Modelos de competitividad en un entorno globalizado

Modelos de competitividad en un entorno globalizado

Hablar del desarrollo endógeno local significa adentrarse a las posturas históricas de su nacimiento y transformación. Su papel radica en la autonomía que poco a poco se le fue proporcionando y sobre todo a la delegación de funciones y servicios para las necesidades básicas de una población sobre un territorio determinado. Entender que la globalización no solo significa una polarización de la sociedad, sino brindar la oportunidad de generar nuevos esquemas de gobierno, en los cuales la participación ciudadana juega como un eje fundamental para la toma de decisiones.

Ser un país dentro del contexto de la globalización no significa tener empresas transnacionales en el territorio o una cultura nutrida por los elementos de transculturación propios de una era global, significa ver en los órganos más cercanos a la gente la oportunidad de redimensionar las decisiones y la visión de crecimiento; tener un gobierno incluyente que se adapte a los nuevos contextos sociales y que fomente un dinamismo en los elementos que conforman un municipio permite tener una sociedad sana, con apertura hacia el cambio y mejores niveles en la calidad de vida.

Utilizar elementos como la tecnología y la información, la cultura, las relaciones sociales, y la política pueden representar oportunidades a partir de la globalización y la respuesta de los gobiernos hacia la gente que simbolicen la legitimidad en la toma de decisiones y la apertura hacia nuevos contextos globales que representen oportunidades de dinamismo social, económico y de crecimiento.

Desarrollo

Durante las últimas décadas del siglo XX el proceso de crecimiento e integración en todo el mundo, desde el  Consenso de Washington se le ha denominado como Globalización, esta nueva era fue caracterizada, según las palabras de Manuel Castells (1997) por las transformaciones políticas, ideológicas, sociales, culturales y principalmente económicas que se han expandido en gran medida por los medios de comunicación masiva generando dentro de los gobiernos la necesidad de reestructurar a sus instituciones bajo los nuevos esquemas del régimen mundial que les permitan responder a las crecientes necesidades de la sociedad. Tratar de explicar este fenómeno internacional, que después de la Guerra Fría comenzó a tener impactos importantes sobre las economías hizo necesaria la creación de algunas teorías y estudios sobre el nuevo comportamiento global y sobre todo de la inserción por parte de las células más pequeñas al nuevo contexto internacional, por los cambios que se han derivado de las transformaciones sociales y las actividades económicas que han influido en el desarrollo y sobre todo en la manera de pensar y actuar de la sociedad en estas micro esferas.

Aunque muchas economías se vieron beneficiadas por el incremento del comercio y la creación de bloques internacionales, no todos los países tuvieron la misma suerte y proporción de crecimiento en comparación con las grandes potencias como Estados Unidos o Japón, por lo que uno de los efectos negativos de la globalización ha sido la creciente desigualdad, carencias, tensiones y antagonismos entre las clases sociales (Ianni, 2004) por lo que una de las acciones que comenzaron a tomar los gobiernos centrales fue recrear sus funciones y delegar la prestación de los servicios a la institución más cercana a la gente, el municipio.

Podemos entender a la división territorial municipal:

“…como una entidad administrativa de nivel local, constituida por territorio, población y poderes públicos; es un ente organizativo del Estado que goza autonomía gubernamental y administrativa, cuya función es gestionar los intereses de una comunidad y dar solución a sus problemas” (Valencia Carmona, 2003. Pag.86)  

De esta afirmación denotamos la capacidad y responsabilidad que adquiere el municipio respecto a la población y el papel, que derivado de los procesos de la globalización, comienza adquirir en el contexto global.

La globalización, junto a su evolución ha representado durante los últimos tiempos uno de los debates más importantes de la historia actual contemporánea, ya que a pesar de las criticas por las crecientes desigualdades, la relación que existe entre las acciones del gobierno y su manera de reaccionar frente a los nuevos escenarios mundiales, radica según palabras de Stiglitz en que:

“…Cualquiera que sea el estadio de desarrollo político y económico de un país, los gobiernos marcan la diferencia, las administraciones débiles y demasiado intrusivas han dañado tanto la estabilidad como el crecimiento… (Stiglitz, 2002. Pag. 25)”

De estas palabras del Premio Nobel de Economía, comenzamos a comprender la importancia que se genera a partir de la perspectiva del municipio y su localización^[1] respecto al orden global, porque para él la globalización no sólo representa un acercamiento por medio del intercambio de bienes y productos; información, conocimientos y cultura, sino que actúa también como un catalizador del progreso humano que representa un proceso caótico que busca solventar los desafíos mediante ajustes dentro de la administración y la manera de legitimar el poder incorporando actores públicos, privados y a la sociedad civil. Una de las mayores críticas hacia el proceso de la incorporación de la aldea global^[2] es la creciente desigualdad y la polarización de las clases sociales o los polos económicos que se transforman de acuerdo al mercado mundial, sin embargo este proceso ha tendido diversas ventajas respecto a la creciente participación social, la actuación autónoma del municipio y sus transformaciones para el crecimiento endógeno de las localidades.  

La transformación de la sociedad han traído consigo una serie de cambios respecto a su política, economía y cultura. Después de la época de la posguerra en 1945, las transformaciones principalmente dentro de las instituciones públicas, le significaron al gobierno la necesidad de crear un Estado de bienestar que proporcionara bienes y servicios a la sociedad mediante una serie de funciones centralizadas y con la aplicación de políticas de arriba hacia abajo con los primeros enfoques organizacionales puestos sobre una visión empresarial del sector público; el gobierno había logrado dar respuesta a la problemática que hasta esos tiempos había surgido.

Sin embargo, algunos años más tarde comenzaron las primeras críticas sobre este sistema y su efectividad, ya que la creciente participación social estaba tomando un papel relevante dentro de la vigilancia que hacia respecto a las decisiones del gobierno y la aplicación de los recursos y las políticas gubernamentales, aunado a eso, en el aspecto global se hacían evidentes las transformaciones y la exigencia por parte de las sociedad y las empresas de los servicios y bienes que le exigían al gobierno, además de las crisis económicas en varios países que se estaban viendo en la necesidad de crear nuevas alternativas para dar solución a sus problemas internos y que estos no causaran una conmoción social que se pudiera desatar en algún conflicto bélico.

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