que para que yo pueda alcanzar mis objetivos tú no debes alcanzar los tuyos.

Desde esta perspectiva el conflicto no es bueno ni es malo. Será el modo en que afrontemos esa incompatibilidad lo que determine el que el conflicto adopte un curso constructivo, transformándose del modo más beneficioso para el sistema social, o adopte un curso destructivo para éste.

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