Negocios.
Enviado por oivatco • 14 de Noviembre de 2013 • 790 Palabras (4 Páginas) • 223 Visitas
Un buen plan de negocio es el pasaporte para que un proyecto empresarial deje de ser una idea y se convierta en una realidad. No es suficiente con tenerlo en la cabeza, hay que plasmarlo en papel, así se aclara y se simplifica. La elaboración de este plan debe comenzar con la formación del propio emprendedor. Para Carmen de Pablos, directora de la cátedra Jóvenes Emprendedores de la Comunidad de Madrid, el nuevo empresario tiene que trabajar tres ejes fundamentales: formación en materias necesarias en la gestión de empresas (finanzas, márketing o nociones fiscales); elaboración de un plan de empresa que se convertirá en una hoja de ruta, un poco teórica y con incertidumbres al principio, pero que ayudará a descubrir posibles fallos; y, por último, preparación del producto o servicio. Si no está totalmente terminado, es mejor no sacarlo a la venta. Las prisas a menudo conducen a un fracaso seguro. Ignacio Castro y José Rufino, profesores de administración de empresas y márketing de la Universidad de Sevilla, definen el plan de negocio como un instrumento de trabajo que recoge el proyecto y que identifica las fortalezas y las debilidades del mismo. Además, insisten, “es una herramienta de comunicación que permitirá al emprendedor transmitir a inversores, proveedores y clientes los objetivos que se persiguen, cómo se van a alcanzar y cuáles son las posibles vías de actuación para convencerles de que se sumen a la iniciativa”. Entre los puntos que debe contemplar un plan de empresa, los expertos señalan los siguientes:
Resumen ejecutivo. Contiene las señas de identidad de la empresa. Describe la misión y visión del proyecto, explicando quién eres, qué ofrecerás, a quién, cómo y por qué la idea es viable.
Mercado. Define el campo de actuación y determina el área geográfica, la dimensión de la empresa, la estructura y el sistema de trabajo. Este apartado debe incluir también una descripción del perfil de los futuros consumidores.
Posicionamiento. Recoge la identidad de la empresa en el mercado. Es decir, cómo quieres que te vean y hasta dónde quieres penetrar. Para abordar este punto es aconsejable hacer un ejercicio de reflexión y responder a preguntas como: ¿Qué te hace único?, ¿qué necesidades del cliente cubro? o ¿cómo me puedo adelantar a sus exigencias?
Competencia: Este apartado reúne información y documentación sobre los competidores más cercanos y sobre otras empresas que, en algún momento, puedan entrar en tu campo de actuación. Una labor exhaustiva de documentación en este sentido es un punto que los inversores valoran de forma positiva.
Finanzas. El control de costes de producción y de desarrollo es una parte fundamental. Debe recoger una estimación de los potenciales ingresos. Además hay que calcular la rentabilidad y el valor esperado de cada proyecto. No hay que olvidarse de describir los posibles riesgos y la forma en que se
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