Movilidad Urbana

Los avances a nivel de transporte , bien a nivel de infraestructuras como de los propios vehículos, han permitido la mejora de nuestras vidas a nivel de comunicaciones, comercio o transporte pero también han incrementado la contaminación (ambiental, acústica…), la necesidad de transporte público o el exceso de vehículos privados.

Durante estos últimos años, numerosos grupos han destinados esfuerzos al control del transporte propio, la mejora de los servicios comunes o el desarrollo de tecnologías sensibles con el medio ambiente. El alto coste inicial y el poco desarrollo de las investigaciones echan atrás proyectos que con una buena planificación y previsión podrían mejorar la vida de los habitantes. Este parece ser el mayor problema (o miedo) de los inversores. Lo mismo ocurre con las actuales redes de autobuses en numerosas localidades nacionales: horarios regularizados y homogéneos que saturan las horas punta y despilfarran durante los períodos intermedios. La posibilidad de detección de espacios de estacionamiento o la aplicación de tecnologías menos contaminantes es una realidad actualmente no aplicada, así como el planeamiento y dimensionamiento de las redes de transporte público. La problemática se resume entonces no en la falta de recursos sino en la falta de atención en motivos de planificación y a una falsa idea de sostenibilidad.

La mejora real y sensible de la red pública provendría de un itinerario heterogéneo, con un aumento del dispositivo durante las horas puntas del día y reducción del mismo durante las horas intermedias. Esta solución no requeriría un aumento de flota sino la optimización de la ya existente. Sólo cuando hubiéramos cumplido estos requisitos pasaríamos a modificar los vehículos por otros más respetuosos con el entorno.

Una de las soluciones planteadas es el uso del vehículo eléctrico para así poder reducir la contaminación que genera uno convencional. Siempre y cuando la energía eléctrica sea producida de la manera más limpia posible, este medio de transporte ganará adeptos y reducirá los valores de contaminación actuales.

Además de los sistemas de detección actuales, se proponen sistemas de aparcamiento inteligentes más cercanos a la ciudadanía mediante la conexión a internet de los mismos, facilitando el acceso a la información y permitiendo mayor control sobre el espacio existente.

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