Obra "A Vivir"

Obra: “A VIVIR” De: Odín Dupeyron

Esta obra, se trata de un monólogo, realizado por el actor Odín Dupeyron. La historia comienza a partir de un curso o grupo de optimistas para “aprender a vivir”, en donde Marciano es el personaje principal; da su testimonio, acerca de como llego a ese lugar y los descubrimientos que ha tenido a lo largo de dicho curso, en base a su vida desde pequeño.

Describe a su madre, a su padre y a sus hermanos. La madre, es un personaje muy peculiar en la historia, su manera de vivir cada día y su actitud ante la vida eran totalmente impredecibles, ella despertaba cada mañana aullando, saludando al sol y gritando: “¡A VIVIR!”, a su familia le parecía extraña la actitud, aunque por una parte ya estaban acostumbrados a esas acciones.

El padre, por otro lado, era una persona seria, disciplinada, educada y con el mismo pensamiento que le habían inculcado desde pequeño. Creció frio, soportando las injusticias de la vida, sobreviviendo en vez de vivir y disfrutar.

Marciano era el más apegado a su mamá, por lo que ella aprovechaba para darle lecciones de vida, enseñarle y hablarle sobre aspectos muy importantes que vendrían en su vida, en los valores y en la actitud con los demás. Pero también para ella, era muy importante vivir el presente y sobre todo disfrutarlo. En cambio su padre, era estricto, le exigía y disciplinaba a sus hermanos y a él.

Al crecer sin su madre experimento cambios en su manera de pensar, en ámbitos sociales y personales, hasta que finalmente se dio cuenta del valor de las palabras de ella, cambiando con el tiempo hasta la manera en que pensaba su papá, quien agradeció por que al menos uno de sus hijos tenia la misma fuerza, valor y entusiasmo de su esposa.

En mi opinión, la obra me pareció extraordinaria. Me hace pensar cuantas veces nos quejamos y nos victimizamos por situaciones que pasan en nuestras vidas, en lugar de agradecer por lo que tenemos y vivir el presente feliz, agradecer que sentimos amor, felicidad, tristeza y también dolor, ya que eso nos diferencia de las rocas. Aprender a perdonar el pasado y estar conscientes de nuestro propio presente y futuro, que no hay peor sordo que el que no quiere oírse, realizar lo que nos gusta, sin necesidad de fingir para sentirnos parte de un grupo social y tener miedo de ser rechazados. Tener en cuenta que cada uno toma decisiones, ya que nadie las tomará por nosotros; querernos y aceptarnos tal cual.

No aferrarnos a la idea de que “tenemos que” hacer las cosas, realizarlas por responsabilidad, optar porque es mejor hacerlas y enfrentarlas en vez de evitarlas.

Y finalmente conocer el verdadero significado de la “LIBERTAD”.

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