ORGANISMO INTERINSTITUCIONAL CONTRASUBVERSIVO

E N S A Y O

CREACIÓN DE UN ORGANISMO INTERINSTITUCIONAL DE ANÁLISIS, CONTROL, PREVENCIÓN, SEGUIMIENTO Y ASESORAMIENTO ANTITERRORISTA, Y AANTISUBVERSIVO

I.-        ANTECEDENTES

Bolivia es uno de los países más pobres de América del Sur. Más de 1.5 millones de personas viven en una situación de extrema pobreza, no tienen acceso a los requerimientos mínimos de alimentación y vestimenta. Adicionalmente, aproximadamente 50% de todos los hogares de Bolivia no cuentan con la mayoría de los servicios básicos, como servicios de agua potable y de alcantarillado, viviendas seguras, o acceso a servicios de salud pública, especialmente para cubrir las necesidades del sector rural.

Esta pobreza viene a constituirse en una bomba de tiempo que podría originar una serie de conflictos y poner en riesgo la seguridad y la paz interna del Estado, como los acontecimientos acaecidos en Febrero y Octubre del presente año.  

Por otra parte, las gestiones de erradicación que se han llevado a cabo durante los últimos años por el gobierno de Bolivia, para la reducción de la producción ilegal de la coca, y para disminuir la producción de precursores y cocaína procesada han sido exitosos y muy eficaces. No obstante este éxito parcial, aún continua persistiendo el narcotráfico en el Chapare, con personas involucradas en esta industria, reubicando la producción de la coca, buscando nuevas rutas de transporte de la droga hacia los países consumidores como  los Estados Unidos y Europa.

A pesar del empeño del gobierno de Bolivia en facilitar el desarrollo alternativo, los cocaleros encuentran muy difícil vivir solamente de cultivos alternos y han formado una coalición bajo el liderazgo de Evo Morales, para demandar el derecho a cultivar más coca y defender a toda costa sus cocales. Los lugares críticos para el continuo cultivo ilegal de la coca son las regiones de los Yungas y el Chapare. Los cocaleros de la región del Chapare constantemente vienen hostigando y atentando contra el personal que realiza trabajos de erradicación.

Pese a que en algunas oportunidades se insinuó que el movimiento cocalero tendría vínculos con el narcoterrorismo y luego de que un diario peruano difundiera la versión de una supuesta relación de algunos  dirigentes cocaleros con las FARC de Colombia, el Ministro de Relaciones Exteriores puso énfasis al asegurar que en Bolivia la producción ilícita de drogas estuvo al margen del uso de recursos violentos.

Las versiones de una posible vinculación del narcotráfico con grupos terroristas ha sido descartada de forma contundente por diferentes autoridades del Gobierno nacional.

Asimismo el embajador de EEUU, David Greenlee, ratificó la necesidad de que Bolivia salga del circuito coca-cocaína. Según el diplomático, si Bolivia sigue en este problema  existe la posibilidad de que se mantenga la amenaza de un  narcoterrorismo, como en otros países. Tal es el caso de Colombia.

El narcoterrorismo que conoció Colombia con todo su furor se dio en tres escenarios claramente definidos por los intereses o los motivos de los actores. Así es como encontramos un escenario político, uno cultural y uno económico, habiendo dentro de cada uno de ellos diferentes modalidades (bombas, masacres, homicidios o amenazas), dependiendo de los fines que se persiguieran en un determinado momento (cambiar algunas políticas oficiales, ejercer venganza contra un miembro del mismo grupo o de otro, amedrentar a la población civil para desestabilizar al gobierno, ajustar cuentas, o simplemente hacer propaganda a su poder y a su causa). Parece tener el principal propósito de:

• Afectar la conducta de un gobierno por medio del asesinato, el secuestro y los atentados.
• intimidar o ejercer coerción sobre la población civil.
• influir en la política de un gobierno por medio de la intimidación o la coerción.

Las acciones subversivas por parte de la FARC Y ELN en COLOMBIA,  preocupa a los países vecinos, ante el temor de que la misma pueda expandirse al interior de sus territorios, lo cual a dado motivo a que se extremen medidas de Seguridad y vigilancia en la  protección de sus fronteras.

La subversión colombiana al haber tomado fuerza en su accionar como un elemento perturbador de la estabilidad social y política a nivel regional, constituye una amenaza para todos los países de la región sudamericana, obligando a los gobiernos a dictar medidas preventivas para evitar el accionar subversivo.

La lucha contra el narcotráfico, la captura o la entrega, de algunos capos del narcotráfico en Bolivia, no significa automáticamente la desaparición del negocio, ni la contracción del mercado, ni mucho menos la desaparición de la amenaza del narco-terrorismo. Por el contrario, mientras el consumo se mantenga en los mercados de Estados Unidos y Europa siempre habrá quien produzca y trafique con sustancias ilícitas.

Estando recluidos los “peces gordos” de la droga, es de esperar que nuevos actores entren en pugna para controlar el mercado y las rutas de distribución y de lavado de dinero. La revisión de los conflictos en el Chapare durante los últimos años, con manifestaciones violentas como secuestros, asesinatos, emboscadas, atentados terroristas con “cazabobos”, planeados y ejecutados de manera muy organizada y con conocimientos técnicos por parte de  delincuentes organizados en la región del Chapare, debe alertarnos a todos y en especial a las autoridades frente a un posible surgimiento del narcoterrorismo, más cuando vemos la aparición de continuos atentados con artefactos explosivos sobre las fuerzas erradicadoras.

Es necesario considerar que condiciones similares como las que ocurrieron en Colombia, se presentan en nuestro territorio para el surgimiento de elementos narcoterroristas, motivo por el cual las instituciones y organismos del Estado deben analizar el problema y tomar previsiones, caso contrario las consecuencias serán fatales para el Estado boliviano.  

Por todo lo expuesto, en el trabajo de investigación “Conflicto en Colombia” y haber realizado un análisis de los aspectos importantes generadores de este conflicto y una comparación con nuestra situación y las actuales condiciones de la realidad nacional, se ha visto la necesidad de crear un organismo de prevención y control del narcoterrorismo.

II.-        DESARROLLO

Al narcoterrorismo le crea un ambiente propicio la pobreza extrema, la desigualdad social, la desigual distribución económica, la corrupción, el contrabando, las migraciones clandestinas, el daño a la ecología y la depredación de los recursos naturales. Estas amenazas afectan los niveles de seguridad necesarios para el progreso, el desarrollo armónico del Estado y la cohesión social de nuestra población.

El narcoterrorismo también amenaza el capital social y la estabilidad de los países toda vez que sus recursos humanos se degradan paulatinamente, aumentando las tasas de criminalidad y la violencia urbana en los cinturones marginales de las principales ciudades, afectadas por un desempleo estructural.
Los narco-terroristas no son personas desquiciadas, que obran obedeciendo a impulsos o a iras ciegas, por el contrario, planifican y calculan sus acciones así como los resultados esperados, bajo un frío balance de costos y beneficios, ordenando así sus prioridades, seleccionando sus víctimas, determinando a quién quieren someter, empleando todos  los medios que  estén a su alcance, y especulando, si será mejor una bomba contra las fuerzas legales o una masacre de campesinos.

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