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Metodología Y Observacion


Enviado por   •  3 de Diciembre de 2013  •  13.153 Palabras (53 Páginas)  •  195 Visitas

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TEXTO ACADÉMICO

Introducción:

El presente trabajo, propone un análisis de mis primeras clases dentro del aula; donde reflexionaré a través de algunas ideas teóricas en cuanto al qué significa Ser Docente; que debo tener en cuenta a la hora de enfrentarme a un grupo de alumnos, cómo pensar la clase, seleccionar el conocimiento tratando de incluir a todos, cómo lograr una mirada crítica-constructiva de los educandos a través de las propuestas o consignas para que éstas le permitan e análisis de su propio conocimiento y sobre todo, llegar a la EVALUACIÓN plena de la situación educativa.

“El docente no sólo apunta a formar estudiantes, entretenerlos o hacerlos técnicos expertos. Sino que debe inquietar sus mentes, abrir sus horizontes, encender sus intelectos, enseñarles a pensar correctamente, si es posible”

Robert M. Hutchins.

Por eso, tomando las palabras de Robert M. Hutchins, el enseñar es una tarea que se construye de a dos, de a muchos o de algunos pocos, creando un mundo donde además de lo cognitivo, lo sensitivo y lo perceptivo, juegan un papel de suma importancia, creando una atmósfera donde el aprender sea algo en continua edificación.

¿Pero qué es ser docente? Según el diccionario de la Real Academia Española, el docente es una persona que “enseña”.

La vida, en cambio, demuestra que ser educador es más que enseñar un concepto, un axioma, un procedimiento o alguna destreza manual.

Mediante sus responsabilidades cotidianas, como por ejemplo, preparar clases, llegar puntualmente al aula, exponer ideas, dar testimonio de sus experiencias, corregir prácticas, explicar ejercicios, solucionar problemas, entre otras cosas, el docente expresa, transmite y propone una manera de ser en el mundo. Se convierte en un arquetipo para los estudiantes.

Por otra parte, los profesores que ejercen hace años este oficio saben que se aprende a ser docente todos los días, en cada clase, con cada grupo de estudiantes.

Si tenemos en cuenta, qué es lo que espera un alumno/a de su profesor, podemos citar el ejemplo de Carl Rogers en “El proceso de convertirse en persona”, donde una alumna cuenta: …”no queremos un maestro perfecto, porque nosotros los alumnos no lo somos, te pedimos que aceptes tus limitaciones porque no sos el dueño de la verdad y aceptes también las nuestras. No todos somos iguales…”

Lo importante del rol docente es que seamos “guías”, pues los guías, enseñan y ayudan a “humanizarnos” , a pensar, a reflexionar, a saber elegir qué conviene, analizar los pro y los contra que implica cada elección, además, guías son las personas que forman la personalidad y respetan al otro tal cual es, sin imponer prototipos creados.

Por ello, al momento de enseñar debemos considerar que no todos los niños, jóvenes y adultos son iguales y no todos son partícipes de la misma realidad, es por eso que, el profesor debe involucrarse en la realidad de sus estudiantes, debe enseñarles a conocerse a sí mismo, a entender y participar de su cultura. Así, el rol del profesor no puede ser pasivo, sino al contrario, debe ser ACTIVO, para en lo posible, no convertirse en el docente tradicional, el que lee y lee pero sin aventurarse a hablar de lo que piensa con sus estudiantes, quedando atrapado en el saber “acabado” o “enciclopédico”, por llamarlo de alguna manera, pero si elige el otro camino y logra relacionar toda esa lectura con su país o región, conseguirá activar su rol y así compartir y debatir una realidad social.

Finalmente, apropiándome de las palabras de Paulo Freire: “Enseñar queridos míos no es vomitar conocimiento cosa que resulta bastante difícil ya que nos tenemos que revisar constantemente para no caer en simplismos, contradicciones o incoherencias, enseñar implica pensar acertadamente, con autoridad, pero no el poder descontrolado o la opresión hacia los educandos, si no ganarse el respeto y el reconocimiento de otros por la labor que se hace bien…”, es decir que, como docentes debemos intentar ser humildes, tolerantes, respetuosos de las opiniones del otro, como así también, recordar que alguna vez nuestra voz fue escuchada y respetada.

Ahora bien, teniendo en cuenta que para crear el proceso de aprendizaje, es necesario plantearse que una de las formas para llegar al conocimiento es a través de la escritura, desde esta perspectiva la actitud creativa frente a la educación significa descubrimiento, liberación y fomento de los potenciales del hombre que enseña y aprende. A esto nos referimos cuando detallamos que el profesor debe buscar la manera más adecuada para estimular la inteligencia e imaginación de sus alumnos. Y es precisamente, donde la invención y la innovación ocupan un lugar fundamental en la tarea y práctica docente para poder encontrar un camino educativo.

Por su parte, la consigna de invención está estrechamente relacionada con la creatividad tanto para el profesor como para el alumno, como la define Grafein… “A veces la consigna parece lindar con el juego, en otras ocasiones, con un problema matemático. Pero cualquiera sea la ecuación, siempre la consigna tiene algo de valla y trampolín, algo de punta de partida y llegada…”, es decir que, a través de la invención de consignas el alumno entiende mejor qué es lo que hay qué hacer o qué es lo que se le pide. Así, la consigna puede proponer la generación de un texto nuevo o transformación de uno previo, de esta manera cada texto producido debe ser valorizado como tal, de modo que a través de esta consigna se aprenda que no hay un solo camino para resolverla, al igual que ocurre con el problema de escritura donde todo termina y empieza por un proceso.

Así, Carina Rattero, en “La pedagogía por inventar”, enuncia: “… Es necesario restituirle a la educación algunas palabras e ideas que sostengan el acto educativo, donde el otro es alguien capaz de leer, pensar por sí mismo, de entender lo que digo, que es alguien a quien su origen no determina un destino…” por este motivo estimo que muchas palabras o frases que vamos a utilizar a lo largo del recorrido de la invención está estrechamente relacionada con la realidad en la que nos enfrentemos cotidianamente, o nacerán de nuestra propio disparador de ideas, en fin, la escritura nos llevará a producir textos a partir de las consignas que en este caso actúan como disparadoras para generar, crear, nacer y gestar diría Rattero (1999), donde nacerá un mundo posible.

Por lo tanto, al momento de plantear una consigna hay que hacerlo junto con una intención que debe ser la de crear, gestar, accionar el mundo de la palabra, por lo que la consigna significa proponer la elaboración de un texto nuevo o una transformación del mismo, como así también pautar

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