Nuestro Actuar Comunicativo: Digo Lo Que Pienso O Pienso Lo Que Digo

Nuestro actuar comunicativo: Digo lo que pienso o pienso lo que digo

¿Por qué crees que es necesario distinguir entre lo que se piensa y lo que se dice, entre la argumentación y la opinión?

Muchas veces hemos escuchado el dicho: “los niños y los borrachos siempre dicen la verdad”. En el caso de los niños, es porque son sinceros al emitir su opinión sobre las cosas o personas. Los borrachos, por otro lado, al encontrarse desinhibidos por el alcohol dan opiniones sin miedo a ser juzgados. En otras palabras, ellos dicen lo que piensan aunque les falte criterio para hacerlo.

La opinión es decir lo que se piensa sobre algo o alguien y se basa en argumentos para dar más credibilidad a su punto de vista. Por lo tanto, más que necesario, es fundamental distinguir entre lo que se piensa y lo que se dice. Si definimos los dos aspectos tenemos que, “lo que se piensa” es la formulación de ideas que hacemos sobre diversos temas. Ahora, “lo que se dice” es expresar verbalmente lo que se piensa.

Entonces, al tener claro esta diferencia somos capaces de dar nuestra opinión y esperar que el que nos escucha entienda lo que de verdad pensamos sobre un tema. Pero para que nuestra opinión sea válida, tenemos que sustentar y como lo sustentamos, con argumentos. Entonces el argumento forma parte de la opinión, ya que es quien le da base a la exposición de la idea que se tiene. Aun cuando los argumentos estén errados o sea de poca aceptación, la opinión se respeta.

¿Cuál es tu opinión y evaluación al respecto en tu vida diaria?

En mi vida diaria, cuando se me consulta sobre un tema trato de emitir mis opiniones de acuerdo a lo que pienso. Me baso en argumentos de ejemplificación, causales o generalización para convencer a mi receptor de que tengo conocimiento sobre lo que se me pregunta.

Aunque, a veces cometo el error de dejarme llevar por mis emociones trato de que esto no ocurra en temas que, para mí, son serios e importantes.

¿Qué acciones propondrías para mejorar y aprovechar adecuadamente su uso en el logro de tus objetivos personales, labores?

En mis objetivos personales, me pondría como meta ser más imparcial para no caer en el error de emitir mis opiniones guiadas por las emociones del momento. Así evitaría dar una imagen errónea de quien soy. En el ámbito laboral, soy la imagen de mi negocio, entonces es muy importante la opinión que tiene la clientela sobre mí. Trataría de preocuparme más por sus intereses o mejorar no solo el servicio que brindo, también mejoraría el trato que les doy. Con esto conseguiría fidelizar a mis clientes y captar nuevos.

¿Qué consecuencias podría tener su uso inadecuado?

Una mala opinión podría conllevar a una mala imagen. En lo personal, al tener una opinión errónea sobre mí, podrían acreditarme

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