NINIS.

NINIS

Hace referencia al sector de la población que en la actualidad no está trabajando ni estudiando (NI estudia, NI trabaja), siendo la mayoría jóvenes de edad escolar.

No hace mucho tiempo se utilizaba la pregunta: “¿Y tu estudias? Ó ¿Trabajas?, El concepto no ha sido del todo definido, pero la realidad es que 7.5 millones de jóvenes en México, por diversas razones, no estudian ni trabajan.

Los medios de comunicación hablan de toda una generación que se propaga a nivel mundial, aunque los estudios no concuerden en lo que define a quienes son conocidos con este apelativo.

Hasta hace unos días, el concepto de “ninis” ni siquiera aparecía en la famosa enciclopedia virtual Wikipedia, cada país le ah dado un significado diferente.

Aunque sin una definición formal, los “ninis” ya son causa de polémica y discusiones en México, todos ellos tienen algo en común: su vida carece de oportunidades de desarrollo.

Se desata la polémica Sin definir con exactitud cuándo surgió el concepto de “ninis”, según los datos publicados en la red, se entiende que son los jóvenes que por la falta de oportunidades educativas, laborales y sociales, no estudian ni trabajan. Su sustento lo obtienen de los padres de familia, los cónyuges o la delincuencia.

CAUSAS:

Las causas de la aparición de estos individuos son muy diversas, ya que la mayoría tacha al gobierno como culpable y otros culpan a la sociedad con su aparición, específicamente a los padres de estos chicos que les cumplen sus caprichos evitando que se formen escolar y laboralmente en el mundo.

• La crisis económica reduce la posibilidad de encontrar empleo para los jóvenes asi como privar los medios materiales que el joven necesita si desea seguir estudiando.

• La crisis familiar rompe los lazos de amor, fraternidad, respeto asi como el apoyo mutuo, que la caracteriza y promueve el desarrollo integral, la autoestima y los buenos hábitos.

En términos generales, el fenómeno de los Ninis se explica tanto por causas que escapan al control individual.

• acceso limitado a la educación,

• obsolescencia de los modelos educativos

• falta de oportunidades de empleo y desarrollo productivo

• inestabilidad y precariedad laboral

• insuficiente ingreso de los hogares

• como por entornos familiares poco propicios para el desarrollo de los jóvenes

• incluso por decisiones de carácter personal relacionadas (o no) con eventos del curso de vida

• la unión o el matrimonio y el embarazo tempranos que determinan una elevada deserción escolar.

IMPACTO EN LA SOCIEDAD:

El término nini se ha generalizado, aunque trata de encubrir el problema fundamental: se trata de jóvenes que dejan de estudiar, y probablemente no encuentran trabajo, a lo mejor no por su voluntad, por flojos o por falta de capacidades, si no por el desmantelamiento de un modelo de estado que antes trataba las demandas de educación y empleo que el mercado no logra responder.

El drama sociológico y generacional que representa este fenómeno no solo es la explicación de los empleos deficientes, del reclutamiento de jóvenes a la delincuencia organizada o a la abundancia de la informalidad. Es también el quiebre de un sistema político no le ha garantizado a las nuevas generaciones un presente digno y un autoestima social.

Es una generación marcada por la desilusión que dominan los ninis, presidida por las tribus urbanas y la generación X.

El nombre de estos jóvenes andan por las calles sin ilusión si compromiso, que ni estudian ni trabajan, nada les llama la atención. Sin cumplir el sueño, esa ilusión donde si se lograba tener educación superior, entonces se lograría tener un trabajo seguro y bien pagado, ascender de clase social económicamente.

El estado ha abandonado su responsabilidad de asegurar el bienestar social al acceder a la iniciativa privada de servicios (agua, salud, educación, basura, y hasta la inseguridad).

De no aprovechar esta población de edad productiva, habrá una población inconforme y demandante de servicios, sin instituciones capaces de responder seguridad y bienestar.

Sin posibilidad de empleos y sin estudios, el futuro de los jóvenes se encamina hacia otros caminos: la delincuencia organizada, la migración, el sub empleo o el trabajo informal.

Representa una vía de desahogo ante una demanda social incontenible que irá creciendo, ante la incapacidad de opciones reales de satisfactores sociales y laborales.

Se cree que ser joven es un riesgo ya que además del desempleo, pobreza, ausencia de oportunidades educativas, depresión, soledad, incertidumbre y adicciones, ahora también enfrentamos el riesgo de ser incluidos o asesinados por bandas del crimen organizado.

En el tema de las adicciones, el uso de la cocaína se duplico, mientras el uso de la marihuana disminuyo de la población. La mayor parte de los consumistas son los jóvenes.

El INEGI también ha alertado del aumento de homicidios entre jóvenes con edades de entre 15 y 29 años, pues entre el 2007 y 2009 incremento en 140%.

La suma de las situaciones hace ver el riesgo que hay para la población joven, quienes además de los bajos ingresos, la desigualdad social y la carencia de oportunidades educativas y de empleo, tienen un riesgo mayor en la sociedad.

Se considera que no ser atendidos por políticas públicas adecuadas, existe el riesgo de hacer a los ninis una presa fácil de que caigan en la violencia, las adicciones y el crimen organizado, convirtiéndolos en un peligro para la cohesión social y la democracia, e incluso una bomba para la seguridad del país.

Se dice que para las mujeres la desventaja es aún mayor, algunas por causa del matrimonio, la unión o el nacimiento de un hijo.

Se reconoce que aunque muchas de las intervenciones de política pública a favor de los jóvenes, han sido insuficientes, por lo que se requiere configurar una agenda de políticas, estrategias y acciones en esta materia, complementada con un conjunto de políticas transversales que contribuyan a garantizar igualdad de oportunidades.

4 de cada 10 hombres y mujeres que trabajan en el mundo están tratando de extraer su sustento de la tierra y, en algunos de los países con menores niveles de ingresos, tres cuartas partes o más de los trabajadores, especialmente mujeres, se dedican a la agricultura. La mayoría son muy pobres, y existe una profunda y poderosa corriente migratoria de las aldeas a las áreas urbanas de los países en desarrollo, en busca de un trabajo mejor remunerado. Y muchos de los hombres y mujeres que trabajan

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