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Ordenar Y Mantener


Enviado por   •  17 de Junio de 2013  •  4.178 Palabras (17 Páginas)  •  304 Visitas

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Enseñar a los niños a ordenar su habitación

¿Quién no recuerda a Mary Poppins cantado una canción mientras enseñaba a los pequeños a ordenar su cuarto? Enseñad también a vuestros hijos a recoger su habitación de forma divertida.

Enseñar a los más pequeños de la casa a mantener en orden su cuarto puede hacer que de mayores sean más limpios y ordenados en sus rutinas diarias.

Cuando son pequeños

Durante los primeros años será complicado que podáis conseguir que el pequeño ordene su habitación, pero eso no implica que no aprenda a guardar sus juguetes. Desde muy pequeño conviene que creéis el hábito de tener recogidas sus cosas, ya que de esta forma podréis seguir avanzado hasta que sea capaz de ordenar y hacer su cama solo.

Para que aprenda a ser ordenado haced lo siguiente: una vez termine de jugar enseñadle cómo y dónde hay que guardar todas las cosas. Si aún no anda cogedle en brazos y llevadle hasta el lugar para que lo entienda. Primero hacedlo vosotros, para que vea cómo se hace y dejadle a él que lo haga después.

Siempre que lo haga correctamente aplaudid y expresad lo bien que lo ha hecho, sonreíd y haced que sea algo divertido. Si falla volved a hacerlo vosotros hasta que poco a poco comprenda lo que debe hacer.

Cuando sean más mayores

Cuando vuestros hijos ya hayan alcanzado cierta edad para entender mejor lo que sucede a su alrededor, será momento de enseñarles cómo han de ordenar su cuarto.

En los primeros años convendrá que les ayudéis, inculcarles la importancia de tener ordenada su habitación y los beneficios que esto tiene, además que de esta forma conseguirán encontrar todo a la primera.

Enseñadles a que ellos mismos aprendan dónde tienen su ropa y cómo tienen que guardarla, así como sus juguetes, y en el caso de estar ya en la escuela, a cómo ordenar los libros, cuadernos y demás materiales.

Algunos consejos generales

Lo primero de todo es tener paciencia, el aprendizaje de algo requiere tiempo y más cuando se trata de niños pequeños. Además tendréis que ser pacientes con el estado de su habitación, lo primero que hay que entender es que son niños.

Dadle órdenes concretas y muy específicas cada vez que tengan que ordenar su cuarto, que comprendan exactamente qué tienen que hacer.

Hasta que el pequeño no tenga una edad de entre 5 y 6 años será conveniente que le ayudéis en la tarea, intentad sonreír y hacedlo como si fuera algo divertido, aunque al principio no lo hagan muy bien. Para ello podéis poner una música que le guste o crear vosotros mismos una canción. También podéis comprar cajas, cajones o estantes de colores para que diferencien dónde va cada cosa.

Enseña a tu hijo a ser ordenado

Aún es pequeño para tener su habitación perfectamente ordenada, pero ya es “mayor” para dejar sus cosas en el lugar que les corresponde, después de usarlas. Tu actitud y tu ejemplo son fundamentales para acostumbrarle a ello.

Susana Martínez. Psicóloga

Los primeros años de vida son básicos para una buena educación en el orden. Da buen ejemplo a tu hijo y enséñale a meter sus juguetes en el juguetero, a colocar sus cuentos en la estantería, a no dejar sus zapatos tirados por ahí... Así irás inculcándole la idea de que no puede tenerlo todo “patas arriba”. El caos produce nerviosismo y dificulta la tarea de encontrar las cosas, mientras que el orden transmite calma, favorece la concentración y ayuda a pensar y a reaccionar serenamente.

ÉCHALE UNA MANO

Como su idea de orden diferirá bastante de la tuya, no tiene sentido que te pases el día intentando que su cuarto esté perfectamente recogido. De momento, confórmate con que no deje sus juguetes por el suelo, ni su ropa esparcida por el cuarto de baño, ni sus cuentos “distribuidos” por el pasillo. Y sé muy concreta en tus indicaciones. “Ordena tu cuarto, por favor” es un mensaje muy poco preciso. Frases como “guarda los cochecitos en la caja” o “echa la ropa sucia a la lavadora” denotan con mucha más exactitud lo que esperas de él.

Hasta los 7 u 8 años tendrás que echarle una mano siempre que, después de jugar, llegue el “difícil” momento de recoger. Esto no significa que él mire lo bien que lo recoges todo, sino que coloquéis las cosas juntos, jugando.

TRUCOS PARA FACILITÁRSELO

La tarea le resultará más amena si estableces un minuto de tiempo para comprobar cuántos juguetes sois capaces de recoger cada uno. Animáos mutuamente mientras echáis carreras.

También es buena idea que inventéis canciones divertidas, que se puedan asociar con este momento.

Además, conviene que adecúes su dormitorio de tal manera que recoger no le cueste demasiado trabajo. ¿Cómo?

• Dispón un lugar diferente de la habitación para cada tipo de juegos. No hace falta que ésta sea enorme, de lo que se trata es de que haya un rincón para los libros, tal vez una librería; otro para los disfraces, quizá el cajón más grande del armario; otro para los peluches, que estarán genial en esa cunita de madera... Cuando los juguetes ocupan un sitio determinado, adquieren para el niño un valor más importante que cuando están todos amontonados.

• Pinta cada cajón de su cómoda de un color diferente o pega en cada uno de ellos una etiqueta con el dibujo de las cosas a las que está destinado.

• Olvídate de las cajas y jugueteros enormes. En principio parecen cómodos, pero lo cierto es que obligan al niño a sacar todas las cosas para encontrar la que busca, que suele estar en el fondo.

• Cada dos meses, revisa los juguetes con tu hijo y anímale a regalar a los niños necesitados los que se le han quedado “pequeños”. Además de evitar acumular trastos, le estarás dando una enseñanza muy positiva.

Y un último consejo: en otras habitaciones de la casa, como el salón o el cuarto de estar, destina alguna de las estanterías o de los cajones más bajos a su uso particular. Así podrá jugar donde vosotros estéis y luego le será más fácil no dejar nada por el medio. Felicita a tu hijo a medida que se vaya haciendo más ordenado, cuidadoso y responsable. Tus muestras de alegría y aprobación fomentarán esta actitud tan positiva para su vida y sus aprendizajes escolares.

¡NO HAGAS ESO!

No le pidas que recoja cada juguete antes de sacar otro.

Es normal que tu hijo juegue en desorden, con todo a la vez, y que mientras desarma un coche quiera tener a mano sus cromos, sus pinturas y un puzzle. Necesita sentirse libre en sus actividades. Cuando llegue el momento de recoger,

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