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Mi Novela Favorita


Enviado por   •  23 de Octubre de 2013  •  348 Palabras (2 Páginas)  •  328 Visitas

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—Muchos cambios en dos semanas —susurró él, dándose cuenta de que aquello había afectado a algo más que a su nevera. Ahora era padre, y sentía una pasión hasta entonces desconocida. Cuando le vino a la mente la palabra «pasión», se dio cuenta de que no sabía cómo describir lo que sentía, pero estaba seguro de que no era sólo una cuestión hormonal.

Deseaba a Kathy, no había duda alguna al respecto, pero además disfrutaba hablando con ella. Le gustaba mirarla mientras tenía a la niña en brazos y se sentía bien al volver a casa después de un largo día de trabajo para ver su sonrisa.

—Ha superado mi perímetro de seguridad —murmuró.

Le hubiera gustado que aquello fuera una de tantas aventuras como había tenido, pero lo que había conseguido iba más allá. Era tanto que no estaba seguro de si estaba preparado para definirlo, incluso para sí mismo.

Maegan le dio un golpe en la mandíbula con su puñito, como si quisiera recordarle que la leche no se calentaba sola.

—De acuerdo —dijo él, asintiendo—. Primero los problemas de la hija, luego nos ocuparemos de los del padre —metió el biberón en el microondas—. Qué maravilla de aparatos.

Mientras la leche se calentaba, sentó a Maegan sobre la encimera sujetándola para que no se cayera. La niña empezó a dar golpecitos con los pies en el mueble que había debajo, indicándole que su paciencia estaba llegando al límite.

—No es sólo el biberón lo que quieres, ¿verdad? —preguntó él—. Seguro que tú también echas de menos a Kathy.

Brian le acarició el pelo y la espalda.

La niña hipó.

—Se ha convertido en tu madre, ¿verdad? —tenía que haberse dado cuenta de que Kathy se convertiría en alguien tan importante para la niña como él. Por supuesto que Maegan la echaba de menos; Kathy era la verdadera constante en su vida. Él iba y venía, pero ella era a la primera que veía por la mañana y la última de quien se despedía por la noche. Excepto los fines de semana, que los habían pasado con Kathy, de todas maneras.

—Nos hemos quedado pillados. ¿Verdad, Mae?

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