Mitos.
Enviado por 123corzo • 6 de Enero de 2014 • Tesis • 3.175 Palabras (13 Páginas) • 300 Visitas
Mitos:
LA ARÑA GRIS SALVA A LA TIERRA DE CAERSE.
Cuentan los indios pimas, o’odham, “pueblo del río”, del estado de Sonora, que en el principio de los tiempos no existía absolutamente nada, ni Cielo, ni Tierra, ni agua. Pasado muchísimo tiempo, miles de años, la Oscuridad formó una enorme masa de la cual surgió el Espíritu del Chamán de la Tierra, Juh-Wert-A-Mah-Kai, flotando incesantemente sin poder descansar ni tener un lugar donde posarse para descansar.
Un día en que se encontraba especialmente cansado, el Espíritu decidió construirse un lugar donde poder reposar y vivir cómodamente. Tomó un poco de polvo de su pecho y un poco de su sudor, los mezcló cuidadosamente y formó un terrón, sobre el cual cantó y bailó hasta que surgió un arbusto de creosota (Larrea Tridentata), planta muy común en los desiertos. Acto seguido, Chamán de la Tierra creó a las hormigas, y a la termita llamada hiaptic quien hizo crecer al terrón hasta que Tierra alcanzó el tamaño en que la conocemos. Chamán de la Tierra cantaba y bailaba, y al compás de sus pasos la Tierra se iba formando maravillosamente; hizo surgir al Cielo que desde entonces sirve para tapar a la Tierra; asimismo, apareció la primera casa de los pimas. De repente, la Tierra se deformó, se desunió, y quedó inservible para ser habitada. Chamán de la Tierra decidió crear a la Araña Gris para que tejiese una telaraña alrededor de las orillas de la Tierra que la sostuviera y pudiera volverse a unir. Así lo hizo la Araña Gris, y tejió tan bien y tan fuerte la telaraña que la Tierra quedó firme y sólida.
CHAMÁN DE LA TIERRA Y HERMANO MAYOR CANTAN.
Hace miles de años en el universo solamente había una persona: Dios. Carecía de materia y forma, era sólo espíritu. Un día, decidió formar el Cielo, Damkatchin, para que en él descansara su alma. En el Cielo creó a una persona que era la Luz y a Chamán de la Tierra que descendió y creó al mundo. Entonces el Dios cantó:
¡Chamán de la Tierra, chamán de la Tierra,
Tú creas la Tierra ahora,
La pones en movimiento!
Chamán de la Tierra creó a Siuuhu, Hermano Mayor, al tiempo que cantaba:
¡Hermano Mayor chamán!
Has creado las montañas a nuestro alrededor.
¡Has puesto todo en movimiento!
Así, cuando la Tierra y el Cielo se tocaron nació el Hermano Mayor, su hijo.
Chamán de la Tierra y Hermano Mayor decidieron crear un Hombre utilizando barro. Dejaron a la figura en el suelo y se sentaron junto a ella. Le soplaron su aliento y la figura cobró vida. Enseguida, procedieron a crear una Mujer. De esta pareja nacieron los indios pápagos. Como todo estaba oscuro, la pareja se puso a dormir. Los tres espíritus sagrados decidieron crear el Amanecer, el cual surgió por el Este. Fue entonces cuando la pareja despertó, y los dioses cantaron:
¡He creado la mañana,
La he colocado en el Este.
Ha comenzado a iluminar la Tierra!
ITZAMNÁ, EL SEÑOR DE LOS CIELOS, LA NOCHE Y EL DÍA.
En la cosmovisión maya Itzamná ocupa un papel fundamental en la creación del universo. Sentado desde una banda astronómica, símbolo de los planetas, dirigía al cosmos desde su morada en el Cielo. Itzamná, creador del fuego y del corazón, representaba la muerte y el renacimiento de la naturaleza. Debido a su carácter omnipresente se le representó de muy variadas formas: como viejo desdentado; como pájaro sagrado, Itzam Ye, símbolo del plano celestial; y como cocodrilo, Itza Na Kauil, connotación del plano terrestre. Asimismo, su imagen podía representarse con atributos de jaguar, venado, pez, y serpiente. Fue asociado con el agua, el fuego, la vida y la muerte.
Estaba vinculado con el rostro del Sol y con la lluvia y, por ende, con la agricultura. Fue el hijo de Hunab Ku, el dios único, y esposo de la diosa Ixchel, la truculenta Diosa de la Luna. Su nombre proviene de su famosa frase con la que se definió ante los hombres: Itz en kaan, itz en muyal, soy el rocío del Cielo, soy el rocío de las nubes. Pero su nombre también puede significar “casa de la iguana” Según el historiador Eric Thompson, su nombre deriva de itzam, lagarto, y de naaj, casa, lo cual nos daría Casa de Lagarto. El Dios Cocodrilo enseñó a los hombres el cultivo y el uso del ki, henequén. Además, fue el primer dios-sacerdote inventor de la escritura y de los libros, y el mecenas de la medicina. Es nada menos que el descubridor de las ciencias y el conocimiento, y patrón del día Ahua, el último y el considerado el más importante de los veinte días maya que conforman el mes.
K'URHIKAUERI, GRAN SEÑOR DEL FUEGO.
Un mito purépecha nos cuenta que al principio de los tiempos no había nada, todo era oscuro, todo era un gran círculo sin principio ni final. De pronto, de ese fondo oscuro surgió un rayo de luz que creció y creció hasta formar una gran bola de fuego que rompió la oscuridad en infinidad de pedazos. Del centro de la gran bola de fuego salió el dios K’urhikaueri, o Curicaveri, Gran Señor del Fuego, el Sol, dios de la guerra, benefactor de los humanos; y la diosa Kuerahuáperi: principios creadores masculino y femenino. Junto a ellos apareció un soplo divino llamado Kuritacaheri.
Un mito purépecha nos cuenta que al principio de los tiempos no había nada, todo era oscuro, todo era un gran círculo sin principio ni final. De pronto, de ese fondo oscuro surgió un rayo de luz que creció y creció hasta formar una gran bola de fuego que rompió la oscuridad en infinidad de pedazos. Del centro de la gran bola de fuego salió el dios K’urhikaueri, o Curicaveri, Gran Señor del Fuego, el Sol, dios de la guerra, benefactor de los humanos; y la diosa Kuerahuáperi: principios creadores masculino y femenino. Junto a ellos apareció un soplo divino llamado Kuritacaheri.
Kuerehuáperi con el tiempo se volvió una hermosa muchacha y el Gran Señor del Fuego se enamoró de ella. Para hacerle la corte, le mandó rayos de luz que se le quedaron a la diosa en su frente, en su matriz y en sus dos manos. Entonces, la diosa se convirtió en Nana Kuerajperi, la Madre de la Creación, que dio nacimiento, en una tremenda tormenta, a todas las cosas: Tierra, montañas, árboles, ríos, lagos… Kuerahuáperi, Desatar en el Vientre, La que Da la Vida y la Muerte, tuvo cuatro manifestaciones o hijas, que son las cuatro nubes de las direcciones-colores, que pueden otorgar vida con su lluvia o destrozar los sembrados con los aguaceros y las granizadas. La más importante manifestación de la diosa madre fue su hija Xaratanga, Luna Nueva, relacionada con la fertilidad. Ella es la
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