Minuchin

Me ha encantado leerme este libro aunque haya sido un poco tarde. La verdad es que es un libro que tenía en casa hace años y que no había conseguido leerme. Creo que me daba impresión y a pesar de haberlo empezado alguna vez, nunca lo leí al completo. Así que un poco apurada por las exigencias de los bloques actuales por fin lo he leído.

La verdad es que, como esperaba, me ha gustado mucho.

La lectura me ha resultado sencilla, el lenguaje es apto para todos los públicos y aún cuando se centra en técnicas específicas donde emplea terminología específica para explicar situaciones concretas es fácil comprenderlo.

Lo que más me ha ayudado son las secuencias de intervención que muestra el libro. Me ha ayudado a entender técnicas que a pesar de entender lo que exponen el verlo en ejemplos concretos y variados me han hecho por un lado perder el miedo a no ser capaz de verlo y por otro a entenderlo mucho mejor ya que con ejemplificaciones resulta más sencillo.

Muchos términos de los que habla me quedan más claros e integrados, a pesar de no ser nuevos para mí, quizá por falta de práctica no los tengo aún integrados en mi comprensión y mi vocabulario, en muchas ocasiones veo interacciones familiares que sé que son perjudiciales y sé que hay que trabajarlas, pero no sé cómo darlas nombre. Sinceramente creo que en eso me ha ayudado mucho el libro.

Me ha gustado el concepto de “perder para ganar” en la formación de la propia familia. Justo me estaba leyendo anteriormente el libro de “mundo amarillo” de Albert Espinosa en el que habla de eso, de las pérdidas como ganancias y en cuestión de pocos días de nuevo lo encuentro en este libro, interesante cuanto menos, sobremanera en mi historia personal en la que las pérdidas han sido muchas y dolorosas, me gusta esta nueva perspectiva de las mismas.

También me gustaría resaltar lo que comenta al respecto de la Cultura individualista en que nos encontramos, en la que es más valorado cualquier movimiento hacia el individualismo en desprestigio de lo familiar. Yo personalmente valoro mucho la familia pero por mi formación creo que en muchas ocasiones he pecado de más las restricciones que ofrece la familia que los aspectos más positivos, me hace reflexionar y ponerme las pilas.

Respecto a las numerosas técnicas y herramientas que ofrece el libro resaltar que en boca de este hombre parecen muy sencillas, me he quedado pegada al libro en muchos ejemplos, recuerdo en especial el caso de una madre soltera enferma renal con dos hijas y dos gemelos que, auxiliados por lo servicios sociales son a ojos de todos una familia desestructurada y los gemelos especialmente vistos como demonios. Creo que Minuchin realiza una intervención majestuosa, me apasiona como parece divertirse mientras es capaz de ver con claridad lo que quiere resaltar y lo va haciendo con total naturalidad y espontaneidad, como si no le costase hacerlo

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