Outsoursing ORIGEN Y EVOLUCION DEL OUTSOURCING
Enviado por miriamvv • 8 de Abril de 2018 • Trabajo • 5.137 Palabras (21 Páginas) • 236 Visitas
OUTSOURCING
ORIGEN Y EVOLUCION DEL OUTSOURCING
- Evolución histórica del Outsourcing como modelo de gestión empresarias. Situar el fenómeno de la externalización en una línea temporal, obliga a distinguir entre los usos y las prácticas empresariales, su identificación técnica como una estrategia de negocio y las tendencias teóricas acerca de su concepción, con especial énfasis en la literatura económica y administración en los Estados Unidos de América (de donde se dice es originario el fenómeno) y Europa.
Su evolución histórica será dividida en dos acápites:
- Antecedentes históricos de la práctica de la externalización, que comprenderá una reseña de la evolución en una línea de tiempo dividida en hitos temporales y de gestión, y otra referida a la evolución del tipo de funciones externalizadas.
- Antecedentes históricos del análisis teórico e investigación económica de la externalización, referidos a la literatura y teorías económicas subyacentes y de dirección de empresas que han analizado el fenómeno en específico.
- Antecedentes históricos en la práctica de la externalización.
RESEÑA DESDE EL PUNTO DE VISTA DE LAS TENDENCIAS ORGANIZACIONALES Y DE LAS RELACIONES EMPRESARIALES.
El Outsourcing es fruto del capitalismo y la libertad empresarial. El punto de origen de su práctica masiva no cuenta con una opinión uniforme, aunque existe cierto consenso en que su despegue, como tal, fue en la década de los noventa del siglo pasado, aplicado a funciones de bajo coste y sin mayor complejidad, dentro del contexto general de la sociedad post-industrial.
Sus primeros orígenes algunos los sitúan en el siglo XIX, cuando empresas de Estados Unidos de América externalizaron la fabricación de velas para veleros y cubre vagones a trabajadores en Escocia, quienes a su vez importaban la materia prima desde India.
La concepción industrial tradicional, según al “Modelo Ford”, concibió a empresas integradas de gran tamaño, que podían ser propietarias, administrar, y tener el control de todo el ciclo de vida de sus productos o servicios, alcanzando su pináculo en los años cincuenta y sesenta del siglo XX, siendo, precisamente, este enorme tamaño una desventaja que exigió una mayor flexibilidad para innovar y adaptarse a las nuevas condiciones del mercado. Con respecto a este modelo se expuso que:
El concepto concebido como sociedad industrial comprende experiencias de una docena de países diferentes, abarcando el tránsito por sistemas políticos de sociedades tan antagónicas como los EE.UU. y la antigua Unión Soviética. La sociedad industrial estaba organizada en torno al eje de la producción y la maquinaria para la fabricación de bienes a diferencia de su antecedente, la sociedad preindustrial, que dependía de las fuentes de trabajo naturales y de la extracción de los recursos primarios de la naturaleza. Con su ritmo de vida y su organización del trabajo, la sociedad industrial ha sido el factor que ha definido la estructura social- es decir, la economía, el sistema de empleo y de estratificación- de la sociedad occidental moderna.
En contraste, la sociedad post-industrial (llamada también post-fordismo), es una sociedad del conocimiento en un doble sentido: primero, las fuentes de innovación derivan cada vez más de la investigación y del desarrollo; y segundo, la carga de la sociedad que se mide por una mayor proporción del Producto Nacional Bruto y una mayor tasa de empleo reside cada vez más en el campo del conocimiento.
Dentro del contexto de la revolución post-industrial, a fines de los años sesenta y comienzos de los setenta del siglo veinte, surgió incipientemente el nuevo modelo de gestión externalizada, transformándose en una estrategia viable recién a partir de los años ochenta, cuando las primeras organizaciones comenzaron a subcontratar centros de llamado y otras operaciones, orientadas principalmente a los servicios básicos.
Durante este periodo post-fordista, la empresa estadounidense se convirtió en gran empresa, dedicándose no solo a su negocio principal sino también a actividades anexas a su dinámica, siendo este modelo de trabajo el que posibilitó la flexibilización laboral, transformando los cimientos del entonces tradicional Derecho del Trabajo, que contribuye al sector jurídico que ha regulado, desde sus comienzos, a este tipo de operaciones masivas.
En Europa, por su parte, se ha sostenido a propósito del análisis jurídico de la tercerización, que la economía informal italiana fue la base de la especialización flexible, como un antecedente histórico del Outsourcing moderno, que surgió desde la informalidad del sector agrario en su paso hacia la economía agroindustrial, doces la pequeña empresa agraria necesito de servicios especializados del sector informal y desde doce germino la entonces incipiente figura de la subcontratación.
En un plano teórico, dentro del contexto de la globalización, la economía del conocimiento y la sociedad de la información, la organización empresarial contemporánea se relaciona más con una metáfora de redes que con estructuras físicas fijas. El desarrollo del conocimiento como fuente de riqueza, implica que las estructuras organizacionales y sus modelos productivos han debido adoptar formas antes no existentes. Los elementos tecnológicos establecen fórmulas de conexión tan inmediatas y de bajo coste, que actualmente el conocimiento bien administrado es fuente de generación de recursos transables en el mercado en una “Industria del Conocimiento”. Y la externalización transfronteriza de servicios, que aparece en los albores de la era post-industrial, cuando las empresas comienzan a focalizar su expansión a mercados globales, contribuye el nuevo paradigma de relaciones de intercambio de conocimiento, a niveles antes no concebibles, conducidos por fuerzas económicas, sociales, políticas y tecnológicas.
Esta variante offshoring del Outsourcing focalizada en servicios tiene un papel en la evolución de la economía, pues interviene en la última de las llamadas “revoluciones” industriales manifestadas en etapas sucesivas: hundida en la historia, hace casi doscientos años (entre 1840-1850), surge la denominada “Primera Revolución Industrial”, cuando la fuerza laboral de los países industrializados, encabezados por el Reino Unido, migro masivamente desde las granjas a las fábricas. Con la “Segunda Revolución Industrial”, a mediados del siglo XIX hasta cerca del primer cuarto del siglo XX (al final de la primera guerra mundial), los trabajos volvieron a cambiar nuevamente, esta vez desde la manufactura a los servicios. Posteriormente, en 1960 cerca del 35% de los trabajadores no agrícolas de los EE.UU. producía bienes y el 65% servicios. Para 2004, solo alrededor de una sexta parte de los trabajadores no agrícolas de los EE.UU. era de industrias productoras de bienes, mientras la quinta parte restante producía servicios. Siendo esta la tendencia mundial del ciclo económico continuo. Entre 1967 y 2003. De acuerdo con la OCDE, el sector servicios aporto el crecimiento total del empleo alrededor del 19 % en EE.UU., 21% en Japón. Y cerca del 25% en Francia, Italia, Y el reino unido. Hoy en día, en la era de la información y la sociedad del conocimiento, la economía mundial está orientada a los servicios por sobre la manufactura, siendo liderada actualmente por el modelo de deslocalización de funciones (servicios offshoring). Nos encontramos así en los primeros tiempos de la llamada “Tercera Revolución Industrial”.
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